Mi palabra

Trump, Rafael Ramírez y las brujerías de Maduro

"Rodéate de buenos y tú lo parecerás.

Rodéate de sabios y algo en ti se quedará".

La Danza del Fuego"

En la mañana del sábado, me acerqué a una estación de gasolina, y me encontré un ambiente muy tenso, con vehículos de paseo de todas las marcas y modelos. Las busetas muy remendadas dejando muy claro el objetivo de los propietarios: sacarlas a la calle para hacer dinero antes el deficiente servicio público, y por el otro lado el transporte de carga o pesado esperando su turno; a pesar, de este panorama nada halagador, todo se fue canalizando antes los límites impuestos–20 litros por vehículo de paseo, y 60 de transporte– más la férrea decisión de cumplir lo establecido por el comandante de la guardia nacional, quien por momentos daba muestras de una persona muy déspota.

En el tiempo de espera, bajo un sol de esos que se presentan apenas aclara la mañana, capaz de tostar camellos en horas del mediodía, escuché a un señor, muy serio algo rechoncho con los brazos cruzados y apoyados en su voluminoso abdomen lanzar una expresión creyéndose el dueño de la solución, pero sonó un tanto jocosa por el dramático momento de la humanidad por el coronavirus: "Yo soy médico veterinario, y el coronavirus se cura con limón y …" el complemento de la receta nadie le prestó atención; pero un jodedor, a pesar del inclemente sol del mediodía, no se guardó su inquietud y al momento le respondió con la voz en alto para que todos los presentes se saborearan su ocurrencia: ¡Amigo, de animales a seres humanos el camino es distinto, y la otra los científicos están locos, porque no consiguen la cura, y usted muy serio viene con esa receta chimba; está perdiendo el tiempo para meterse unos billetes!

Entre Donald Trump, Rafael Ramírez y el hasta ahora precavido antes la pandemia, Nicolás Maduro, las distancias ideológicas y económicas están muy marcadas. Pero los adversarios del proceso bolivariano, están más pendientes de cualquier pelón de Nicolás, para atacarlo, que del dramático momento de la humanidad, a pesar de todas las medidas tomadas por el vilipendiado jefe de estado, porque sencillamente se está luchando contra un virus extremadamente aterrador, el cual agarró desprevenido a gobiernos de países algunos, o en última instancia no creyeron en los avisos y advertencias e incluso en un número de muertes alarmantes, como es el caso de China en primer lugar, y después Italia.

Lo de Donald Trump, es harto conocido la cantidad de cachazos, como los toros de las ferias de San Fermín, cuando los lanzan por el callejón. El señor no pega una; antes la pandemia se atrevió a recomendar un producto químico fosfato de cloroquina (chloroquine) y el resultado es ya conocido, un muerto: un señor en –Phoenix en el estado de Arizona– y la esposa se salvó, porque la llevaron rápidamente a un hospital, y le prestaron las atenciones de emergencia. De Rafael Ramírez, no se puede esperar nada en bien de Maduro, porque es bien sabido su responsabilidad en la tragedia de PDVSA, y eso, es, sumamente grave en un país, que vive de la renta petrolera, más en estos momentos, cuando los precios del barril de petróleo se han venido al suelo, y falta poco para que este irresponsable culpe al Presidente de esta sacudida en el mercado petrolero por diferentes razones y motivos.

De Nicolás Maduro han hablado tanto, que, a pesar de la pandemia del coronavirus, Rafael Ramírez, no pierde la oportunidad ni siquiera, cuando el Presidente nombró un guarapo tan inofensivo, que nadie se acuerda de la receta; paradójicamente Trump, es el causante directo de varios muertos, aparte de su previa actuación antes el rio desbordado, que venía sonando, como alertándolo sin tomar en cuenta la advertencia, como es el caso de la provincia china. Esto lo deja nuevamente al descubierto: lo eligió el imperialismo para cuidar los intereses de los monopolios, y el gran capital, sin importarle los seres humanos, porque al final los millonarios tienen asegurada la atención médica, pero no el viaje a la eternidad, como todos los mortales. Y por el otro lado Rafael Ramírez Carreño, salió con otra comiquita para seguir pareciéndose a Guaido, al tratar de presentarse con su cara de "inocente", acusando a Maduro de algo muy utilizado por nuestras abuelas en momentos de apremio: recetas o guarapos caseros, que a lo mejor no curan, pero tampoco matan.



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Narciso Torrealba


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