Venezuela está que arde, el clima social es de desesperación y desesperanza, los trabajadores del Edo. Carabobo lo vivimos todos los días. Son demasiadas y muy conocidas las razones que nos obligan a la movilización de exigencia y denuncia que hemos estado promoviendo los trabajadores carabobeños, razones que todos los venezolanos padecemos a diario y que mencionarlas seria llover sobre lo ya mojado. La movilización de ayer, es producto del sufrimiento de la clase trabajadora, que a partir de los últimos tres años ha visto pulverizar su poder adquisitivo ante el descalabro económico que sufre la nación de Simón Bolívar, sin mayor esperanza que la de recurrir al ejemplo milenario del pueblo judío, con su éxodo, hacia otras latitudes de nuestro continente.
Es la penosa verdad de una clase empobrecida, subyugada, dividida y manipulada cual cordero al matadero, sin embargo, la necesidad y el drama de la realidad nos ha exigido comprender que dispersos no podremos enfrentar el panorama sombrío que tendremos que desafiar los días por venir. Es así que, la clase trabajadora carabobeña levanto y seguirá levantando la voz ante las realidades que agobian al pueblo venezolano y ante los atropellos cometidos por los órganos represivos del Estado.
Los trabajadores carabobeños exigimos a nuestros patronos y al Estado nacional, mejoras sustanciales al salario, porque lo actualmente existente no da cobertura de manera integral a la cesta básica de cualquier familia venezolana. Esta es una verdad del tamaño del sol, y que por ser las victimas principales de esta verdad, no podemos ni debemos esperar de brazos cruzados la resurrección de Chávez como el mesías prometido, pero los trabajadores también debemos exigir del gobierno nacional, eficientes y efectivas medidas económicas que logren contrarrestar el peor de los karmas de los venezolanos, la hiperinflación. ¿Qué sentido tiene seguir aplicando la política de paños calientes de aumentar el salario, cuando la hiperinflación no detiene su avanzada? El aumento salarial hay que acompañarlo con medidas que contrarresten la hiperinflación. ¿Qué sentido tendrá la implementación de la política de improvisación en materia económica?... no sería justo y necesario claridad en las reglas del juego para que trabajadores y empresarios tuviésemos visión de futuro? No podemos continuar navegando en una marea de incertidumbres.
Hasta en las peores guerras de la historia de la humanidad se dieron casos de tregua temporalmente (segunda guerra mundial, Vietnam, Colombia, etc), hoy nosotros los trabajadores carabobeños pedimos tregua para el pueblo venezolano, hoy hacemos este pedimento a todos los factores (político-burgueses, corrupto-burócratas, elitesco-empresariales) que han desatado una guerra de balas de hambre y bombas de miseria contra una población civil indefensa, contra una clase trabajadora huérfana, abandonada a la intemperie de su desgracia sempiterna, porque ahora también debemos padecer los rigores de las bombas lacrimógenas y las marcas de los perdigones.
Rechazamos contundentemente los actos represivos de los organismos policiales del Estado contra nuestras movilizaciones, cuyo único objetivo es el de denunciar la grave situación que atravesamos como como cabezas de familia, trabajadores y ciudadanos, solo somos sindicatos unidos en la consigna de la mejora de nuestros salarios y en la búsqueda de alternativas para un mejor país, para una mejor sociedad.
TRABAJADORES UNIDOS JAMAS SERAN VENCIDOS!!!
