El efecto Maizal

El 12 de julio salió desde Guanare una marcha campesina con el propósito de llegar al Palacio de Miraflores y entrevistarse con el presidente Nicolás Maduro. Será por eso que últimamente andamos impregnados de la madre tierra, ansiando volver a ella como proclamaron Simón Bolívar, desde su amada Bolivia, y mucho después Hugo Chávez.

Será por eso que llegar a la Comuna El Maizal, en el municipio Simón Planas del estado Lara, y recorrer parte de sus 1300 hectáreas en apenas dos días, insufla, sin duda, una mezcla de sentimientos y emociones que te hacen decir: ¡Claro que es posible la Revolución!

El Maizal es capaz de llevar alimento a miles de venezolanos y venezolanas de los estados Lara y Portuguesa.

Gente muy joven apalanca el trabajo diario, sin jerarquías y se ha instaurado un sistema colectivo de responsabilidades que hasta ahora se desarrolla con eficiencia.

Quizás los medios hayan privilegiado un rostro: el de Ángel Prado, constituyente, ex candidato a alcalde por el municipio Simón Planas, y quien aún espera por alguna decisión del TSJ sobre los resultados electorales locales que impugnó en 2017. Prado es el líder indiscutible de la zona, pero le secunda un ejército de jóvenes que, calladamente, impide la dependencia de una sola figura. "Fíjate que Ángel no está y la comuna sigue funcionando", dicen.

Ejercen el esquema del autogobierno sustentable, con su Parlamento y el Banco Comunal, cumpliendo, casi al pie de la letra, lo que consagran las leyes del Poder Popular. La cadena productiva incluye siembra y ganadería además de una empresa de producción social para distribuir gas a la población. Generan hasta ahora 100 empleos directos que reportan producción a la Comuna.

"Esto es una lucha diaria" dice Windely Matos a quien llaman "El Mesías", allá bajo el samán donde Chávez hizo su Aló Presidente No.344 en 2009. En el sitio le hicieron un busto y el Comandante siempre mira hacia un maizal.

Matos coordina un espacio tomado por los comuneros y perteneciente a la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA). Se trata de la estación experimental Manuel Salvador Yépez, conocida como El Torrellero, que estaba improductiva y abandonada. Ahora se siembran hortalizas y crían gallinas para la producción de huevos que venden a la comunidad. Además allí trabajan familias que cultivan la tierra y viven de eso en un esquema productivo y solidario que vienen aplicando: la Comuna les apoya con maquinaria y la preparación de la tierra para la siembra y los productores arriman la cosecha.

También tomaron una empresa del Estado: Porcinos del Alba, ahora Unidad de Producción Argimiro Gabaldón, donde desarrollan un avanzado método de cría de cerdos en todas sus facetas, para llevar comida al pueblo.

La palabra socialismo está escrita por todas partes pero no solo como un lema hueco sino con contenido de palabra y acción. Además se enaltece a líderes como Argimiro Gabaldón, Camilo Cienfuegos y a sus propios caídos como Armando Bonilla. "Somos los del Comuna o Nada", te dicen pero ahora radicalizan esa frase y afirman "Comuna y Más Nada". El secreto de eso es que los jóvenes se reúnen semanalmente y lo hacen en círculo, como manda la educación popular. Han hecho de la formación y el estudio una herramienta "para ser libres y transformar la realidad", según leemos en una pizarra. El ambiente de esos encuentros es muy particular: colocan la bandera de Venezuela y en el piso de tierra demarcan con una gran tela azul el mapa de América del Sur. Observando esa escena conocemos a Celia Cunha, joven brasileña perteneciente al Movimiento Los Sin Tierra: "Ella vino y encontró Patria aquí" comenta otra compañera. Celia llegó al Maizal hace cuatro años y allí echó raíces. El discurso y la convicción política de estos jóvenes nos dice que allí se gesta un sólido movimiento capaz de llevar a cabo cambios estructurales.

La meta de la Comuna El Maizal es la Ciudad Comunal, que era el plan de Ángel Prado para la alcaldía y que hubiese sido el primer intento de derrumbar el "estado burgués" hacia una nueva geopolítica. Dicen que por eso le dieron el triunfo al otro (Jean Ortiz a quien llaman "el alcalde ilegítimo) "porque el Estado burgués se niega a morir y no nos deja nacer a nosotros, los del Comuna o Nada" reafirma Matos. Hoy día las relaciones con la alcaldía del Psuv no son las mejores ni tampoco con la gobernación, pues allí se impuso un modo de hacer política que no va con los principios de la Comuna. "Pero nosotros vamos pa’lante", afirma Windely Matos.

Y cuando te ofrecen comida ves que todo (menos el plato y los cubiertos) nace de la Comuna: la cachapa y el cochino frito; los aliños de aquel guiso crecen en las Casas de Cultivo de Sabana Alta; la exquisita natilla viene de las vacas lecheras que crían allí mismo. El cafecito brota de las montañas de Lara y tienen en proyecto una torrefactora porque ahora no hay cómo moler el grano. Los productos se los venden al pueblo con un 45% (y a veces hasta un 50%) menos del valor que le dan en los comercios especuladores o los bachaqueros…

Es el "efecto Maizal", el que está transformando realidades, el que debería tomar a toda Venezuela, tal como Chávez lo soñó. Es posible.

 

 



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Luisana Colomine

Profesora de géneros periodísticos y periodismo de investigación en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Comunista.

 @LuisanaC16

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