Venezuela: ¡La maldición de Satanás!

"Me repugna que alguien convierta su propia realidad en un espectáculo, ya que encima de eso obligue a otros a degradarse dándole una limosna. Es el colmo. Pero que se puede esperar de un país donde todo el mundo tiene mentalidad de limosnero". Mario Mendoza, Satanás.

La crisis socio económica que atraviesa Venezuela es una verdadera pesadilla. Durante el gobierno bolivariano nos hemos convertido en el país más pobre, inseguro, y violento del mundo (con una tasa de unos 100 fallecidos por cada 100.000 habitantes, según organismos expertos en la materia), con la mayor inflación existente, y con un salario mínimo de aproximadamente 13 dólares mensuales, el cual no alcanza ni para comer.

Finalizando 2018, existen unas 15000 empresas privadas menos. El sistema eléctrico nacional está colapsado, y los apagones están a la orden del día que sufren los hogares, así como las empresas del país que bajan la productividad. En el país se trabaja sólo dos días a la semana, debido a las colas para comprar, y el colapso del transporte público, sumando ahora la escasez de gasolina. Hay un desabastecimiento total en casi cualquier rubro de productos pero mas critico en alimentos y medicinas, lo que hace que los venezolanos pasen largas horas haciendo cola para conseguir alimentos, hasta de un día para otro. Es de terror como mueren personas en los hospitales, por enfermedades que pueden ser curadas, pero por la falta de medicinas no pueden ser atendidas. Miles de estudiantes no van para la escuela porque en su casa no tienen que comer.

Esto que relato en esta crónica puede parecer que estoy exagerando, pero todos los que como yo están aguantando la pela conmigo en Venezuela, saben que me estoy quedando corto, y la situación cada día empeora. Cuando parece que todavía no hemos vista llaga, todo indica que todavía falta caer más bajo.

Tenia días sin escribir porque no tengo ánimo, pero hace unos días unos "amigos, camaradas y revolucionarios", desesperados me dijeron de que mi silencio demostraba que yo estaba de acuerdo con en esta situación, y que apoyaba con mi "silencio sepulcral’ a la cúpula podrida de ‘analfabetos revolucionarios’ del gobierno que viven a todo lujo mientras la población padece, y aunque en parte mis críticos tiene razón, pero yo mantengo mis alegatos, y estoy convencido de que la crisis que vive mi país es ante todo moral, y por eso hoy estamos cosechando lo que sembramos, y todo esto es consecuencia de nuestra sumisión, apatía, y seguir apoyando sinvergüencerías, y pecados políticos.

Como militante formado en la izquierda cristiana, siempre he sostenido que como pueblo hemos pecado. Con una clara evidencia de que no todos los venezolanos, pero si una gran mayoría del pueblo venezolano que se corrompió, hay ideólogos católicos de izquierda que sostienen: "basta que un porcentaje mayoritario de una nación se corrompa para llevar todo un país a la debacle, en la cual pagaran todos justos por pecadores".

El pueblo Venezolano pecó cuando vio con buenos ojos la aparición de dádivas sin trabajar, el control hegemónico de los poderes Estado, en un país donde las instituciones todavía funcionaban hace 20 años atrás. Pecan cuando votan en elecciones por los mismos personajes que no les importa que sufran en las aberrantes colas.

Por más que el pueblo estuviese cansado de la llamada IV Republica, que por lo menos eran demócratas, al elegir unos totalitarios estalinistas entregaban lo que existía de democracia a un proyecto que se encargaría de demoler institución por institución, hasta someter todos los poderes a la voluntad de sólo una persona.

Pecó cuando bajo las intrigas de esta mal llamada ANC se cayó en la tentación del odio, bajo la cizaña de la lucha de clases: "ser rico es malo", "apátridas", "burguesía parasitaria", "pitiyanquis", mientras más de la mitad de la población aplaude, y se hace eco de dichas consignas. Dice el apóstol Juan que todo el que odia a su hermano es un asesino; y ningún asesino tiene vida eterna.

Cuando el pueblo aplaudió las expropiaciones de las empresas privadas productivas. Hoy día son empresas abandonadas o quebradas. Los productos desaparecidos del mercado son precisamente los que producían esas empresas. Y las empresas que todavía funcionan y producen los productos que todavía se consiguen son víctima de una matraca en los mal llamados PAC que mantiene la GNB en las carreteras del país, que de paso toda la vialidad venezolana está destrozada. La cacería contra Empresas Polar, la única que produce alimentos es de terror.

Hoy el pueblo sigue pecando a pesar de todo la tragedia económica muchos siguen estando a favor del gobierno, cooperando en forma activa o pasiva y haciéndose cómplices del mismo, como un pecado grave que clama al cielo.

Lo curioso de todo esto es que a pesar de esta tragedia que estamos padeciendo, una gran parte del pueblo clama por un cambio, pero no nos engañemos: otra parte del pueblo no está verdaderamente arrepentida, porque se acostumbró a las migajas.

Muchos no están verdaderamente arrepentidos de sus pecados. Sufren los estragos de un "socialismo imperfecto". De allí que muchos culpen a Maduro por seguir haciendo lo que Chávez le ordenó, y la receta invariable made in Cuba. Parte de ese mismo pueblo no se arrepiente de haberse dejado llevar por la tentación del odio, pero muchos vociferan despechados "éramos felices y no lo sabíamos".

