Avatar: Venezuela en la perspectiva intervencionista del imperio norteamericano (y II)

En la película Avatar se encuentra el plan de destrucción aplicado hoy día sobre Venezuela

"Tú no puedes comprar el viento, tú no puedes comprar el sol. Tú no puedes comprar la lluvia, tú no puedes comprar el calor. Tú no puedes comprar las nubes, tú no puedes comprar las flores. Tú no puedes comprar mi alegría, tú no puedes comprar mis dolores". (Calle 13 & Susana Baca & Totó La Momposina & María Rita. Tema: Latinoamérica)

Agradecemos a Aporrea la publicación de la primera parte de este ensayo. Estimado lector si está interesado en su lectura puede encontrarlo en el siguiente link: https://www.aporrea.org/actualidad/a265436.html

Hemos partido de la tesis de que a partir de los sucesos de las tramas del guión de Avatar se pueden decodificar los acontecimientos que en Venezuela han sucedido en los últimos años y se tienen previstos que ocurrirían próximamente en un soterrado contexto de apropiación y saqueo de los extraordinarios recursos naturales que guarda en su subsuelo. Estos hechos configurarían un presunto plan estratégico de intervención por parte del imperialismo en Venezuela, el cual estaría trazado desde la geoestrategia de los Estados Unidos de "dominio de las fuentes energéticas, manejo de nuestras reservas hídricas y control de nuestras reservas de genes". [Luís Bigott. 2005. "ESTRATEGIA DE LOS EEUU PARA AMÉRICA LATINA. DOCUMENTOS DE SANTA FE Y PLAN COLOMBIA", Alcaldía de Caracas, pp. 9-10].

Esta tesis de por sí audaz en su formulación pretende ser confirmada con inferencias a ciertas escenas del film basándose en el análisis semiótico de las imágenes, el discurso del guión y de la actuación de los personajes.

A través de un detenido repaso de las tramas del guión del film se pueden distinguir varias fases de un velado plan estratégico, que mediante las evidencias de su puesta en marcha, cada día dejan al desnudo, los objetivos y la descarada e indecible intervención estadounidense en el proceso político de Venezuela.

Primera incursión: una evocación de la vorágine extractivista pasada

La era petrolera en la nación suramericana se inicia tempranamente con el inicio del siglo XX y tuvo su auge con el gobierno dictatorial del General Juan Vicente Gómez (1908-1935). Venezuela para entonces se había convertido en el principal productor y exportador mundial de petróleo sobre el cual se apalancó el desarrollo de los denominados países del primer mundo. Además, que se constituye en la génesis de la conformación del Estado rentístico que hasta hoy signa el destino de la patria.

Consideramos que este hecho bastante estudiado de la historia económica venezolana, es referenciado en el film de forma tangencial y haciendo uso del recurso de la evocación mediante los diálogos de los personajes. Por ejemplo, en las primeras escenas de la trama en la voz en off de Jake Sully, se puede apreciar un recuerdo de éste sobre el pasado del lugar del conflicto: «Adelante estaba Pandora, he crecido escuchando de este lugar, pero nunca pensé que vendría hasta aquí». En este diálogo se proyecta la "doctrina Monroe", al enfatizar el sentir de la sociedad norteamericana de ser dueña de los territorios del sur del continente, falacia con la que generaciones enteras de estadounidenses han crecido.

Otras escenas que remarcan la presencia anterior de tropas trasnacionales en el territorio de Pandora, son sin duda alguna, aquellas donde se aprecian las maquinarias para la explotación de minerales, áreas deforestadas y de desarrollo industrial, del cual se infiere, que el estudio sistemático de las reservas minerales del planeta desembocó en una prospectiva mucho más amplia y tuvo un tiempo de preparación que indudablemente fue parte de una incursión previamente planificada y ejecutada. De manera que se asiste en estas breves imágenes semióticas, a la forma de cómo evolucionó la industria explotadora trasnacional de recursos minerales hacia una gama de minerales estratégicos contenidos en los territorios vírgenes de las selvas húmedas.

La avanzada mercenaria científico-religiosa

En la historia contemporánea de Venezuela, un acontecimiento registrado que puede dar cuenta de un suceso de intervención transnacional mediante grupos mercenarios, ha sido la incursión de las misiones religiosas en los asuntos indígenas durante el siglo XX. Este hecho fue afianzado con la promulgación de la Ley de Misiones en el año 1915, sobre la cual se apuntalaron todas las acciones de explotación territorial y minera del país. En paralelo a la vorágine extractivista de las primeras décadas del siglo XX y con la anuencia del Estado, organizaciones religiosas de distintas denominaciones asumieron el rol delegado para administrar los territorios indígenas, que paradójicamente estaban ubicados en las zonas fronterizas y con mayor riqueza minera del país.

