En sus ya patéticos y plañideros artículos de los domingos; Carlos Mesa hoy ha publicado el último titulado: “Camino al totalitarismo”, en el que quien presuntuosamente se presume como intelectual, afirma: “Los astros alineados le regalaron -se refiere al gobierno del presidente Evo Morales- la mayor bonanza económica de nuestra historia”.
De Carlos Mesa todo el país sabe de sobra la falta de coraje que tuvo para tomar decisiones cuando gobernó, pero lo que nos estamos enterando es su falta de honestidad intelectual para afirmar que la bonanza económica que vivimos, sea en virtud al alineamiento de los astros. Eso no se lo cree ni el mismísimo Copérnico.
Estas declaraciones probablemente no son casuales, ya que dan pie a empezar a entender que hay un deliberado desprecio a lo que el presidente Evo Morales le ha dado al país de forma inédita, como es un crecimiento económica que con creces nunca tuvo el país, como es el ser el país con mayor crecimiento económico de toda la región. Y cuando digo que hay un deliberado desprecio a esos logros, es porque hacen juego a quienes hablan del “milagro boliviano”, cuando ha sido gracias a la triada virtuosa de: Nacionalización, Honestidad y Trabajo de Evo.
Es por esa razón que no se trata de ningún movimiento astronómico, ni de milagro alguno para que el despegue económico que como país hemos tenido; sino al valor que tuvo Evo Morales de nacionalizar nuestros recursos que fue lo que le faltó a Mesa. Es entonces gracias a esa audaz acción del presidente que se ha dado la bonanza económica. Claro que en su percepción de “insignificante personaje” pequeño burgués de Mesa no cuadra esas razones.
Insistiendo con sus intrigas, Mesa afirma que el presidente está detrás de la “Toma, el disfrute y la preservación indefinida del poder total”, cuando en los hechos no hay ninguna “toma”; sino el consultarle al pueblo para que sea el quien sí Tome la decisión democrática eligiendo si quiere o no que continúe Evo para que disfrutemos de un Proceso de Cambio que nos lo negaron la vieja clase política.
Así que no hay tal alevosa alusión absolutista que quiere endilgársela a Evo: “El proceso de cambio soy yo”; ni tampoco astronómicas alienaciones sobre que los astros nos regalaron la bonanza económica; sino valentía, honradez y trabajo, que de eso sí del presidente se puede decir que puede regalar
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