_Tun tun. _ ¿Quién es? _La viejita Inés. _ Anjá, ¿qué quiere esa viejita. _ ¡que te quites el pantalón pero eso sí, rápido!

Creo que amigos y vecinos deberíamos ser como una extensión de la familia pero sin que nadie pretenda ladinamente apropiarse de lo que el otro produjo con cada gota de sudor en su legítimo trabajo; otra cuestión es que tú quieras compartir lo poquito que tienes, y si de comidita se trata, cuánto mejor, a mi modo de ver; y será porque hasta el sol de hoy yo he vivido con un plato de comida en mi cabeza, no otra cosa ahí, para compartir, en la medida de lo posible.

Para decirlo de otro modo, parafraseo al poeta Cristóbal Jiménez quien dice con su canto tan bueno que " …el que me quiera cazar / con un guaralito fino / que me ponga de carnada a una mujer de ojos lindos … /, así que yo digo que "el que me quiera cazar / con un guaralito fino / que me ponga de carnada la carita mocosa de un niño /", (por supuesto que lo de una mulata de fuego es sobreentendido pero yo no soy un R Allup para invocar lo fuera de tono y, además, apenas apenitas yo sólo puedo echarle un poquito de kerosén a la lamparita de cuando en vez y viceversa, inofensivamente, por lo que no soy un riesgo sino un seguro).

Al mocoso le gusta el filetico tostadito, me consta in situ, así que he dispuesto esa vía porque el paquetico de galleticas que otrora la autoridad solía disponer, con mi anuencia, para engatusarlo, ahora es incomprable.

Y, a la mañanita, una nubecita de palomas zurean ante el portoncito pidiéndonos un puñito de arroz, que está caro y escaso, por lo que hay que inventar otras alternativas; y los mocosos cercanos dicen aparte, ya a la hora de jugar, que es a cada rato desde el orto hasta el ocaso, tocan la reja para pedir la consabida galletica o acaso un cambur o un dulcito, así que cuando alguien toca la reja, me alegra muchísimo.

Mas, ahora el tic tic -que no propiamente tun tun, pero a veces dejarse llevar por la costumbre no es pecado- lo hizo "La Morocha", mi costurera favorita, para traerme tres de mis "veintiúnicos" pantalones que estaban siendo zurcidos por ella y, como se dice, se trató de una cirugía menor, mas, resultó relativamente onerosa:

¡La picaresca!

_Tic tic.

_¿Quién es?

_La Viejita Inés.

_Anjá, y ¿qué quiere esa viejita tan farandulera (es que reconocí su voz), será que quiere una cuestión?

_… (carcajadas) … ¡quiero que te quites el piazo´e pantalón pero eso sí, rapidito que estoy cocinando.

De paso, ella me traía tres "veintiúnicos" que desde hace buen tiempo tenía para zurcir y a la vez llevarse lo puesto para, igual, ponerle remiendo.

_Anjá, y ¿cuánto vale tu trabajo?

_Son 1500 …

_¡Coño, esto es un atraco!

_¡Atraco es atraco, pero rapidito, mira que estoy cocinando, tengo la candela prendía! (otra vez la jodedera).

_Bueno, mira una vaina tú tienes la candela prendía y a mí no me gusta jugar con las morochas, a mí me gustan las cosas en serio, como un bombero, así que voy a quitarme este bicho también, pero te agradezco que no sea para Diciembre …

Yo, agradecido del trabajito de "La Morocha", muy útil, antes ella hacía de modista para la realeza de esta comarca y ahora nomás zurce para la plebe porque la guerra económica que la MUD ha desatado contra Venezuela es tal que desató los mil demonios, un carretico de hilo ha llegado a 700 bambas, ¿cómo puede entonces una trabajadora cobrar menos de 500 bambas, por ejemplo, para apenas zurcir una prenda de vestir cualquiera sea ésta, pero que este raída de tanto llevar julepe, porque comprar una franelita para un mocosito, contimás para un adulto, ahora cuesta un ojo de la cara?

Y, con todo gusto yo le habría ofrecido un poquito de cherechere pero, como lo canta Charles Aznavour, que "… Ces fini, fini, fini / de un gran amor / el fin llegó…".

Pero, con todo, a mí me parece una "exageración inusual y extraordinaria" que un kilito de sardina sea vendido en 600 bolos y otro de cachorreta a 1000, porque, ¿adónde vamos a llegar por ese camino?

Nos corresponde a todos poner de nuestra parte los mejores esfuerzos en vez de endilgarle toda la culpa de la mala situación a Maduro, al más pendejo; mientras la MUD se revuelca y se regodea en su sevicia.

Hay que trabajar duro y entreayudarnos pero jamás bajar la guardia frente a la canalla opositora apátrida fascista y sanguinaria que medra en la MUD.



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Guillermo Guzmán


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