En una visión retrospectiva, es oportuno resaltar el contexto en el que se dieron las operaciones de espionaje sobre los recursos minerales de Venezuela, vinculadas a empresas y organizaciones fundamentalistas religiosas, como la New Tribes Mission (Misión Nuevas Tribus). Esta consistió en la infiltración de individuos norteamericanos bajo una fachada religiosa, científica y de ayuda humanitaria al interior del territorio venezolano. Esta irrupción se realizó durante el gobierno surgido del derrocamiento de Isaías Medina Angarita en 1945.

En el film, este hecho se plantea con las inferencias a la presencia de la misión científica a cargo de la doctora Grace Augustine (Sigourney Weaver), probablemente una elaborada apología a la misión religiosa de las Agustinas Descalzas que expandieron toda una estrategia evangelizadora entre los indígenas amazónicos durante el siglo XX. Aparentemente el guión omite el tema religioso, además que el carácter personal dado al personaje de Grace Augustine (fuma, bebe y dice palabras obscenas), queda claro con su mismo nombre que fue la vanguardia en el plan estratégico de apropiación de las riquezas naturales y genéticas como lo sugiere el film.


Grace Augustine retornando al pueblo Na´vi

La organización norteamericana New Tribes Mission tuvo presencia en nuestro país por más de medio siglo, al final de su estadía legalmente aprobada por la legislación de ese entonces, fueron denunciados por antropólogos y académicos de ser mercenarios y espías. Entre otras actividades denunciadas que esta organización emprendió fueron la realización de patentes de plantas y productos medicinales indígenas, robo de información estratégica sobre minerales y su ubicación en el territorio, espionaje en base a actividades humanitarias y dinámicas burocráticas del gobierno sobre las comunidades indígenas [http://www.voltairenet.org/article129695.html].

Por ejemplo, algunos de sus métodos, entre los indígenas Yanomami, fueron duramente cuestionados y calificados de compulsivos, como la prohibición del chamanismo, ceremonias de difuntos, la utilización del tabaco y el yopo. Además, se prohibió el uso de su lengua para producir vergüenza étnica y con ello lograr la enajenación y el control territorial.

Paradójicamente, el territorio seleccionado por la New Tribes Mission es asombrosamente muy similar al que se delinea en la temática del film Avatar.

El Comandante Hugo Chávez expulsó esta organización mercenaria en el año 2005, pero ya el daño estaba hecho: alcanzó sesenta años de operaciones estratégicas encubiertas en más de 15 comunidades indígenas de cuatro entidades federales fundamentalmente en la amazonía y la región de Guayana.

El guión da cuenta que la misión científica les enseñó a los pobladores Na´vi el idioma inglés, les ofrecieron medicamentos, educación y les construyeron caminos, todo enmarcado en una misión de ayuda humanitaria: el mismo método que esta misión religiosa implementó en nuestro país en el pasado.

En el film, el carácter mercenario de la misión científica queda evidenciado en el siguiente diálogo del personaje Parker Selfridge (Giovanni Ribisi), interpelando a Grace Augustine: «Por esto estamos aquí: unobtainium, porque esta piedrita gris cuesta veinte millones el kilo. Es la única razón. ¡Esto paga la fiesta! ¡Esto paga su ciencia! ¿Comprende? Esos salvajes arriesgan toda la operación. Estamos al borde la guerra. Y se supone que usted logrará una solución diplomática. Por tanto, use lo que tiene. ¡Y tráigame resultados!».

En este contexto del film donde los científicos son movidos por objetivos "loables" del avance de la ciencia, ¿es posible creer en la inocencia de las acciones de los participantes del programa Avatar? o sencillamente, ¿participaron conociendo las consecuencias colaterales que acarrearía a la población y al territorio: aniquilación física de la sociedad, los símbolos y los profundos vínculos que los une con el territorio, la flora y la fauna? Hollywood inteligentemente cubre con un manto ético su actuación y encubre así mismo, los autores intelectuales tras bastidores de la operación.

Apología al genocidio más grande de la historia

En las elaboradas escenas del film que tratan sobre las acciones de los científicos sobre el territorio de Pandora, se puede inferir un trabajo minucioso de estudio de la cultura local y la lengua indígena, plasmada en el texto Los Na´vi presentado brevemente. Allí se desprenden datos y descripciones detalladas de individualidades de la sociedad, conocimiento de la flora, la fauna y los minerales, además deja ver que el estudio previo de las condiciones del territorio se realizó con antelación y exhaustivamente, coincidiendo con lo ya expresado sobre la avanzada científica que se desplegó en el territorio venezolano en el siglo pasado.

Por otro lado, considerando este exhaustivo estudio del contexto, la riqueza descriptiva del guión muestra una composición demográfica de pueblos que conforman clanes, dentro de los cuales destacan poblaciones guerreras llaneras y del mar, que durante la batalla contra las fuerzas militares mercenarias fueron convocadas por Toruk Makto. Curiosamente estos fenotipos demográficos coinciden con los del pueblo venezolano.

