Decir que existe una confrontación entre Chavistas y Maduristas es una mentira gigantesca. No hay tal situación, primero porque no existe el Madurismo como doctrina o movimiento político, segundo porque el Chavismo está unido alrededor de la Constituyente como herramienta de paz, tercero todo chavista apoya a Maduro porque entiende que fue escogido por Chávez para continuar con la revolución desde la Presidencia de la República, y cuarto todo chavista sabe que es vital mantener la unidad revolucionaria para salvar a Venezuela de la plaga terrorista de la MUD.
Presento esta reflexión porque luego de recorrer los principales canales de televisión y medios de comunicación de Venezuela, así como varios internacionales, he notado la sonrisa de inmensa satisfacción de muchos opositores cuando hablan de los DESERTORES DEL CHAVISMO y dicen: "es chavista pero no madurista".
Ver reflexión anterior: Desertores del chavismo (nombre y apellido) https://www.aporrea.org/actualidad/a247397.html
Esa euforia casi orgásmica tiene explicación: quien se hace llamar chavista pero no madurista se convierte en la práctica en un aliado de la oposición. Esto es así porque estos señores le restan votos al PSUV y contribuyen a que otros chavistas descontentos sigan el mal ejemplo de la abstención o simplemente salten la talanquera votando por la MUD.
Advertencia: el Gobierno de Maduro es la herramienta necesaria para realizar la revolución porque sin el poder del Estado en manos de los chavistas, ya no hay fuerza popular capaz de transformar al país.
Antecedentes violentos revelan que la MUD montada en Miraflores no va a respetar el juego democrático permitiendo que el PSUV viva en paz como nuevo bloque opositor (esa telenovela feliz sólo cabe en la mente de Delia Fiallo o Corín Tellado).
Cuando Chávez estaba vivo, la frase (trampa) usada para confundir al pueblo era: "soy Bolivariano pero no soy Chavista". Y justamente con ese juego de palabras se pretendía dividir al movimiento seguidor del socialismo. Ocurre que sin las ideas de Simón Bolívar, el proyecto de Chávez pierde su identidad de soberanía, independencia e inclusión social.
No cabe como opción rendirse a las fuerzas de la burguesía porque si los opositores llegan al poder gubernamental van a imponer, primero un genocidio para asesinar a todos los chavistas; segundo un modelo económico contra el pueblo que ya está escrito internacionalmente y se llama neoliberalismo, o sea, todo para el rico y nada para el pobre.
Rectificar, criticar, exigir, corregir, defendiendo siempre la revolución en el poder son las acciones correctas para lograr la felicidad del pueblo.
Vamos todos a la Constituyente por la paz y contra el terrorismo...
