Difícil ha sido el camino recorrido en estos ocho años de revolución, para llegar al estado de derecho y de justicia que tenemos hoy en día, aún más difícil será lo que nos queda por recorrer para lograr el país que queremos bajo un sistema de gobierno que se consolide y solidarice con el estado venezolano.
La reflexión surge al hacer un pequeño dossier de nuestra historia política, donde muy pocos han sido los líderes políticos que han sentido al estado, y que sus sistemas gubernamentales no estén divorciados del estado como tal en lo social, económico y cultural que consoliden el crecimiento integral de la nación.
Es por ello que cuando vemos al presidente Hugo Chávez, librando la batalla contra el tiempo inaugurando obras tras obras, con un verdadero sentir productivo y de desarrollo, fácilmente nos podemos dar cuenta sus intenciones de impulsar el crecimiento del estado Venezolano, y mas allá de esas intenciones pudiéramos inclusive conjugar esas acciones con aquella frase celebre del Libertador “El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”. La relación que tiene el gobierno bolivariano con estas palabras de Simón Bolívar es una verdad elocuente de la revolución bolivariana, el afán del primer mandatario en garantizar y estrechar aun mas el nexo entre el proceso revolucionario y el crecimiento del estado se ha convertido en la bandera de la V República, bandera que la ultraderecha fascista venezolana apoyada por la bota norteña del imperialismo sueña día tras día cambiar este crecimiento acelerado a los subterráneos record negativos de la economía capitalista que sólo satisface el crecimiento de los grandes capitales de las trasnacionales, generando mayor suma de pobreza posible, mayor suma de sistema de salud privada y mayor suma de estabilidad social - democracia neoliberal y puntofijista, prácticamente es el mismo discurso de Bolívar solo que fue aplicado al revés.
A la oposición venezolana le incomoda el hecho que exista una directa relación entre el sistema socialista y el estado, que cada día se afianza debido a la gestión del pueblo y para el pueblo. Por supuesto que éste pensamiento colectivo-cooperativo y social, es aplicado durante discurso y gestión, ya que ha sido una de las diferencias de este gobiernos de otros. Es que las palabras van afirmándose con las acciones, en cambio el discurso neoliberal de la derecha juega al engaño, haciendo creer y al pueblo que sus reivindicaciones son económicas ofreciendo dinero para comprar conciencia, pues el pueblo sabe lo que quiere es por ello que en el venidero 3-D activemos la conciencia, de una forma clara y decidida usemos la razón, no votemos por el decreto neoliberal, no entreguemos la lucha, no depongamos las armas.
¡Combatientes Camaradas y Hermanos!
No entreguemos nuestra economía sólida al Tratado de Libre Comercio, no seamos más patio trasero del imperio, Votemos con conciencia de revolución, con conciencia de patria.
Continuemos construyendo la historia… Nuestra historia la que nos robaron los colonizadores la de nuestros antepasados indígenas nuestros abuelos los únicos dueños de esta tierra bendita que Dios nos dio.
