Pildoritas 108 (año VIII)

Conveniencia y convicción

Lo del 06, es verdad, fue un revés difícil de asimilar por quienes amamos esta Revolución, que como sabemos llegamos casi a los 6 millones de venezolanos, que representamos un inmenso colectivo que tiene la ventaja de estar unido por vínculos comunes, amarrados a principios y valores, y con liderazgos sólidos y reconocidos, precisamente de lo que carecen quienes hoy obnubilados por el poder circunstancial que han obtenido, producto de una mezcolanza muy parecida a un arroz con mango, pues son una especie de masa amorfa a la que unen el odio, la retaliación y lo que es peor su supeditación a intereses foráneos que demuestran una falta de amor y compromiso por su patria y que llegaron donde han llegado, solo por conveniencia más no por convicción, les convierte en un ente vulnerable y débil, que a medida que transcurra el tiempo van a tener que arrepentirse y rectificar apenas tengan la oportunidad, o someterse a padecer lo que ya se avizora por las actitudes mostradas a través de los medios, por connotadas figuras de eso que hoy celebra lo que creen es el final de la Revolución.

En lo sucedido, como vimos, operaron muchos factores que están a la vista, una guerra económica que buscaba el derrocamiento del gobierno, como lo predicaba el bien llamado monstruo de Ramo Verde y sus adláteres, que a la final les sirvió, por la resistencia que nunca se esperaban, para que lograran engañar con el poder mediático universal que poseen para obtener lo que obtuvieron, una mayoría cimentada sobre bases muy contaminadas y de allí su debilidad, que como veremos más temprano que tarde va a comenzar a aflorar, con el resquebrajamiento de una supuesta unidad, que no es tal, y el fortalecimiento, por reacción contraria, de un verdadero movimiento popular que desde el caracazo y en eventos como el 4 de febrero del 94, 13 de abril del 2002 y la derrota al paro petrolero del 2002-2003, así como el haberse sobrepuesto a la desaparición física de su mentor e inspirador, ha demostrado que no se amilana ante nada y mantiene intacto el espíritu de nuestros libertadores, así como el legado de Chávez, es decir tiene una vasta plataforma de principios que le dan fuerza inusitada ante cualquier dificultad, lo cual con toda seguridad va a quedar demostrado, ya empezó, en las luchas que tendremos que librar y ganar.-

Sin embargo, como es de esperar, luego de cualquier batalla se gane o se pierda, debe seguir una etapa de reflexión y análisis, es lo que ya ha comenzado, tempranamente, bajo la guía certera del hijo de Chávez, el Presidente Obrero, a quien se debe y no a más nadie, que aquí la paz no haya sido alterada, después del anuncio del CNE. la noche del 06D, en una demostración de su verdadera madera de estadista, dando prueba una vez más que el Comandante Eterno escogió bien cuando nos pidió hacerlo presidente.-

La Revolución afortunadamente cuenta con herramientas de las que carecen quienes hoy ya comienzan a desbocarse, creyendo erróneamente que se han convertido en dueños del país, al expresar opiniones absurdas que encima de que los muestra como lo que son unos analfabetas emocionales, desconocedores de una constitución como la Bolivariana, a la cual jamás reconocieron, violaron cada vez que quisieron, se acostumbraron a hacerlo tanto, que ahora se sienten con derecho a destruirla, desde una posición de poder que consideran omnímodo, no lo han ocultado en su locura y lo que han logrado es que la mayoría política que hoy por hoy es el PSUV y GPP, amalgamados como estamos alrededor de un liderazgo y unos principios, ahora nos consolidemos más en nuestra unión, para convertirnos en el bastión popular que nunca hemos dejado de ser, aun con nuestras fallas y errores, los cuales bien sabemos, solos, por humanos, no hubiesen sido suficientes para tener que enfrentar una de las pocas derrotas en esta lucha de largo aliento, que al final vamos a ganar, entre otras cosas porque quienes hoy celebran enceguecidos, no tienen el suficiente oxigeno popular para mantenerse hasta llegar a la conquista de la colina más alta y evitar que Venezuela siga siendo un faro de luz, para la institucionalización del Socialismo del Siglo XXI, porque va a ser el resultado de la convicción y no de la conveniencia que hoy le venda los ojos a una mayoría circunstancial, parcelada y amorfa y lo peor supeditada a los amos imperialistas a los que les han hipotecado hasta el alma.-

 



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Saúl Molina


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