La moral revolucionaria, la crítica y los mareados de izquierda, después del 28J

De las elecciones del 28 de junio pueden hacerse multiples lecturas y tomarse grandes lecciones que bien elaboradas desde la construcción colectiva pueden contribuir a corregir el rumbo para garantizar el triunfo en las elecciones para diputados a la Asamblea Nacional del 6D. Lo que no puede ocultarse es que fue una demostración de lealtad al legado del comandante Chávez de un pueblo que se encontraba paralizado y aparentemente confundido por las profundas dificultades provocadas por la guerra económica y el asedio comunicacional interno y externo y aun así salió, sorprendiendo a muchos con su participación activa, emotiva y protagónica.

Claro que los lineamientos de participación paritaria de genero y de juventud y no tanto, además de la limpia campaña que se desarrollo en casi todos los circuitos contribuyeron a la alta participación, pero fue la conciencia del pueblo de que los cambios estructurales que ha iniciado la revolución son la única vía que garantiza la satisfacción de las verdaderas necesidades del pueblo pobre y que a pesar de las grandes dificultades cotidianas que le causan gran arrechera y la crítica constante a nuestros errores y omisiones no son suficiente razón para abandonar el camino de la construcción del socialismo y que apuestan a la revisión, rectificación y reimpulso pero rendirse jamás.

También es justo reconocer que mucha de nuestra base electoral se abstuvo de votar pero la gran demostración que dimos los participantes definitivamente puede ser usada para levantar la moral de los que, confundidos por la guerra económica, dicen haber dejado de ser chavistas, hoy podemos decir con la seguridad de que sumará gente a nuestro favor que quien afirma que dejó de ser chavista nunca lo fue y el que lo es nunca abandonará el proyecto de chávez que es el mismo de Bolívar. Sin caer en triunfalismos absurdos y peligrosos, hoy podemos utilizar esta coyuntura para reideologizar al pueblo y con ello repolitizarlo para que asuma la participación protagónica como bandera de democracia popular contraponiendolo y confrontando al sistema explotador capitalista verdadero enemigo de clase, es decir repolarizando la lucha entre dos modelos antagónicos.

Por suerte el enemigo capitalista mantiene su prepotencia y su complejo de superioridad y se niega a reconocer los logros de la revolución, por eso preferirán hacer el ridículo engañando a su gente y a ellos mismos con argumentos vanales sobre cualquier estupidez para desmeritar el gran episodio victorioso que vivió el pueblo chavista que aun en este escenario de especulación, escasez provocada, inflación y dificultades económicas se mantuvo fiel al legado del comandante Chávez

El alto nivel de conciencia revolucionaria de buena parte del pueblo chavista no permitirá que nuestra dirigencia se embriague de triunfalismo y trate de utilizarlo para tapar las rectificaciones necesarias e inmediatas. Este pueblo conciente exige que se le escuche efectivamente, que el gobierno trascienda la burocracia institucional e instale un dialogo abierto con el pueblo trabajador para en conjunto tomar correctivos que nos permitan salir del atolladero en que nos encontramos, si queremos recuperar esos ocho millones de votos del pasado debemos dar pasos que renueven la fe y esperanza en la transformación de la sociedad. Que nadie se equivoque e interprete el triunfo del 28 de junio como un visto bueno a la gestión de gobierno pues si bien es cierto que la guerra económica de la derecha es la responsable de la actual crisis, no es menos cierto que nuestros errores y omisiones han sido el combustible para que el ataque sea tan efectivo. El gobierno no puede dar la impresión de estar cruzando los dedos para que aumente el precio del petróleo para enfrentar eficazmente la guerra económica, debe convocar crudamente al pueblo a enfrentar tiempos difíciles pero de construcción de un mundo nuevo, de acción transformadora revolucionaria.

Presidente por dios, abra si quiere el dialogo con la derecha, pero déle prioridad al dialogo con la izquierda, con ese pueblo chavista que sigue leal a la revolución pero está indignado por la aparente debilidad para defenderlos de la guerra económica y la poca esperanza de cambio que estamos demostrando desde instancias de gobierno (al menos eso es lo que percibe nuestro pueblo chavista).

Y por izquierda no me refiero a los MAREAdos que se declararon enemigos del proceso revolucionario dirigido por el comandante obrero y dedican todo su esfuerzo en acabar con su piso político con el supuesto propósito de retomar la “verdadera revolución”. Esos “camaradas” al igual que la derecha no están interesados en el dialogo constructivo que permita enderezar el rumbo pues tienen su propio proyecto y utilizan las contradicciones persistentes aun en esta transición para atacarlo diciéndose los “propios chavistas” pero en nada atacan las contradicciones esenciales de la derecha. Ellos también deberían dar una lectura apropiada al mensaje del pueblo chavista que indica que quiere rectificación de la direccionalidad no cambio de vía porque está conciente que el divisionismo solo favorece al verdadero enemigo de clase y que no hay tercera vía posible, sino pregúntele al Falson de Lara quien fue el primero en plantearla y terminó como líder presidenciable de la derecha.

Presidente con el decreto de Obama tuvimos la oportunidad de repolitizar y repolarizar pero se perdió el impulso porque no se generaron indicadores de cambio de la situación, no deje pasar esta oportunidad, estamos con usted y tenemos la suerte echada al acompañarlo pero abrase, rompa el cerco burocrático y construya soluciones con el pueblo directamente, sabemos que no es fácil pero estamos seguros que Chávez no se equivocó al exigirnos apoyarlo, tiene otra oportunidad de oro para demostrarlo.


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Noel Peralta Barreto


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