Nueva izquierda, o la misma mica con diferente cola

Las nuevas izquierdas que se plantean como alternativa la superación de lo que la dirección actual del partido y del gobierno no han sabido realizar del socialismo, están históricamente condicionadas a la lógica política que dominan la social democracia y el bloqueo económico capitalista, por ser parte integrante de la realidad social vigente. Solamente que las nueva izquierdas venezolanas son la expresión de una parte de la productividad teórica de la crítica socialista contemporánea mundiales.

Ojo, con esto: lo fundamental no es aquí la crítica a Maduro, al partido o al gobierno, sino la formulación de una de las cuestiones cardinales de la revolución: la relación entre la historia y la realidad actual, entre el proyecto teórico y la realidad humana, entre lo pasajero y lo duradero. De otra manera, lo particular de la problemática que sin resolverlo no se puede llegar a lo general es la influencia política que la socialdemocracia y el bloqueo económico ejercen en la revolución.

Este es el principal problema que tiene que resolver la nueva izquierda venezolana, y buena parte de la solución depende de que si no se formulan con claridad los problemas que atraviesa la puesta en marcha del socialismo, las medidas que se tomen para solucionar los problemas económicos, políticos y sociales serán, algo distinto a lo que se espera del socialismo.

El problema principal no es si el discurso del gobierno o de la izquierda crítica coinciden con lo planteado en el "Plan de la Patria" o con las ideas del "socialismo del siglo XXI", o del "socialismo real", sino que si se el proyecto socialista va a sobrepasar las limitaciones o la crisis que la sociedad paradójica (capitalista-socialista) le imprime. Si el proyecto socialista continuará siendo el proyecto por el cual Chávez, el pueblo y los revolucionarios auténticos han luchado y entregado su vida y su tiempo.

El problema fundamental es si Maduro, el gobierno y las izquierdas, incluidos los comunistas son capaces de concretar la continuidad del proyecto socialista iniciado por Chávez, a pesar de las variantes y agresiones experimentadas por el proceso revolucionario en su desarrollo.

Si se reflexiona en que la social democracia es una variante política reformista y la guerra económica la principal agresión que sufre el proceso revolucionario venezolano, la pregunta que resulta, es: ¿Será posible que las izquierdas críticas concreten la productividad de sus planteamientos, sin romper los límites y restricciones que imponen las variantes socialdemócratas y el bloqueo económico? Por mucho que se cuestione al gobierno y al capitalismo, como sucede en la crítica que se realiza desde aporrea, marea socialista, y muchos más, sino se rompe con la socialdemocracia y con las restricciones económicas impuestas por los capitalistas, el advenimiento de una nueva izquierda es dudoso.

Sin embargo, existe una crítica diferente en los últimos artículos de Toby Valderrama y en la crítica constante de Roland Dennis. Ellos, van mucho más allá de la crítica tradicional, incluso de los planteamientos de Marea Socialista. Puesto que para ellos, no basta desarrollar un conjunto de actividades políticas que muestran la buena disposición al cambio si los actos que resultan, una vez haya sido creada la buena disposición, estriban en repetir, de otra manera (que no es lo mismo pero es igual) lo que la variante socialdemócrata y las restricciones democráticas burguesas obligan y condicionan a mantener como dinámica política del momento (Colaboración de clases y elecciones).

Lo fundamental es que para Valderrama y Roland. Dennis, la sociedad socialista es el elemento constitutivo de la existencia de una clase social determinada, el pueblo. El socialismo no puede concebirse sin los trabajadores del campo y la ciudad, en el poder. Un proyecto político popular con capacidad de concreción y continuidad que demuestra su propia vitalidad rompiendo ataduras burguesas, capitalistas y reformistas y estableciéndose como sociedad nueva.

De ahí que si aparece otra izquierda sin proyecto socialista definido, sin que se plantee el problema de ruptura con la socialdemocracia y con la propiedad privada fuente de todo mal, sería la misma mica pero, con diferente cola.



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Memo Fernández


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