La culpa de esta tragedia la tenemos gran parte de los venezolanos que cometieron esos pecados, hasta conducirnos al abismo. Si Dios le concede al pueblo venezolano la gracia de un cambio de gobierno, la recuperación va a ser a paso de morrocoy, porque el daño causado a la economía no es sólo en lo económico, sino en lo moral. Un ejemplo: En todas las esclerosadas actividades económicas que aun quedan en el país hay que pagarles vacuna al hampa, bajo la figura de los Pranes, el arco minero, la industria petrolera, las empresas básicas etc. Están controladas por estos delincuentes, el caso mas emblemático fue la emboscada perpetrada contra una patrulla de la GNB en la frontera de Colombia en el Estado venezolano de Amazonas por delincuentes del ELN, que huyen de ese país ante la embestida militar que le tienen las fuerzas militares colombianas.

Dios tenga misericordia del pueblo venezolano. Lo que ocurre en Venezuela es sencillamente atroz. La división y enfrentamiento que el totalitarismo cubano ha traído, está sembrado en Venezuela, la crisis moral ha traído crisis institucional, territorial, y económica. Que Venezuela es "Tierra de Gracia" es difícilmente observable a la luz de los acontecimientos.

Este país se ha convertido en una oligocracia al servicio de unos militares que parasitan todas las instituciones, y han acabado con la debida neutralidad de la justicia, y el resto de instituciones.

Una de las cosas que debemos reflexionar los venezolanos es sobre la viveza criolla. Existe mucho aprovechamiento, y quieran o no muchos, la revolución deformó las conciencias de muchos, opositores y oficialistas.

Hoy estoy bajo una profunda reflexión sobre la actual situación. Ya que muchos además de dolerse, y lamentarse con toda razón, buscan abrirse camino hacia una reflexión profunda y lúcida, cuanto mejor si se hace con toda una fe católica, sobre las causas morales que han producido una de las peores tragedias sociales de América Latina. Ante los innumerables análisis de orden político, económico, histórico, sociológico etc., sobre la situación de los venezolanos, un juicio moral claro, ponderado, y profético debe ocupar cada día un mayor lugar en distintos foros mundiales.

El término pueblo es de una complejidad selvática. No siempre las mayorías numéricas develan responsabilidades claras y concretas. Y no pocas veces lo que muchos hacen, tiene un impacto en las decisiones que en realidad pocos han tomado. Dónde los pecados de muchos obedecen a una larga y sistemática manipulación por parte de pocos. Esto nos lleva a inquirir cuál es la verdadera naturaleza de los pecados de estos últimos. La historia universal, y el estudio de la naturaleza humana nos muestran que los pueblos siempre han albergado una buena cantidad de viciosos e inmorales pecadores de toda ralea, pero, ¿cuándo estos actos se convierten en decisivos para afectar el curso y suerte de toda una nación? ¿Cuál es el instrumento político, social, que permite que los pecados de muchos se conviertan en pecados padecidos por todos?

Aquí cabe preguntarse si el llamado socialismo del siglo XXI en Venezuela, ha sido una ruptura o una consecuencia del pasado moral contemporáneo venezolano. Desde el punto de vista moral, el actual sistema socialista no es más que: populismo, incapacidad de trabajo, avaricia desenfrenada, envidia, y resentimiento. Lo demás son estrategias políticas que disimulan este fondo oscuro y perverso pseudo socialismo.

Una pregunta: ¿El pueblo venezolano ha tenido la capacidad cultural para discernir el proceso de degeneración moral que se esta viviendo? ¿Dónde han quedado aquellos dirigentes que sí la tuvieron? ¿Hasta dónde la clase dirigente opositora ha sido comprada por dinero, y han cometido gravísimos pecados de negligencia, y omisión motivados por intereses mezquinos?

Es penoso ver hasta donde ha llegado mi país que prometía mucho en el ámbito económico, siendo uno de los mayores productores de petróleo en Sudamérica, pero el estalinismo lo tiro todo por la borda, y que por una mala concepción del capitalismo, se han ido al otro extremo de negar las riquezas, y es lógico suponer que si se tiene una mala concepción de la moral, lo demás se desbarata, la prepotencia como trata a los demás que no están de acuerdo en los dictamines ‘socialistas’, el excesivo gasto publico para mantener al pueblo dormido, y contento con unos cuantos "soberanos en sus bolsillos" ayudas sociales como el bono, la excesiva propaganda para crear un ambiente de tranquilidad, ahora la solución la veo difícil, si los pueblos no toman conciencia de una profunda conversión al Señor , y en contra de Satanás, no veo manera de que esto se reverse, y no quiero ser pesimista pero estamos en una crisis espiritual que irá aumentando más y más. Además, aquí existe mucha gente que no se da cuenta de la raíz del problema, y por supuesto también no hay arrepentimiento. Lo que creen es que esto, es un problema sólo político, o de administración, que fue causado por incompetencia e inhabilidad del actual presidente. Coincido con lo mismo, la crisis económica que vive una nación es el fiel reflejo de su crisis moral.



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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