Dedico:
A Eberlindes Valero, por su amistad y compromiso
con la ciencia y con la construcción de un nuevo
paradigma educativo en tiempos de transformación y cambio…
Por: Ramón E. Azócar A.*
En una época cargada por los acontecimientos sociales y políticos, hacer mención del método y la metodología pareciera ser una actividad poco atractiva, puesto que quién le interesa hoy día descubrir cuál ha de ser su método y cuáles podrían ser sus procesos de organización de las ideas y los saberes, para poder hacer mención a un pensamiento auténtico, genuino, innovador.
Sin embargo, conocer acerca de estos temas es importante, sobre todo para quienes hacen un trabajo académico de reflexión y búsqueda de verdades. Pero ahondemos un tanto en el tema ya que de esa manera descubriremos muchas realidades y variantes que nos abren los ojos ante una conducta investigativa que hoy día está sesgada por la imposición a "trocha y mocha" de Manuales que no son útiles para buscar verdades particulares, sobre todo cualitativas, y el sostenido criterio de docentes e investigadores que aprendieron un error y lo repiten y repiten, hasta volverse un "episteme equivocado" que fundamenta la ignorancia y el vacío de herramientas útiles en la búsqueda de la verdad.
Siguiendo la postura del investigador venezolano José Padrón, el peor mal que tiene nuestra academia moderna son los Manuales metodológicos; y como expresara ese sabio amigo Gabriel Ugas Fermín, los Manuales envenenan la investigación científica. Si buscamos en los textos o Manuales una potencial respuesta al por qué son importantes, la respuesta será porque se amolda a las normas internas de la Institución (o Universidad) y ello repercute en el producto investigado, el cual contaría con el aval y fiabilidad de un grupo de investigadores debidamente constituido. Esa respuesta, tan vaga, tan formal y tan alejada del interés científico de un investigador, es la que mueve los escenarios de investigación en la academia, prueba de que se está obrando de manera equivocada y que lo que nuestros investigadores hoy día hacen es ajustarse a las inquietudes de los grupos científicos y no al verdadero interés de estudio que tienen quienes investigan.
Volviendo a Gabriel Ugas Fermín, investigador y académico recientemente fallecido, basta recordar sus ideas en el libro "La articulación método, metodología y epistemología" (editado en el 2011 en San Cristóbal), quien expresa que el método son acciones que "enuncia y prevee el orden"; son principios a seguir, pero no principios cerrados, obtusos, sino principios flexibles que como un esfínter tienen la capacidad de amoldarse a una masa de ideas y conceptos que buscan dar respuesta a elementos de la verdad. Por el contrario, la metodología busca "preveer el control" y darle "secuencia a los procedimientos"; la unidad del método con la metodología, en criterio de Ugas Fermín, se da en la planificación y dirección de acciones a ejecutar para lograr llegar a la verdad por la vía de criterios lógicos y de sentido común denominados modelos de investigación.
Quienes se dedicaron a la investigación y a dar respuestas acerca de las acciones y actividades que se puedan hacer para delimitar procesos que sean adecuados para extraer la verdad de la realidad circundante, han coincidido en que el método, como teoría, es una disciplina del conocimiento cuyos orígenes están en la antigüedad de las civilizaciones humanas.
En un aspecto puntual método significa "camino", forma de llegar a una "meta o de realizar un propósito"; todo lo que nos permita una acción intelectual de dominio de habilidades y destrezas para accesar a un fenómeno o potencial verdad. En el mundo occidental el método se relaciona con la capacidad de razonar, de llevar a las ideas los deseos y necesidades; en la filosofía oriental, por su parte, el método está relacionado con la capacitad de meditar, de abstraerse de la realidad y de recrear en el "yo interno" un mundo paralelo tan rico en vivencias como el mundo real.
A todas estas, el método se presenta como un proceso utilizado de manera sistemática, orientando a la práctica en razón de principios pautados; cuando se califica el método como "método científico", se hace utilizado un criterio de un grupo de estudio o de investigación determinado, llámese comunidad científica, que tiene como fin garantizar la veracidad de los procedimientos en las indagaciones heurísticas; de manera puntual, , un método es científico cuando se ajusta a normas que garantizan que permite develar un proceso y/o resultado, el cual por su minuciosidad y orden, se considera científico y no el producto de alguna creencia.
