La prolongada guerra económica que la burguesía libra contra el gobierno, y la reacción conciliadora de Maduro han provocado en Venezuela un estado de calamidades y desilusiones, que en la ciudadanía se ve aumentar cada día su indignación contra la burguesía y contra el gobierno.
Este fenómeno político-social, hace que la actitud de los ciudadanos en este momento electoral, adquiera una importancia política indiscutible, pues quien descifre el rumbo de la indignación, tendrá ventajas que jugarán a su favor a la hora de elegir.
A la derecha le conviene exaltar la “inoperancia del gobierno y su torpeza” en la solución de los problemas económicos, lo mismo que las debilidades políticas del presidente; pues el papel del presidente, está relacionado con la mitología de Chávez y el socialismo del siglo XXI. Y de esta manera, atacar a Maduro es como embestir a Chávez y al socialismo.
Sin embargo, una cosa es la mitología de Chávez que vive en la conciencia del pueblo venezolano y otra tener conciencia de las fallas o variaciones y desplazamientos que el presidente Maduro y parte de la dirigencia del Psuv y del gobierno han experimentado, hacia la socialdemocracia. Este es otro tipo de indignación, que lleva al pueblo consciente a cuestionar el proceso eleccionario de candidatos francamente conocidos que se mueven dentro de los linderos socialdemócratas. Esto, no lo perdona el pueblo consciente. Es por ello que no pueden obligarlo a votar por el Psuv, pero el pueblo puede votar por otro partido del GPP: tal vez, por los comunistas, por Poder Laboral = Marea Socialista u otro. Y en última instancia, por los candidatos del Psuv que se han mantenido fieles al socialismo y a Chávez. Pues en esta complejidad electoral del voto proporcional o en otro caso, voto cruzado, cuenta mucho para los partidos pequeños, la cantidad de votos acumulados.
Podría ser que, las elecciones no han perdido todavía, el valor histórico que sirve de soporte y apoyo de renovación del proyecto socialista, y si se está arrecho con los desviados hacia la socialdemocracia, y si todavía no ha nacido una alternativa política electoral o revolucionaria que sustituya al Psuv:
¿Cuál es el camino?
Unos han tirado líneas de alejamiento del chavismo, otros se han distanciado del Psuv, otros buscan crear alternativas electorales y revolucionarias, otros movilizan sus fuerzas no Psuvistas apoyando el proceso electoral, etc.
Ahora bien, ante las desilusiones y las arrecheras, creo que en perspectiva, va a crecer el voto de los partidos izquierdistas pequeños y sin eufemismos baladíes, pienso que esa sería la mejor lección que dan los revolucionarios al desvío socialdemócrata del Psuv. Fortalecer la diversidad en la unidad y para ello, se tiene que votar.