Así mismo, se ponen de relieve en casi todo el film, las profundas relaciones espirituales con animales, plantas y territorios, y representaciones simbólicas que son descalificadas grotescamente por los invasores. Se reconoce que esas vinculaciones con plantas y animales, ilegibles para los humanos colonialistas, son el principal obstáculo para alcanzar los objetivos del plan de apropiación de Pandora, así lo expone Jake Sully en el clímax del guión: «No hay nada que tengamos que quieran, desde que me enviaron ha sido una pérdida de tiempo. Nunca van a dejar ese árbol».

Una apología al cruento pasado de las sociedades indígenas americanas, lamentablemente exitoso para las fuerzas invasoras que avasallaron con todo vestigio de esas antiguas civilizaciones, y que se busca con afán imponerlo como un modelo a seguir para los nuevos territorios a conquistar.


Pueblos de costa y llanos en Avatar, tipología demográfica de Venezuela

La infiltración

El poderoso mensaje hollywodense se proyecta bajo la dialéctica del bien contra el mal, maniqueísmo deseable para potenciar con éxito las intenciones manipuladoras y logros alienantes con una perversidad magistral. En tal sentido, el héroe –totalmente de azul como lo plantea su tradición ideológica-, "…es casto en bondad y sus posibles acciones malévolas están justificadas a plenitud, con las argucias del destino manifiesto con que el capitalismo, a través de la ideología del Departamento de Estado de USA, nos dice que son los salvadores del mundo" [http://laguaridadeldruida.blogspot.com/search/label/Cine].

En este momento del film cuando el invasor pasa a ocupar el lugar del héroe, es entonces cuando se puede decir que se acepta que la ideología de la otra sociedad aliena la cultura local. La enajenación de la población es el objetivo último del proceso de invasión develado en el film y de los ensañados ataques psicológicos sobre Venezuela. En el guión ocurren varios acontecimientos que, en cierta forma, explican que las revoluciones son derrotadas en el plano cultural apreciándose las falencias de los procesos de cambios. Aliarse a los enemigos de las causas sociales es el garrafal error que destruiría las revoluciones desde adentro.

Ahí se delinea un proceso de infiltración en el marco de una historia romántica entre el rebelde mercenario y la hermosa nativa; del análisis de las acciones se pueden distinguir cinco momentos: la Tolerancia, la Aceptación, la Convivencia, el Enamoramiento y la Entrega.

El primer momento tiene que ver con la Tolerancia de una ideología extraña: considérese que el avatar de Jake Sully representa la ideología que resguarda los intereses del colonizador. La escena en cuestión narra que durante una campaña de reconocimiento científico, Jake Sully huye al bosque ante eventos sobrevenidos con la exótica fauna de Pandora. Esa noche en medio de una batalla con animales salvajes se encuentra con Neytiri cuya primera reacción sería asesinarlo, pero que ante una señal de Eywa, deidad local, quien usando las semillas del Árbol Madre, impidió su muerte y transmitió un confuso mensaje que le daría a Neytiri una connotación especial al mercenario en el cuerpo del avatar.


La deidad Eywa interviene por Jake Sully

En este primer momento, partiendo de la forma cómo interviene la deidad en los acontecimientos presentes y futuros de la sociedad, deja tácita, desde la mente de los realizadores del film, el accionar de la doctrina del "destino manifiesto", que como ya se dijo, explica que "la providencia" destina a la "América para los americanos", corolario de la "doctrina Monroe" que ha supeditado a los EEUU a imponerse como un imperio. De manera que se justifica de forma "divina" la aparición del mercenario y se concluye que la suerte de esta sociedad es caer bajo las fauces de los invasores.

En el film, Neytiri reacciona llevando a Jake Sully ante sus padres: Eytukan (Wes Studi), padre y líder del clan de los Omaticaya y Mo´at (CCH Pounder), Tsahík, líder espiritual o chamán del clan. Esta última aceptó la permanencia del "extranjero del cielo" bajo dos extravagantes objetivos: aprender de la cultura extraña, cuyo carácter guerrero le pareció interesante; y enseñarle sus formas de vida y secretos culturales. En este momento ocurre la Aceptación.

Una extraña mezcla de entrega y curiosidad por lo ajeno (un filtro cultural de las manifestaciones de la otra sociedad), quizás inconscientemente o influenciado por el "destino manifiesto" (en este caso la deidad Eywa). El imperialismo hipócritamente proyecta el carácter ingenuo de la sociedad latinoamericana de entregarse sin resistir ni siquiera.

A partir de allí, comienza la Convivencia, el viaje del avatar por todas las facetas de vida del pueblo Na´vi, donde experimenta sus costumbres, idioma y las relaciones que tienen los indígenas con el territorio, la fauna y la flora. Este proceso de aprendizaje se lleva a cabo cumpliendo el objetivo velado de proporcionar información estratégica de la sociedad al líder de la misión militar, entre ellos, datos sobre la estructura del Árbol Madre y las relaciones espirituales con el entorno. El coronel Quaritch le expresa solazándose en una oportunidad a Jake Sully: «Me diste información útil sobre estos árboles espirituales».