La figura del filósofo inglés, precursor del empirismo, Francis Bacon (1561-1626), aparece como figura central en cuanto a que sus aportes en la delimitación del método fue uno de los primeros en vincularlo y relacionarlo con lo científico. Sin embargo, a pesar de esa novedad que le llevó a internalizar con la idea del método, murió de una manera anti-metódica, porque no aplicó su juicio lógico y sentido común en uno de sus experimentos y esto le causó su fallecimiento (quien falleciera a consecuencia del frío que aguantó mientras rellenaba con nieve de las montañas el interior del cuerpo de una gallina muerta para un experimento sobre la conservación de los alimentos; el frío intenso obró lo suyo, y le dio gripe, debido a su avanzada edad, 65 años, la gripe se complicó y se convirtió en pulmonía, la cual cegó su vida).
Bacon, indagó que para abordar la realidad y los fenómenos inmersos en esa realidad, era necesario la observación; es decir, que el investigador se enfrentara a la naturaleza, o a lo que le rodea, como algo ajeno a distinto a él, para que tenga la capacidad de quitar cualquier contaminación a sus sentidos; luego, partiendo de una observación precisa y detallada, aborda por la vía inductiva el objeto o sujeto que es de interés indagar e investigar. La inducción, en términos de Bacon, es un proceso que permite extraer características generales de un fenómeno particular y partiendo de allí extrapolar las pretensión universales que le vinculan con el entorno. Las ideas de Bacón se basan en la observación de sucesos particulares, esbozados en una hipótesis que explica los hechos y cuya comprobación, a través de un esfuerzo experimental, permite alcanzar conclusiones definitivas y con incidencias restringidas al fenómeno estudiado.
Ahora bien, una vez hecho esto, y si no es refutado, se está frente a la comprobación de algunos argumentos, lo que se traduce en verdadero conocimiento científico; el modelo de Bacon, o como se entiende, el clásico positivista, exponente de la realidad teniendo como arma principal las leyes descubiertas por Isaac Newton. El modelo de Bacon presenta ciertas limitaciones, y sería en el siglo XX, cuando el filósofo austriaco Karl Popper (1902-1994), quien falleciera por un mal respiratorio también (neumonía), por medio de su teoría de la falsación establece una manera diferente de entender la postura de Bacon. Para Popper una afirmación es falsable si es que es posible, aunque sea solamente en teoría, diseñar un experimento tal que uno de los potenciales resultados de ese experimento es que la afirmación sea falsa; ¿una idea falsable es falsa? No necesariamente; una idea no-falsable nunca es falsa, pero tampoco nos dice nada respecto al mundo. Popper rechazó la inducción, ya que es imposible de hechos singulares descubrir verdades universales; las teorías no son comprobables, sino que son corroboradas por un tiempo hasta que aparezca un conocimiento que derrumbe esto y así asegurar el continuo avance de la ciencia. Según Popper, el método científico le da complejidad a las ciencias humanas, lo que se explica que haya tenido más éxito y preponderancia el método científico en las ciencias naturales para el desarrollo de un método científico.
En acepción de Edna Leticia Jiménez Garnica (en su ensayo "Pensamiento filosófico de Karl Popper, El falsacionismo", México, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, 2011), "… ¿qué podemos decir que sabemos sobre el mundo? A diferencia del verificacionismo, que planteaba que la ciencia era una acumulación de verdades, el falsacionismo plantea que la ciencia es una acumulación de afirmaciones falsables que, hasta la fecha, no han sido probadas falsas. El falsacionismo advierte que una teoría tan buena como la Teoría de la Relatividad, que es falsable, puede ser demolida en cualquier momento si hacemos un experimento que la pruebe falsa. Las mejores teorías científicas son aquellas que han resistido más intentos por probar que son falsas".
Para el húngaro Imre Lakatos (1922-1974), el método es "un orden", un manejo "comparativo" de las teorías que descubre a través de la indagación sistemática de los fenómenos presentes en el entorno; su idea de la ciencia se enmarca en buscar mejorar el falsacionismo popperiano, por la vía de un programa de investigación cuya estructura sirve de guía en los aspectos positivos como negativos que rodean los fenómenos de estudio. Lakatos, parte de un programa que estipula que no se pueden rechazar ni modificar los supuestos básicos subyacentes en una realidad determinada, centrada en la teoría que defiende la falsación o refutación mediante un cinturón protector de hipótesis auxiliares, condiciones iniciales, entre otras; tal proceso conlleva a completar el denominado núcleo central con supuestos adicionales, en un intento de explicar fenómenos previamente conocidos, así como de predecir fenómenos nuevos; los programas de investigación son progresistas o degenerativos según consigan o no conducir al descubrimiento de fenómenos nuevos.
En acepción del norteamericano Thomas Khun (1922-1996), que también falleciera producto de una dolencia respiratoria, cáncer de pulmón, el método constituye un modelo científico para crear condiciones de acercamiento e interacción que permitan conocer a fondo un fenómeno o realidad bajo un esquema de indagación que asuma un sentido de dirección deductiva o inductiva. Kuhn analiza desde las ciencias de la naturaleza el desarrollo histórico real de las posturas metódicas universales; desentraña el carácter humano del cuerpo científico (o las comunidades científicas), que crea el perfil metódico y metodológico de las investigaciones científicas en la modernidad.
