“Sociólogos por la vida” (minuta número 2)

La Lucha contra La Pandemia y un Escenario Político Latente

Lunes, 30 de marzo de 2020.- La estrategia desarrollada por el gobierno de Venezuela frente a la pandemia del virus COV-19 ha sido, desde la aparición del primer caso en el país hasta la fecha actual, exitosa.

Los resultados positivos comprenden: una declaración temprana del confinamiento o cuarentena en todo el territorio nacional, establecida de manera firme y persuasiva a la vez, orientada a concientizar y suscitar el acatamiento voluntario de la población a esta medida; el establecimiento rápido de vínculos de cooperación internacional con la Organización Mundial de la Salud y varios países, en particular China y Cuba, en lo que se refiere a asesoría, envío de especialistas, suministro de insumos, guías de tratamiento y fármacos que contribuyen a un mejor manejo de la enfermedad; una comunicación constante con la población que proporciona información oportuna, diaria, lo que favorece la creación de un clima de mayor tranquilidad y confianza entre los ciudadanos.

La difusión permanente de las medidas sanitarias de autoprotección que los ciudadanos deben aplicar a nivel individual y familiar; la decisión, por otra parte, de aprobar medidas compensatorias a las familias, trabajadores, junto a exenciones temporales de pago para inquilinos de locales comerciales y residenciales, así como la suspensión temporal de pagos de servicios de telecomunicaciones, entre otras acciones, junto a la prolongación de la inamovilidad laboral hasta el 31/12/2020.

Muy valiosa ha sido asimismo la posibilidad de detección anticipada de posibles casos de personas afectadas en base a la utilización de la “Plataforma Patria”, a partir de la encuesta que millones de venezolanos han respondido en la que suministran información sobre su condición de salud, en atención a lo cual personal sanitario realiza visitas domiciliarias diarias a miles de personas que declaran determinados síntomas o padecimientos crónicos, lo que traduce en la aplicación de decisiones rápidas de seguimiento o traslado a centros de salud para su tratamiento; se lleva a cabo, de igual modo, el rastreo oportuno de la trama de contactos que cada persona infectada puede establecer, a fin conocer posibles casos de personas contagiadas, no detectadas, que pueden propagar la enfermedad.

Se ha observado de la misma manera coherencia en la Comisión Presidencial que coordina la estrategia a nivel nacional.

Muy importante ha sido también la decisión firme de mantener la claridad del objetivo fundamental: preservar la salud de los ciudadanos por encima de cualquier otra orientación.

La creación, igualmente, de un clima solidario, proactivo, que transmite un grado importante de confianza en la sociedad, aún en el marco de una fuerte polarización política, ha sido también un factor positivo.

Subsisten algunos problemas que pueden afectar el alcance de los resultados positivos de la estrategia que adelanta el gobierno nacional para proteger la salud de los venezolanos:

La difícil situación económica que vive el país con varios años de recesión acumulada y una elevada inflación, unida a una importante emigración de recursos humanos que afecta a la actividad pública y privada.

Un contexto en el que la comprensible e inevitable recaída de la producción durante el confinamiento de la población (necesaria para controlar la propagación de la epidemia), puede acentuar el desabastecimiento de bienes y servicios y dificultar la recuperación una vez que la misma haya sido controlada.

Hay que señalar asimismo la presencia de fuertes problemas de servicios públicos, en especial con el agua, que puede en diversas zonas del país limitar la efectividad de la acción profiláctica que la población debe cumplir para protegerse.

Hay que destacar por otro lado la persistencia de las sanciones unilaterales que el gobierno de los EEUU mantiene sobre Venezuela, que acentúan todas las dificultades que el país padece, en especial la restricción de las exportaciones petroleras, en el marco de una recesión mundial que, como efecto de la pandemia, restringiría aún más el ingreso de divisas que el país requiere para importar alimentos, medicinas, equipos e insumos industriales.

Un contexto país como el señalado, que aún sigue latente, nos aguarda a la vuelta de la esquina.

Es de esperar que el gobierno nacional, en la medida que el control de la epidemia avance y profundice, retome la agenda política necesaria para convocar al país a una nueva etapa, la que a nuestro entender pasa por la reanudación (tan pronto como las actuales circunstancias lo permitan) del proceso de preparación y convocatoria de las elecciones para la renovación de la Asamblea Nacional.

De momento cabe indicar como hecho positivo la coordinación entre autoridades regionales, tal es el caso del estado Miranda, por ejemplo, que responden a corrientes políticas opuestas, en medio de la estrategia de lucha contra esta pandemia; un signo favorable de los tiempos por venir cuando surjan entre los diversos sectores del país acuerdos mínimos.

Señalamos sin embargo que, en las actuales circunstancias, la comunicación del gobierno nacional con la sociedad debe concentrarse integralmente en el propósito de superación de la pandemia, sin recaer en la utilización de sus actuaciones para fines políticos particulares.

Un criterio que vale también para la oposición, de la que cabe esperar igualmente en la presente situación, desprendimiento y equilibrio.



Ernesto Herrera
César Henríquez Fernández
cesar.henriquez55@gmail.com


30/03/2020



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César Henríquez Fernández


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