Devaluación magnicida

—Compai, que barbaridad.

Estos desalmados tienen dos o tres semanas con la pata puesta en la chola de la devaluación. Y muertos de la risa.

Ya el dólar paralelo va por los 16 mil sober-anos y el oficial no va muy lejos que se diga. Está ahí mismito.

Y no dicen ni esto. Andan con el hocico callao.

Esto sí es un magnicidio, y lo comenten contra la población. No ese cuentico de mentira que se la pasa inventándose el chofer presidente.

Ya la leche de 800 gramos —porque ahora no llega al kilo— está en los 80 mil sober-anos ¿Y qué dice el chofer? ¡Nada!

Las yemas ya van por los 50 mil el cartón ¿Y que dice el chofer? ¡Nada!

El queso por los 50 mil el kilo ¿Y que dice el chofer? ¡Nada!

Cómo no se la van a mentar.

—Haciendo negocio con el dólar se la pasan, ni pendejos que fuesen.

Revolucionarios que viven de la necesidad y la miseria de la gente.

—Esto es un robo, se están robando la República estos inhumanos.

El misión sapo de eso no dice nada. Para hablar sandeces es lo que sirve.

—Qué va a decir ese. Si todos se están llenando con el negocio de la devaluación.

Antes se armaba un follón porque devaluaban una locha. Ahora la devaluación va cómo por 9 o 10 mil sober-anos de un solo cipotazo y nada.

—Uno ya no sabe cómo va vivir.

Mire, la mujer ayer se apareció con un pollo ¿Quién sabe de dónde lo sacó? Yo ni pregunté.

Lo puso en el enlozao y me dijo: «Aquí está, limpiá esa molleja».

Yo para no buscar conflicto, me puse en eso. «Pollo Feliz» era la marca del producto ¿Cómo va a ser feliz un pollo que le han dado mortadela?

«Pollo entero, de primera calidad» Abro la bolsa y dentro del pollo hay una bolsa con mollejas, le meten esa cosa para aumentar el peso del pollo beneficiado. ¡Qué le parece!

Unas mollejas sucias, que ni el perro se las quiso comer y eso que ese pobre animal aguanta el hambre parejo. Después aquel pellejero.

Quién sabe cuánto pesaría ese pollo, lo cierto es que la mitad iba en pellejo y en las benditas mollejas esas.

Y seguro que se lo cobraron a la mujer en dólares. Porque todo te lo cobran en dólares. Aquí el bolívar quedó para el recuerdo.

—¿Y qué quiere, qué se lo cobren en yuan? A estos revolucionarios de pacotilla les dan asco los dólares cuando están en los bolsillos de los demás.

Cuando están en los bolsillos de ellos se quedan callaitos.

—Ni los buhoneros ni los choferes están recibiendo los billetes de 50 sober-anos. No les da la gana de recibirlos.

Esos miserables mandan más que el Banco Central.

—¿Y ese banco sigue existiendo?

¿No lo habían sustituido por Dólar Today?

Porque yo recuerdo que el chofer solo hablaba de ese Dólar Today y ni nombraba ni se acordaba de que existía el banco ese.

—Parece que lo tienen para repartirse el oro.

Y decir que todo está machete.

Usted ya ve, para que se la pasan inventándose cuentos y peleándose con no se quién, eso es pura distracción mientras le meten el chuzo a uno con la devaluación.

El dólar pa´rriba y el sober-ano pa´bajo.

Hay que ser miserable y asesino para hacer lo que están haciendo.

Las medicinas suben todos los días.

—Todos los días no. A cada rato.

Usted pregunta por un precio, dice ya vengo. Va y viene, cuando regresa ya tiene otro precio. Así está la cosa.

Ya el pasaje está en mil, si se quiere montar paga ese precio sino a caminar.

Todo es una burla de estos revolucionarios, se han hecho encima de todo el mundo.

—¿Y qué esperaba? Ellos se lo dijeron, que usted no entendió es su asunto.

Le dijeron que iba a navegar en el mar de la felicidad y ahí está navegando.

Y le dijo: Por ahora, apriete.


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Obed Delfín


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