Hello Mister Todd Robinson
Quien le escribe no es un enemigo de los Estados Unidos de América, sino un negro como usted. Soy de los negros del monte, un "field negro", nunca seré un house negro, "negro casero" menos un Uncle Tom. Soy admirador de mis hermanos negros, primeramente Muhammad Ali que se opuso a la guerra de Viet Nam, Jesse Owens por lo que hizo en Berlin 36 contra Adolph, también Tommie Smith y John Carlos en Mexico 68, James Brown, etc. No deseo ser diplomáticamente incorrecto revelando mi radicalismo negro.
Soy un revolucionario con profundo conocimiento sobre su país, idioma, historia, por lo cual aprecio al pueblo estadounidense; a la vez me opongo al imperialismo o doctrina según la cual el país más poderoso debe dominar a otros.
Mi posición hacia EEUU es absolutamente clara, antibelicista, pública, notoria, comunicacional y está documentada en el canal 8 del Estado Venezolana de Televisión (VTV) Ver video en inglés del venezolano Dr .@Jesus_Silva_R al Presidente Donald Trump - https://t.co/U6Ks2ePyxr
Me consta que Venezuela puede aprender de EEUU a convivir con diferencias partidistas sin lastimarse; así como EEUU puede aprender de Venezuela a convivir con diferencias raciales sin hacerse daño. Ambos pueblos podemos intercambiar conocimientos positivos.
Ese gran país de América del Norte, que llevó al primer hombre a la luna y le ha dado valiosos aportes a la humanidad con hombres insignes como George Washington, Martin Luther King Jr., Muhammad Ali, puede contribuir mucho con la paz mundial y con la paz de Venezuela.
El 20 mayo de 2018 ocurrirá un masivo y festivo evento electoral en mi país y ello será evidencia de que la actual generación de dirigentes opositores venezolanos ha fracasado definitivamente y por lo tanto no merecen ningún apoyo de EEUU ni de ningún gobierno democrático del mundo.
Sólo se puede fomentar la democracia con líderes coherentes, legítimos y honestos.
En el contexto del Derecho Internacional Público, usualmente los imperios son más exitosos manejando su política interior que la exterior con otros países. Interactúando con políticos, diplomáticos, académicos y periodistas de Estados Unidos, he notado que estos defienden a sus gobiernos creyendo que están actuando bien y pensando que más bien somos los antiimperialistas venezolanos quienes estamos actuando mal porque, según ellos, coqueteamos con un socialismo autoritario.
Pero hemos asimilado que el problema de los imperios no es que ellos deseen ser siempre opresores, sino que a veces se confunden. En el caso de EEUU es un problema frecuente que (creyendo promover la democracia internacionalmente) sus voceros no diferencien entre personas que son promotoras de la libertad y los vulgares "Money Hungry", o sea, mercenarios derechistas que simplemente andan hambrientos por billetes verdes como buena parte de los dirigentes derechistas venezolanos regados en partidos y ONG's.
Mientras los promotores de libertad son intelectuales democráticos (que existen tanto en la derecha como en la izquierda) generando aportes constructivos a la sociedad, verbigracia, la tolerancia, la paz, el trabajo, el progreso colectivo, la industrialización nacional; desgraciadamente también existen los Money Hungry que son payasos egocéntricos dentro de partidos y ONG de yuppies de maletín que no tienen "punch" o pegada en la opinión pública. En Venezuela hay muchos.
He visto cientos de Money Hungry viajando por el mundo gracias a muchos "gifts" o regalos. Los imperios malgastan ingentes recursos en estos bufones. En Venezuela, desde 1998 a 2018 su triste tarea ha sido difundir mentiras contra la Patria donde nacieron, hacen ruido en foros internacionales pero en su tierra no ganan ni siquiera las elecciones de un condominio.
Por ejemplo, se confunde promoción de los derechos humanos con solidaridad hacia falsos dirigentes que más bien violan esos derechos.
Es así como invocando razones humanitarias, los imperios abogan a ciertos individuos autoproclamados presos políticos venezolanos que más bien son ladrones y asesinos buscando burlar de la justicia de su país natal.
Ese imperio del norte puede ser "very naive" es decir, muy ingenuo, porque en Venezuela ha tenido fe ciega en encuestadores mediocres que mil veces anunciaron que Hugo Chávez sería derrotado electoralmente. Al final esos estafadores quedaron en ridículo pero no por ello dejaron de cobrar.
Una efectiva lucha por la democracia y el crecimiento económico conduciría a Washington a establecer acercamientos con otros sectores de la sociedad venezolana, siempre en estrictos términos de legalidad internacional y la no intromisión en asuntos internos venezolanos. Para eso existe la ciencia de la diplomacia, las cancillerías, las relaciones internacionales y el Derecho Internacional, a fin de buscar acercamientos lícitos con grupos sociales que pueden darle al diplomático o estudioso del internacionalismo una visión más completa, realista y amplia de la realidad social, cultural, económica y política del país.
Mi recomendación constructiva a los políticos y activistas extranjeros, sobre todo de países ricos capitalistas, es: visitar barrios, entrevistar comunas, leer prensa alternativa.
Tarde o temprano se darán cuenta de que la oligarquía les narró por 20 años un país que no existía y es tiempo de cambiar de amigos. El imperio cree respaldar valores democráticos como la "freedom of speech" o sea la libertad de expresión, pero no nota que abundan medios de comunicación mentirosos que se comportan como partidos políticos. Finalmente brinda "fellowship" o compañerismo al empresariado nacional, ignorando que en Venezuela el capitalista no produce nada y sólo anda cazando los petrodólares del Estado para especular.
Pensando en la amistad posible y las discrepancias frecuentes entre Venezuela y EEUU, revivo palabras que nunca olvidaré:
"Why can't we just get along". Rodney King, afro estadounidense víctima del racismo.