Neytiri muestra los secretos de su pueblo a Jake Sully

Edulcorada bajo una historia de amor, el siguiente momento: el Enamoramiento, pasa por la óptica del espectador como un triángulo amoroso, pues Neytiri está comprometida ante la tribu con el joven Tsu´tey (Laz Alonso), audaz guerrero, heredero de Eytukan y dueño legítimo del arco de la autoridad Na´vi. Poco a poco en medio de recursos propios de una historia romántica se desarrollan los eventos de infiltración siempre con la oposición y la contumacia de Tsu´tey.


Neytiri y Jake Sully en una relación amorosa

El último momento de la infiltración es la Entrega, cuando rendida por los sentimientos, Neytiri consuma su amor con Jake Sully a los pies del Árbol de las Almas, a pesar que el guión plantea que el último paso para "hacerse hombre" es pasar por una especie de ritual al final de su aprendizaje donde se impondría su pertenencia al pueblo Na´vi. Según una escena eliminada del film, a Jake Sully se le da de comer una especie de animal semejante a una lombriz y se le expone ante la picadura de un insecto venenoso cuyos efectos le hacen alucinar del dolor [https://www.youtube.com/watch?v=0CQyUSu_tzg].

Paradójicamente, estas escenas parecen mostrar las evidencias de un macabro escenario de guerra psicológica sin precedentes aplicado sobre país alguno, y que consideramos hace alusión a los crueles experimentos con drogas, la privación, sobrecarga sensorial y la conducción psíquica, que la CIA puso en marcha durante la guerra fría. No es un secreto que la resistencia y gran resiliencia de la sociedad venezolana en medio del fragor de la Guerra de IV Generación, ha sido paradigmática para los "tanques pensantes" de la intervención imperialista; esto explica la crueldad con la que se aplican las acciones desestabilizadoras sobre la población, cuyo principal objetivo es lograr controlar la mente humana, alterando su percepción sensorial sobre todo de aquellos individuos que ofrecen mayor resistencia.

De manera que, con que Jake Sully pasara esta prueba, se ratifica el momento de la Entrega en un contexto de infiltración profunda de la sociedad.

Es pertinente valorar la actuación entreguista de Neytiri, al colaborar con el invasor para alcanzar sus objetivos. Una digresión a la historia indígena americana durante el período de colonización hispana explicaría esta secuencia semiótica. Los individuos capturados por los invasores, que cegados por el exotismo de las formas de vida venidas de fuera y por tanto, a lo interno trabajan por los intereses del colonialista, tiene su correlato en la historia de Malinche, indígena Nahua, traidora de su pueblo durante la conquista del imperio mexica.

Esta mujer es el estereotipo de la traición que sin duda es la madre simbólica de la nueva cultura mestiza forjada por el choque cultural. Neytiri acciona bajo fascinación y manipulación y se convierte en un elemento esencial de la operación de dominación llevada a cabo por los mercenarios.

Ya infiltrada la ideología extraña y herida la ideología propia, el derrumbe final del sistema estaría profetizado. La desestimación de la filosofía socialista en la resolución del conflicto de clases es la causa fundamental de la derrota interna, en el que se es derrotado sin más batallas que la psicológica, en el plano de las emociones y los sentimientos. Abandonar las razones espirituales por las que se lucha, repetimos, es un grave error.

En el convulso contexto político venezolano, este momento de la infiltración puede identificarse, espacial-temporalmente en la Venezuela post golpe de Estado de 2002, cuando la Revolución Bolivariana sintiéndose segura del avance con los triunfos electorales, no blindaron el aspecto espiritual-ideológico del proceso político venezolano, dejando un flanco abierto que indudablemente fue explotado por los enemigos, que siempre diligentes y con enormes recursos de todo tipo, supieron trabajar la mente de los dirigentes y de la masa, mediante la infiltración del avatar (ideología capitalista basada en los antivalores de individualismo, egoísmo, consumismo) en su cotidianidad.

Fue un trabajo muy minucioso, de aprendizajes sistemáticos, donde se pudo reconocer, aprehender, determinar actitudes, develar secretos profundos de la sociedad, para que a partir del uso de ese conocimiento se intentara quebrar los símbolos revolucionarios que son los pilares sobre los que se sostiene el proceso venezolano y que se constituyen en el principal objeto de la preocupación de las "mentes" de los invasores.

