De cómo Maduro, terminó atrapado en su propia trampa

Hay razones suficientes, para definir el sistema en base a su naturaleza económica y social. Los sistemas híbridos son posibles como en China, Viet Nam y Cuba; pero, colegir de eso, que Venezuela está construyendo ese sistema socio económico, es una falsedad que ni los de Contrapunto se la creen.

Empecemos: desaparición y asesinato de Alcedo Mora, Robert Serra, los hermanos Vergel, Beto Zamora y muchos más, destruir el sindicalismo fundado por Chávez y anular sus dirigentes (asesinatos, desapariciones, capturas, arrestos domiciliarios, exilios, etc)… refinanciar las transnacionales petroleras afectadas por la estatización chavista, apoyar con mucho dinero a los comerciantes e industriales locales para que apuntalen la producción nacional, introducir el dólar como moneda alternativa al Bolívar para salir de la inflación, acabar con la estatización y vender los activos fijos y circulantes del Estado.

Comparando China, Cuba y Viet Nam con Venezuela, las cosas no son tan sencillas como para concluir que Maduro está jugando las cartas del capitalismo para salvar la revolución socialista.

Cuando apenas llevaba 11 años el inicio de algunas transformaciones estratégicas en el modo de producción capitalista, impulsadas por Chávez: el logro de una proporción ventajosa para el Estado, frente a las transnacionales norteamericanas, españolas, italianas, rusas, chinas y las nacionales de la industria petrolera; la reforma industrial, que empezó a crear complejos industriales en muchas áreas de trabajo: siderúrgicas, producción de alimentos, azúcar, harina de maíz, de derivados del petróleo como cauchos y lubricantes. Y, aplicó una medida práctica, que consistía en pasar a control de los trabajadores, las fábricas que se declaraban en quiebra, o producían al mínimo.

La reforma agraria, que iba pasando la producción agrícola y la tenencia de la tierra a manos de quienes la trabajaban, los campesinos; que empezaron a conseguir derechos, como la educación universitaria, la atención en salud, vivienda, y la posibilidad de vender internamente lo producido.

Se amplio la organización sindical como base de apoyo orgánico al proyecto socialista. Se sindicalizaron trabajadores del campo, de la industria y empleados estatales. Chávez logró unificar bajo la ideología bolivariana de liberación al movimiento de trabajadores y militares. Políticamente logró reformar la Constitución y poner en sintonía con la misma. a las otras instituciones del Estado: sistema electoral, administración de justicia y de la banca nacional, y otras instituciones gubernamentales, como los ministerios.

En la base económica estaba iniciando el traspaso de los medios de producción: tierra, industria, petróleo, gas, minerales y sistema administrativo gubernamental a manos de los trabajadores organizados en sindicatos y apoyados por el Estado.

Era realmente una revolución.

Maduro, por el contrario, desatendió a los trabajadores de la reforma agraria y echó a andar una reforma de jardinería urbana (huertos caseros). Financió las empresas privadas nacionales con abundantes recursos monetarios, para sacarlas de la quiebra derivada del bloqueo de los empresarios aplicado al Estado (detener la producción para sabotear los objetivos estatales). Medida, qué en la mayoría de los casos, sirvió para la fuga de capitales y no para mejorar la producción. Lo mismo hizo con las transnacionales afectadas por las medidas del gobierno de Chávez y etc., etc., hay más casos conocidos y sufridos por el público. Es el caso del dólar, el más ejemplar, y en el que se basan los de Contrapunto, para mencionar que el gobierno socialista se defiende con las mañas del capitalismo.

Hay que preguntarse primero, ¿Cuál gobierno socialista? ¿Es socialista el gobierno de Maduro?

Si como narré en el artículo anterior: "las cosas no salieron bien. Y Maduro se dio cuenta que en la realidad del comercio internacional y en las relaciones de producción nacional, para seguir adelante, en primer lugar, tenía que acabar con los obstáculos creados por Chávez en las relaciones de producción; para ello tenía que romper las ataduras del estatismo y la organización obrera en la que estaba sustentado el proyecto chavista. Para realizar tal hazaña había que acabar físicamente con el movimiento obrero y con la administración estatal anterior. (esto está denunciado en varios artículos y entrevistas de Rafael Ramírez). Maduro abrió así, una época de contra revolución".

Maduró sencillamente está devolviendo a la empresa privada, todos los logros del socialismo de Chávez, y los más sufridos por estas medidas, son los de siempre, los pobres. Y si, continuar con el ascetismo, al que nos tiene no muy bien acostumbrados el gobierno (falta energía eléctrica, falta de gas, falta de gasolina, falta de medicinas, falta de comida, etc.), le llaman picardía o pragmatismo socialista, como el de Viet Nam, China y Cuba, para mantener las CLAP; entonces, la lucha de Maduro, no es más que una aspiración a que el pueblo sufrido siga viviendo como quería madre Teresa y decía García Márquez: "comiendo mierda" y los comerciantes de todo y mercaderes del petróleo, se apropien privadamente de los recursos naturales venezolanos, sigan explotando la mano de obra barata de los trabajadores venezolanos (de 6 a 10 dólares por día) y nos enajenen la riqueza producida, para luego con el pasar de algunos años, presentar al mundo, que el gobierno, los comerciantes y mercaderes desalmados, han logrado realizar el milagro económico social, que todos esperaban: "haber elevado a un nivel, que no tiene paralelo, el PIB de Venezuela". Es decir, se acabó la pobreza.



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Memo Fernández


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