Venezuela no tolera un presidente obrero y menos un obrero presidente (II )

(Nota 1: la segunda entrega está supeditada a que por lo menos 1.000 lectores hayan visto la primera. Habiéndose cumplido la condición de la entrega I, presento a mis lectores la 2ª. Parte del Ensayo.)

En esta segunda entrega de nuestro ensayo hare una búsqueda conceptual de la razón que pudiera tener el Presidente Nicolás Maduro, para autonombrarse "Presidente Obrero" y sembrar en el alma nacional, durante su pasantía por la presidencia, la idea de que los obreros pueden y están en condiciones de ejercer el poder y más aún optar como clase social a la Dirección de la República.

Durante los 40 años de la IV República, tanto los militares como los obreros no tuvieron ascendencia protagónica en el ejercicio del Poder político, económico, social y/o cultural en Venezuela; fueron relegados a papeles secundarios de apoyo o relleno en el acontecer nacional. Todos aceptaron que quienes debían mandar eran los doctores y/ o políticos profesionales que tuvieran la anuencia de las empresas petroleras. Era tal la sujeción, que el evento político más importante, al inicio de los primeros días del año, era el viaje de la Comisión Presidencia a Washington para fijar la Cuota Petrolera y el deseo más ferviente de todos era que fuera aumentada, para que le entrara más dinero al fisco nacional.

Fue tal el fracaso de los doctores y políticos profesionales en el ejercicio del poder, que para los años 90 del siglo pasado, algunos exclamábamos que estábamos dispuestos a darle nuestro voto al mismísimo Lucifer, con tal de salir de esa calamidad que estábamos sufriendo, los que siempre fuimos y seguimos siendo pobres y que en esa época representábamos el 80% de la población. Nunca nos pasó por la mente que de un cuartel o una fábrica pudiera salir algo bueno para nosotros hasta ese 4 de febrero de 1992. Con Chávez vivimos y participamos en la más grande odisea que pueblo alguno del mundo haya podido realizar: Enfrentar por segunda vez en un periodo de 200 años a los imperios más poderosos y sanguinarios que ha conocido la humanidad en los últimos 5.000 años de la historia universal.

Para poder ubicarnos en el tema hay que hurgar en la historia de los personajes Hugo Chávez y Nicolás Maduro: En primer lugar, hay que destacar que ambos llegan al poder por razones distintas: Chávez obtiene el poder como consecuencia del fracaso de la dirigencia de la IV República y Nicolás Maduro lo obtiene gracias al triunfo obtenido por Chávez en sus dos periodos presidenciales. Uno es producto de un fracaso y el otro producto de un triunfo. En segundo lugar, se destaca una procedencia distinta y contradictoria: Chávez fue entrenado para Mandar y Maduro para obedecer. En tercer lugar: la cultura de Chávez es de base campesina-agraria y la de Maduro citadina de clase media baja. Estas diferencias son importantes a la hora de hacer un análisis y entender las acciones llevadas a cabo por ambos presidentes y que desembocan en la actual situación de crisis que vive la población venezolana.

Toda la explicación anterior sirva para justificar el título y tema a tratar en este ensayo politológico, en el cual demostraremos las razones que esgrime un denso sector de la población para no aceptar que un Presidente de la República Bolivariana de Venezuela se autodenomine "Presidente Obrero" y más aún que se sienta que está actuando como un "Obrero Presidente". Siendo ambas figuras inexistentes en el imaginario popular e irreales en la práctica que históricamente hemos vivido como pueblo. Ya en la primera entrega aceptamos que el cargo de Presidente es eventual y por un determinado tiempo y la clasificación de Obrero es por la capacidad que se tiene de vender la fuerza de trabajo al sistema capitalista imperante.

Es también necesario comprender que la figura de "Presidente" tiene demasiado peso en la psiquis de nuestro pueblo y en nuestro entramado jurídico constitucional. Aquí un Presidente de la República tiene más poder asignado al cargo, que cualquier Emperador o Rey que el mundo haya conocido. Es tal que lo más parecido a Dios es un presidente venezolano en y durante el ejercicio del cargo. Por eso no es extraño que el pueblo considere a Nicolás Maduro el único responsable de lo que nos está pasando y el Imperio considere que con sólo sacarlo de la presidencia ya tienen el mandado hecho. La pregunta que cabe es: ¿porque hemos llegado a esta situación y Nicolás Maduro, el Presidente Constitucional de la República no le da una solución radical, teniendo el poder total en sus manos? . La respuesta la conseguimos en su origen (párrafo 2); Maduro fue entrenado para obedecer y negociar como obrero frente a su patrón. Si Chávez siendo militar le costaba que sus ministros le obedecieran, se imagina el lector de éste ensayo, ¿cuánto le costará a Maduro hacerse obedecer? .

Un gran acierto de Chávez fue el de haber nombrado a Maduro Canciller de la República para que se afinara como negociador con los grandes del mundo y gracias a ello nuestro Presidente ha evitado una intervención militar por parte del imperio. Para Maduro la Negociación, el Diálogo y la búsqueda de la Paz han sido su mayor éxito y aporte a este periodo histórico de nuestra Nación y gracias a ello no estamos en las condiciones de Afganistán, Irak, Siria o Libia. La segunda pregunta que surge de todo lo leído hasta ahora: ¿Por qué sigue diciendo Nicolás Maduro Moros, que él es un Presidente Obrero? Y nosotros nos hacemos las siguiente: ¿Qué puede aportar un Obrero a la solución de la actual crisis? ¿Si aquí no hay Clase Obrera consciente y no existen las condiciones objetivas para cambiar o transformar las relaciones de Producción del Rentismo Petrolero, ¿que se gana con adquirir y promocionar la franquicia "Obrera: Si ya sabemos que una característica fundamental del Obrero es la de estar sujeto a un Patrón, que le compra su fuerza de trabajo por un tiempo determinado, recibiendo en pago un salario convenido? ; ¿Es acaso Maduro un Asalariado del Imperio? . .. Continua en la entrega III.

Nota 1/. El título de este ensayo politológico, que publicaré en tres partes, en ésta nuestra página web Aporrea, obedece a la necesidad que tengo de hallar una explicación racional al rechazo que provoca en un gran sector de la población, la figura de Nicolás Maduro Moros, ejerciendo la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela. ¿Qué porque voy hacer esto? Por tres razones fundamentales: 1.-Porque soy graduado en Ciencias Políticas en una Universidad Pública (ULA: 1990/95), costeada por El Estado venezolano y debo resarcir parte de lo recibido. 2.- Porque yo voté por Nicolás Maduro Moros para qué ejerciera la Presidencia de la República durante el periodo 2019-2025 y 3.- Porque me da la realísima gana de hacerlo y aquí gozo de toda la libertad para hacerlo.

 



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Juan Veroes


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