Segunda incursión: el contraataque imperial

Como segunda incursión denominamos aquí el momento exacto cuando la Revolución Bolivariana sufre el peligro de aniquilamiento que tiene su hito fundamental en la extraña muerte del Comandante Chávez en el año 2013. Se podría inferir, según el plan estratégico develado en el guión del film, que a estas alturas ya el proceso político habría sido infiltrado y por tanto, entregado simbólicamente a los factores enemigos que desde adentro intentarían dar un golpe que debilitaría los cimientos espirituales de la lucha de clases continuada durante los quince años del gobierno de Chávez.

La solicitud expresa sobre informar las debilidades de la defensa del Árbol Madre forma parte del momento álgido del pre-ataque o segunda incursión. Se considera que esta parte del plan fue cumplida sistemáticamente y a cabalidad con gran cantidad de asombrosas coincidencias y sin ningún tipo de escrúpulos del profundo daño ocasionado a la población. Estos ataques claramente serían llevados a cabo mediante una estrategia de guerra psicológica en todos los ámbitos de la sociedad venezolana.

De los dos herederos del poder espiritual y político de la sociedad Na´vi, Neytiri, heredera espiritual de Mo´ah, representaba el lado más débil, no por el hecho de ser mujer, sino por ser la más propensa a caer en las fauces del enemigo por su convicción no tan radical e impetuosa, más que su contraparte Tsu´tey, contumaz y radicalmente patriota. De manera que ella se convirtió en el objetivo primario de la avanzada: al garantizar la anuencia de la heredera, los objetivos de implosión serían más fáciles de alcanzar y al lograr liquidar al líder actual e impedir la iniciativa espiritual y lógicamente previsible de empoderar al guerrero Tsu´tey. Sin lugar a dudas se dibuja en esta trama que el enemigo conoce quien es el líder y sus posibles herederos, por tal motivo, la cauterización de sus mentes va a ser el principal objetivo a alcanzar.

El ataque al territorio va a ser justificado bajo el engaño, esto se deduce cuando el coronel Quaritch expone en una escena sin tapujos: «Cuando el pueblo tiene lo que quieres, hazlo tu enemigo, eso justifica el ataque», de manera que esto fue configurando las condiciones necesarias para la agresión.

Primero se reconoce que un obstáculo a superar para lograr el objetivo es el pueblo que conscientemente participa en la defensa de su territorio y sus recursos; y segundo, se fueron agregando los elementos del expediente "criminal" para justificar su agresión en el marco de una campaña de defensa de la "libertad". Las mentiras de que los Na´vi son un pueblo agresivo, que asesina a los soldados humanos y se «come sus ojos como caramelos», además, de que interfieren en las operaciones de la propiedad privada de empresarios que trabajan legalmente en esos territorios, configuraron las acciones para atacarlos y expulsarlos de sus ancestrales territorios propensos a la explotación. Paradójicamente, un escalofriante paralelismo con la situación actual de Venezuela.

Derribamiento del Árbol Madre

En este contexto de guerra psicológica, las acciones tendentes al debilitamiento espiritual de la Revolución Bolivariana no han sido improvisadas [www.aporrea.org/actualidad/a229346.html].

En el film, los objetivos del invasor genocida serían, uno, la expulsión territorial del pueblo; o dos, la eliminación física de la población que hace vida en el entorno del Árbol Madre. Dependiendo de la resistencia de los mismos ante estos escenarios, sucedería una u otra forma. Según la trama, este gigantesco árbol, se encuentra sobre una inmensa veta del mineral unobtainium, y destaca no solo por su impresionante belleza, riqueza de flora y fauna que cobija, sino por su invaluable conexión espiritual con la población y con todo lo que en él se encuentra.

Aquí podemos ver una apología al mito piaroa del "árbol de la vida" o Wahari-Kuawai, haciendo alusión al cerro Autana que para este pueblo indígena representa "el tocón de el árbol sagrado de los frutos del universo". Esta mitología "indica que el tope del árbol era tan alto como el infinito, y sus ramas estaban llenas de frutos que cayeron y dieron vida a la Amazonía"; este árbol fue cortado por una deidad con ayuda de su sobrino, para obtener los frutos de una vez. De manera que, audazmente vemos el empleo de los mitos locales para enmarcar una historia inocua, universal, aparentemente plagada de lugares comunes.

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Cerro Autana, tocón gigante del Árbol de la Vida según el mito piaroa

Pero, paradójicamente, esta imagen desde el análisis semiótico, concuerda con los pilares fundamentales de la Revolución Bolivariana: la ideología del Árbol de las Tres Raíces que hace referencia al pensamiento de Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora en la conformación del cuerpo político que da inicio al proceso de cambios del país suramericano, y el gran yacimiento es probable que haga alusión a las inmensas reservas minerales cuantificadas en el macizo guayanés en el estado Bolívar hacia el sur del país.

Así, con la destrucción del Árbol Madre se estaría enviando un mensaje subliminal a la opinión pública, que el debilitamiento espiritual del proceso político venezolano sería posible al derrumbar sus pilares simbólicos con extrema saña, una apología a la guerra que tras bastidores se aplica sobre Venezuela.