A grandes rasgos, el modelo epistemológico de Kuhn, es quizás el más acabado como propuesta distintiva entre método y metodología; el pensador infiere algunos puntos que crean vinculación y sistematización de las ideas y del efecto de estas ideas en la realidad donde interactúan los hechos y fenómenos de interés científicos.
Para Kuhn método y metodologías se amalgaman en razón de la ciencia normal y ciencia extraordinaria; la "…ciencia normal significa investigación basada firmemente en una o más realizaciones científicas pasadas, realizaciones que alguna comunidad científica particular reconoce, durante cierto tiempo, como fundamento para su práctica posterior… es una empresa altamente acumulativa que ha tenido un éxito eminente en su objetivo, la extensión continua del alcance y la precisión de los conocimientos científicos". La ciencia extraordinaria combina, de manera holística, el método, con sentido y orientación de las ideas, y la metodología, como proceso de sistematización de los sintagmas que construyen significado en un proceso heurístico.
Se da la visión de paradigma, el cual, desde una perspectiva kuhniana representan los modelos de las tradiciones compactas de investigación científica sirven de patrón, o referente para la práctica científica cotidiana: "…un paradigma es un modelo o patrón aceptado y este aspecto de su significado me ha permitido apropiarme de la palabra paradigma a falta de otro término mejor".
En un aspecto más concreto aparece la figura de los "cambios en la ciencia", donde la tarea normal de los científicos es resolver enigmas dentro del paradigma imperante. Pero cuando en un cuerpo científico se descubren anomalías, fenómenos nuevos, inesperados, no previstos, los científicos lo integran, asimilan, e incluyen en un modelo, o paradigma vigente, que se impone y es potencialmente objeto de crítica o comprobación por otros grupos o comunidades de investigadores.
Para Kuhn, los enigmas a resolver se enmarcan en la tarea de internalizar el método y la metodología, como parte integral de un modelo dialógico entre el investigador, el conocimiento y la realidad o sujetos que a través de su fricción e intercambio de conocimiento, generan nuevas ideas y nuevos esquemas de interpretación de la realidad.
Al darse esos cambios y esas reasignaciones de significados a través del uso del método y las metodologías, se llega a un nudo de situaciones desde donde se potencia la posibilidad de un cambio de paradigma, el cual se produce al darse un reemplazamiento de un paradigma por otro. En palabras del propio Kuhn en su obra "La Estructura de las Revoluciones Científicas" (1969): "Una vez que una teoría científica ha alcanzado el status de paradigma, no será declarada inválida mientras no haga acto de presencia otro candidato que pueda ocupar su lugar…El rechazar un paradigma sin reemplazarlo por otro, es rechazar la ciencia misma. Ese acto no se refleja en el paradigma sino en el hombre. De manera inevitable, será considerado por sus colegas como el carpintero que culpa a sus herramientas". En este contexto, la decisión de rechazar un paradigma, que involucra rechazar su método y sus metodologías, lleva consigo la decisión de adoptar otro nuevo y el juicio que condice a tal decisión implica la comparación de ambos paradigmas con la naturaleza y entre sí.
En un aspecto puntual, el método es una forma de responder al cómo se ha de abordar los fenómenos y hechos de la realidad, orientándose al desarrollo de capacidades y habilidades, cuya conjunción de actividades, técnicas y acciones secuenciales diseñadas y desarrolladas para conseguir un objetivo, marcan el camino, la cartografía del pensamiento a indagar; y la metodología le da a ese método un cuerpo procedimental, buscando sistematizar y profundizar las ideas y estructuras de acercamiento a la realidad, siempre bajo la óptica de comprender desde el espacio-tiempo los vectores que van de los hechos o fenómenos hacia un espacio superior de entendimiento y comprensión.
Seguiremos ahondando en esta temática académica, buscando romper paradigmas y centrarnos en una nueva definición del papel del método y la metodología en el fortalecimiento de las herramientas de planificación situacional que hacen posible descubrir la verdad y hacer de ella un nuevo cuerpo orgánico de saberes que ayude a la sustentabilidad de la vida del hombre en el planeta. El método, de manera concreta, se interesa por los procedimientos que llevan al logro de los objetivos de estudio o investigación; en cambio, la metodología aborda en sentido y significado de esos procedimientos para la investigación y para el aspecto técnico de los procesos de indagación científica que le da valor al abordaje directo de la realidad y/o sujetos investigados por quienes erigen sus banderas de curiosidad y búsqueda de la verdad.