Olga Luzardo

Olga Luzardo, hija de los hijos del trabajo, que pone en movimiento la historia, ha volado a los secretos y visibles minerales de coloraciones proteicas, y la universalidad de todos los componentes de la vida, que se alza sobre apenas, una forma de muerte, de donde surgen nuevamente todas las formas de la permanencia vital, y de la música, en los sentidos de la clase obrera identificada, y plenamente consciente en su desarrollo, y que vive siempre para avanzar hacia su liberación, y el socialismo, hacia la sociedad comunista.

Es hermoso su vuelo ascensional hacia la conciencia para sí de la clase obrera venezolana, y del mundo, además de ser en esencia, un acto más de la producción cualitativa de su trabajo: 87 años al servicio exclusivo de nuestro glorioso Partido Comunista de Venezuela.

Una experiencia edificante en su valoración del trabajo, como poder de la clase obrera para enfrentar el poder del capital, es su etapa de formación que comienza en firme cuando ingresa al Colegio de Varones, donde conoce a Jesús Enrique Lossada, el rector de ese centro de estudios destinado únicamente a los hombres; Olga es una de las primeras mujeres en romper aquella absurda discriminación; el maestro, le arrima libros a sus manos como pájaros que quieren ser mirados adentro en sus colores materiales, visibles, y por percibir; y entre esas grandes aves universales estaban las incubadas por Marx, Engels Máximo Gorki, Bujarin y Lenin. Nacía la revolucionaria; que se iniciaba en los profundos estudios del materialismo dialéctico e histórico. Se alza en su vocación de periodista, que escribiría en el diario Panorama sus primeros artículos.

A los 13 años, ya Olga estaba enrolada en medio de los obreros que ponían a andar al viejo caballo de hierro, como si fuera una trabajadora más del tranvía de Maracaibo, allá en la pintoresca Plaza Baralt, contigua al puerto y al mercado de los buchones, batiendo al viento su pollera de colores, y su sonrisa de fruta fresca.

Estaba Olga allí, en medio del bullicio del momento productivo de la plaza, haciendo el principio de palabrear, organizar y fundar un Sindicato Clasista, una de las tareas fundamentales de un Partido Comunista, y de los comunistas, aun no siendo ella, todavía una militante, un cuadro, de la organización marxistaleninista que habría de nacer 3 años después, como tenía que nacer de los sudores, la parla y la acción de la conciencia de clase en su desarrollo, en obreros telegrafistas, panaderos, zapateros, petroleros, y artífices de otros oficios.

Junto a Jesús Faría, Espartaco González, José Martínez Pozo, Manuel Taborda, Max y Pantaleón García, Isidro Valles, entre otros, apoya como activista, la Huelga Petrolera de 1936, contra las trasnacionales que además de llevarse el petróleo, extremaban la explotación de los obreros y trabajadores que hacían posible la extracción del crudo en el occidente venezolano.

Olga hace de cada centro trabajo, un lugar vital para afianzar el compromiso de lucha, sin arrear jamás las banderas del comunismo; en medio de la risa, la ocurrencia y la necesidad de convencer a cada obrera, a cada trabajador de su condición proletaria, y su realidad de explotación, mimetizada en el vaporeo cultural capitalista, que nos desclasa, y nos hace enemigos de nosotros mismos; entonces la heroína nuestravenezolana, se ofrece, se autopostula para enseñar con lo que tiene, con lo que es, y con su arma fundamental, el marxismolenismo, y su filosofía, el materialismo dialéctico e histórico.

Y en esa idea actuaría más tarde, desde la Escuela de Cuadros Ho Chi Minh formando a los dirigentes, de lo que ella soñaba: un cualitativo y vigoroso Partido Comunista de Venezuela para hacer la revolución proletaria.

La poeta, ya estaba en sus oficios de canto al poder del trabajo, explotado y preso por el capital; pero que ha ser liberado por la clase obrera identificada y consciente, dirigida por su partido; sin olvidarse de los amores, entre los cuales están los de la fundición frutal de la convivencia y la lucha junto al hombre obrero y trabajador

Olga supo llevar a los foros internacionales, la experiencia de los comunistas venezolanos en su lucha por la liberación nacional. Con empeño incansable, trabajó en Últimas Noticias, junto a Kotepa Delgado, y formó parte de la comisión que concibió y fundó Tribuna Popular, el órgano divulgativo del Comité Central del PCV

El trabajo comunista, ha de formar centenares de miles de Olgas en Venezuela, y en el mundo; con la ciencia del materialismo dialéctico e histórico, en medio de sonrisas, pero sin darle nunca cuartel a los contrabandos ideológicos del idealismo, con sus religiones, que confunde y aparta de la lucha a camaradas comunistas, que ya creíamos, bien formados; trabajar y trabajar en esa tarea, sin aflojar nunca.

¡Olga, de frente, y paso a la clase obrera!

 



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Eduardo Mármol


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