La destrucción del Árbol Sagrado en el film Avatar

La reubicación forzada de la población sería buscada, en primera instancia, mediante las acciones de infiltración de los mercenarios (avatar) y las estrategias diplomáticas para "…poder negociar las condiciones para su reubicación", al fallar este método inicial, como fue previsible, ante la negativa de los Na´vi de no querer aceptar nada de los invasores, el ataque y destrucción del Árbol Madre ya era un hecho.

Es probable que este momento del film se pueda identificar como el producto del proceso de infiltración de sus propias filas sufrido en un período de tiempo suficiente para lograr la falsificación, así mismo, la anulación de la ideología fundamental del proceso venezolano. Estimado lector, valgan sus aportes para inferir los elementos específicos sobre esta imagen semiótica de anulación de la ideología y el derribamiento del Árbol de las Tres Raíces a partir de la realidad actual del proceso venezolano.

Asesinato del líder

En medio del fragor del combate de la segunda incursión y del violento ataque de la artillería de armas altamente sofisticadas y letalmente destructivas (aeronaves, robots, y armas de destrucción masiva), sucede un acontecimiento que produce un punto de inflexión irreversible en los hechos narrados: la caída en batalla de Eytukan: líder del clan de los Omatikaya.

En este impactante acontecimiento podemos apreciar una metáfora clara y precisa de la muerte del Comandante Hugo Chávez. Ya desde el mismo año 2009 con este film, el Imperio prefiguraba su muerte y por consiguiente, daba por descontado el debilitamiento espiritual del proceso revolucionario tal como se ha dado casi al pie de la letra.

Las acciones para eliminar de la historia el legado del Comandante Chávez permitirían al Imperio y sus lacayos emprender "acciones en contra de la paz, la vida, la salud y la economía del pueblo venezolano; para luego responsabilizar al gobierno del Comandante, del caos y la quiebra del país" [www.aporrea.org/actualidad/a229346.html]. Aunque sutilmente no se mencionan detalles de los aspectos que giraron en torno a la relación del líder caído en batalla y el pueblo Na´vi, se puede inferir que la intemperancia de Eytukan con respecto a la intervención mercenaria conllevó al ataque ante su negativa de negociar con el invasor la reubicación forzosa de su pueblo y la entrega de las concesiones de explotación.

La muerte del líder se da en este contexto de entrega, cuando Neytiri, quien representa a los cooptados por el enemigo, fascinada por el avatar decide entregar los secretos de la espiritualidad Na´vi al extranjero invasor y con ella las llaves de acceso a los extraordinarios recursos del territorio.

Obviamente, el Imperio en la ficción, arrogantemente no se cuida en encubrir el asesinato del Comandante Chávez, así lo muestran abiertamente como una caída en batalla. En los últimos tiempos se han hecho públicas las denuncias de sospecha de que el Comandante Chávez fue víctima de una inoculación de un tipo de cáncer por nanotecnología, esta hipótesis con la evocación que se hace desde la trama del film parece cobrar mucha más fuerza.

Usurpación de la autoridad

En este momento de la trama, ya Neytiri había sido cooptada bajo fascinación y manipulación por parte del poder invasor, y he aquí donde se encuentra la clave para entender los acontecimientos que están ocurriendo en Venezuela hoy en día.

Durante la muerte de Eytukan, éste hace entrega del arco, símbolo de la autoridad y legado espiritual de su pueblo a su hija Neytiri.

Al inicio de este ensayo, se ha llamado la atención sobre la asociación que se hace del territorio de Pandora con el territorio venezolano, específicamente con la zona del macizo guayanés o la Gran Sabana, sitio donde se emplaza una de las mayores reservas de minerales estratégicos del mundo. De manera que es probable, que la extraordinaria riqueza del macizo guayanés estaría encubriéndose en esta elaborada semiología, bajo una historia repleta de intrigas, entregas, traiciones y fundamentalmente dominación subliminal.

Ante esta alegoría: la entrega del "arco", podría asociarse con todas aquellas acciones jurídicas o reformas que han facilitado la incursión de las empresas explotadoras transnacionales. Aquí también dejamos a la opinión de nuestros lectores, la valoración de los acontecimientos que han sucedido y que se pueden señalar como parte de este complejo rompecabezas que significa el plan estratégico detrás de la trama del guión de Avatar, tendentes a la entrega de las concesiones mineras [https://www.aporrea.org/actualidad/a261961.html].

En este orden de ideas, se puede deducir dados los acontecimientos, que esta entrega del "arco" a una mujer por encima de lo establecido en las leyes culturales de los Na´vi, ya que el heredero legítimo era sin duda alguna Tsu´tey, remarca la profunda transgresión de las leyes del pueblo y significando lamentables errores políticos de los líderes.

