Este artículo es importante para la historia política de Venezuela, porque evidencia el daño político que los gobiernos de los partidos Acción Democrática y Copei le hicieron a la economía del país durante los años 1958 hasta 1999. Además, demostró la crisis social que confrontaba en el país. Que contribuyó al triunfo electoral del Presidente Chávez en el mes de diciembre de 1998. Hago público nuevamente el documento publicado por la Conferencia Episcopal Venezolana. Son algunas conclusiones del Encuentro de la Sociedad Civil convocado por la Universidad Católica Andrés Bello, bajo el patrocinio de la Conferencia Episcopal Venezolana, donde el Monseñor Mario Moronta Obispo Auxiliar después de la rebelión militar del Comandante Hugo Chávez Frías del 27 de Febrero de 1992, señaló lo siguiente:
"El Episcopado venezolano viene abordando la situación nacional que presenta un grave deterioro en los últimos años. Las rebeliones del 27 de febrero de 1989, del 4 de febrero y del 27 de noviembre de 1992, en buena parte reflejan el agotamiento de la manera actual de hacer política, economía y de todo aquello que tiene que ver con una convivencia digna y justa para todos los venezolanos"(…)"Es necesario un renacer moral y espiritual (...) Los obispos venezolanos somos cuidadosos en no pecar en posiciones partidistas, ni arrogarnos competencias que están fuera de nuestra misión. Por eso exhortamos a todos los venezolanos para que aporten sus específicas competencias y preparación técnica para producir soluciones".
(...) Exposición de Luís Ugalde, S.J. en el evento. "Presentamos los consensos y disensos que un cualificado equipo con un exigente trabajo intelectual, ha encontrado en las ponencias presentadas en este Encuentro Nacional de la Sociedad Civil. (...) La sociedad civil sabe lo que no quiere, pues lo sufre cada día, en esta sociedad de miseria en la opulencia, surge con claridad el necesario y deseado horizonte de bienestar compartido"(...) "La Sociedad Civil para salir de la maldición no deseada y llegar con éxito a la tierra deseada, donde el trabajo produzca dignidad y vida necesita un proyecto, que sustituya a los ya muertos y caducos. El país exige un nuevo sentido de lo público que permita recuperar esta dimensión de la vida venezolana, de ese inmenso saqueo al que ha sido sometido por lo menos, en los últimos veinte años"(...).
"Finalmente, la sociedad civil sabe que nada de esto es posible sin una verdadera revolución educativa que lleve a esta sociedad anestesiada por la renta petrolera, cómplice de corrupciones y despilfarros a otra más organizada, con mayor capacidad productiva, con mayor espíritu de contribución y de vigilancia pública" (...) El Coordinador Luís Pedro España, referente al área social expreso: "Todas ellas partieron del diagnóstico evidente, donde la calidad de vida del venezolano ha descendido tendencialmente en los últimos 12 años a niveles alarmantes, los cuales se expresan en un aumento de la pobreza en el país en poco menos del doble entre 1978 y 1989".
Estas críticas fueron importantes por parte de nuestra iglesia católica y me constan porque participe en dicho evento, lo inexplicable del asunto, es que cuando llega el gobierno del Presidente Hugo Chávez que mejora la calidad de vida de los venezolanos, la iglesia católica se opone y comienza a conspirar contra el gobierno. Debemos recordar que el Ex rector UCAB, días antes del golpe de estado del 11/04/2002, en un acto de los partidos de oposición le levantó las manos a Carmona Estanga y Carlos Ortega. La iglesia venezolana se confabuló para hacer realidad el golpe de Estado y todavía mantienen su actitud golpista, en contra de los pobres que ellos dicen defender y están siendo beneficiarios del gobierno socialista y chavista. El comandante Chávez y el Presidente Nicolás Maduro continúan haciendo realidad la justicia social solicitada por nuestro señor Jesucristo, el primer socialista sobre la tierra. Afortunadamente, el Padre Francisco viene denunciando esta doble moral de la Curia Vaticana en sus últimos sermones. Estas críticas de su Santidad, no han sido admitidas por la décima tercera Asamblea Ordinaria de la Conferencia Episcopal Venezolana.