Una escena extendida y no mostrada en la versión comercial del film refiere la derrota política expresada en el carácter derrotista de Tsutey, que baleado y en su lecho de muerte a raíz del combate y su caída mortal desde una nave enemiga, le pide a Jake Sully ya convertido en Toruk Makto, y empoderado de facto del liderazgo guerrero del pueblo, que lo asesine como lo haría con un animal cazado [https://www.youtube.com/watch?v=6XuFg0aVt6o], prefigurando la muerte del espíritu guerrerista, un hecho muy buscado por los poderes imperiales con respecto a sociedades con tradición guerrera y particularmente la venezolana. Aquí se proyecta como un hecho deseado, la sumisión de los Na´vi a los designios indecibles del avatar y de los intereses de los invasores genocidas.

Efectos colaterales deseados y alcanzados

Uno de los acontecimientos posteriores a la destrucción del Árbol Madre y la muerte de Eytukan fue sin duda, el traslado forzoso o expulsión territorial de los sobrevivientes del conflicto armado. Se deduce que esta planificada migración es requerida para limpiar todo tipo de resistencia y protestas ante la inminente destrucción del territorio, la fauna y la flora del lugar, juntamente con toda la carga espiritual y cultural que poseen.

Aquí se puede hacer un paralelo con la Venezuela actual, en la dramática realidad de la migración masiva que experimenta una parte de la sociedad, especialmente jóvenes y profesionales, agobiados por los ataques inclementes a su economía que ha trastocado la cotidianidad y ha dificultado cubrir las más elementales necesidades básicas, como consecuencia de una manipulación cambiaria donde la moneda ha sido devaluada intencionalmente con saña a extremos muy inferiores con respecto a otras monedas de países vecinos. De manera que, la migración inducida lleva implícita un componente falaz para lograr sus objetivos del silenciamiento y pasividad de la sociedad a las acciones terrófagas y la crítica a los planes para el territorio capturado. [https://www.aporrea.org/actualidad/a263133.html]

Muchos son los cabos sueltos dejados por la trama de este film, como por ejemplo el destino del pueblo Na´vi posterior a la incursión militar mercenaria, además que el final abierto permite proyectar lo que podría ser una secuela de este film y una extensión del plan intervencionista sobre el país. Además que, posterior a la batalla final, no se evidencia la destrucción de las maquinarias mineras que se encontraban en el planeta en plena explotación, tampoco se muestra qué sucede con los miembros sobrevivientes de la misión cívico-militar, solo se muestra como se expulsan los mercenarios promotores, pero las mentes detrás de la invasión ni se mencionan quedando en la oscuridad y en la absoluta impunidad.

"Derrota estratégica" manipulada

Al final del film, se representa un presunto triunfo muy doloroso para el pueblo Na´vi, que probablemente encubre una colosal derrota estratégica, puesto que a pesar de que las máquinas de guerra de los invasores fueron destruidas y muchos mercenarios fueron liquidados en el combate, la entrega de Neytiri, la destrucción del Árbol Madre, la muerte de Eytukan, el ecocidio y exterminio de animales y plantas, además de la expulsión territorial del pueblo Na´vi abandonando su hogar en el Árbol Madre, lo demuestra.

No se puede decir, que los Na´vi vencieron la invasión. Es más, parece ser que se complica mucho más el cuadro dejado por el conflicto, pues tendrán que lidiar con una infiltración sui géneris cuyas consecuencias no han sido medidas. En términos semióticos, la victoria de los seres azules, paradójicamente hace referencia a la victoria del espíritu norteamericano del "Destino Manifiesto" sobre la sociedad dominada.

La escena final del rito de paso, biológico-espiritual, de extraer el alma del cuerpo humano de Jake Sully y colocarlo en el avatar, plantea el éxito de la dominación sobre el espíritu de la sociedad dominada. Dantesca situación que da contexto a la segunda parte de la ficción que permite vislumbrar los acontecimientos sobre la actuación del recién convertido, "traidor" de su pueblo y coyunturalmente "líder" de facto de la sociedad Na´vi.

Otro elemento a tomar en cuenta es la liberación del Toruk, la última sombra (la amenaza fantasma del Socialismo como ya se hizo referencia) posterior a la batalla: con arrogancia el imperialismo dibuja la extinción de la ideología socialista y su definitiva muerte o expulsión de la humanidad por el capitalismo mundial.

La película cierra con una declaración de la finalización de la guerra, pero con el elemento perturbador de que Jake Sully, ahora convertido en un miembro de la sociedad, abre sus ojos entre ellos.

Conclusiones

En las líneas anteriores, se aportaron pistas sobre el presunto plan estratégico de intervención en Venezuela a partir de una refinada estrategia que, consideramos, se encuentra en su última fase de ejecución, y que en la actualidad busca un desenlace que va a depender del carácter bravío, la determinación y el nivel de conciencia alcanzada en los últimos años por parte del pueblo venezolano.

Secuencialmente, han sido cumplidas un conjunto de fases de este plan. En primer lugar, es muy atrevida la idea del director del film, al develar el contexto de ubicación del conflicto como un planeta ficticio denominado Pandora, que en sentido semiótico y etimológico representaría a Venezuela por su exacta caracterización y coincidencia de elementos culturales, su historia, naturaleza y geografía humana.

Se pudo constatar con una mirada a las tramas del film la ejecución de una invasión cívico-militar sobre un territorio extraordinariamente rico en minerales y biodiversidad, una invasión territorial de hecho, preparada con muchísima anterioridad sobre el estudio del contexto natural y demográfico. Logrando ser, de cierta forma, exitosa y altamente destructiva con el uso de una avanzada tecnología promotora de genocidios.

La primera incursión (representada por los hechos de la entrega de las concesiones petroleras a las transnacionales ocurridas en el siglo XX) y la avanzada mercenaria científica (las acciones de la New Tribes Mission) sobre el territorio venezolano ya han sido cumplidas. El minucioso trabajo de infiltración ideológica logrando que el avatar hiciera su trabajo alienante en medio de la sociedad, la Aceptación, la Convivencia, el Enamoramiento de la ideología extraña y la Entrega, y por tanto, la implosión del legítimo sistema político dado para sí por Venezuela, también ha sido cumplido.

En estos últimos años hemos sido testigos de la segunda incursión y el ataque sin cuartel del Imperialismo a los símbolos y los fundamentos de la Revolución Bolivariana, se osó y se permitió la destrucción de los emblemas de la Venezuela profunda: el gentilicio venezolano, la moneda (con la efigie de El Libertador Simón Bolívar) a lo sumo devaluada por una paridad cambiaria manipulada electrónicamente; la paralización y destrucción de la industria petrolera nacional (PDVSA) irremediablemente sometida a todo tipo de corrupción; los sueños de millones de jóvenes que emigran a otras tierras en busca de un mejor futuro; el legado del Comandante Chávez, claramente explícito en su Plan de la Patria con líneas programáticas para avanzar en la transición a una patria justa y mejor para todos y la destrucción moral de la sociedad al permitir y tolerar un conjunto de prácticas de corrupción en todos los niveles exacerbadas al grado máximo.

En ese orden de ideas, y sin lugar a dudas, el suceso más impactante ocurrido en la Venezuela de inicios de siglo ha sido la muerte del Comandante Chávez, a la cual asistimos con consternación, como epílogo doloroso, conjuntamente con la presunta anulación de la ideología que dio nacimiento a la Revolución Bolivariana, el Árbol de las Tres Raíces, en una operación encubierta ya empleada en otro momento y contexto por el imperialismo, y sin levantar sospechas de sus ejecutores tras bastidores, dejando huérfano y debilitado, a lo sumo, el proyecto político de liberación adelantado. Estos últimos años han sido un gran laboratorio de neutralización de las fuerzas que llevaron a Chávez al poder político, hábilmente acotado por una combinación de represión, infiltración y cooptación.

El escenario resultante del "Caos Constructivo": los ataques, la muerte, el hambre y la expulsión forzada de la población la experimentamos en este preciso momento, cuando miles de jóvenes, hombres y mujeres migran bajo el engaño y la manipulación hacia otros países, como preámbulo a una planificada destrucción "definitiva" que está en proceso de ejecución por los poderes fácticos imperiales y sus lacayos internos. Lamentablemente, es triste decirlo, pero de este momento a la entrega definitiva del sueño de millones de venezolanos y venezolanas podría estar a solo un paso. Ojalá así no sea.

Los hechos referidos en Avatar quedan inconclusos, no narran el desenlace del conflicto, sin embargo, muchas preguntas se tejen en torno a lo sucedido en Pandora, y en el argot cinematográfico, el final abierto deja muchas claves por develar además permiten ubicar las piezas del complejo rompecabezas de los acontecimientos en pleno desarrollo.

Podemos decir sin ambages, que en este momento dramático del año 2018, se ha avanzado mucho en la completación de este plan intervencionista en Venezuela para la apropiación de sus recursos energéticos, minerales, agua y genes, además, la destrucción de la Revolución Bolivariana y la aniquilación de las luchas sociales que históricamente se han aglutinado en torno al movimiento bolivariano, y que en el Comandante Hugo Chávez confluyeron y tuvieron una valiosa oportunidad de iniciar la definitiva independencia nacional y ser la última esperanza de los pueblos del mundo.

Sobre Venezuela se ciernen grandes peligros que solo podrán ser conjurados, como ya se dijo, por el carácter bravío, el espíritu Revolucionario, rebelde, insurgente y humanista del pueblo bolivariano, que confiamos no se dejará arrebatar las grandes conquistas obtenidas durante este período de la historia patria, y por una verdadera dirigencia patriota, no entreguista, revolucionaria, consciente del papel estelar que jugarán en esta era post-Chávez.

ajmorillo25@outlook.es



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