Carbón (dólares) vs. Agua (vida), he ahí el dilema

Este año es decisivo para el estado Zulia, para su población y para sus ecosistemas. El biotopo de los ecosistemas de la Sierra de Perijá en el noroccidental Municipio Mara del estado Zulia lucirá desforestado y horadado por efecto del modelo extractor minero de carbón, para asistir el sistema logístico de otros países.

Esto alterará el ciclo del agua y dará cuenta de una gran biodiversidad, incluyendo la población humana, más de dos millones de personas. Esta amplia región marense está incluida en el sistema montañoso occidental del estado Zulia, la Sierra de Perijá. El ciclo del agua ha provisto de una cuenca de ríos dentro de los que se incluyen los ríos Maché, Manuelote, Cachirí-Tulé y que proveen de agua tanto a este municipio en la subregión Guajira, como a los Municipios Maracaibo, Jesús Enrique Lossada y San Francisco de la subregión Capital y el Municipio Miranda de la subregión Costa Oriental del Lago (C.O.L.).

Es de notar que una de las consecuencias los trabajos del segundo canal de navegación aún en pleno funcionamiento, fue la salinización las regiones aledañas al río Limón, magno río de Mara. Las tierras más altas y alejadas de la desembocadura de ese río quedaron como opción de resguardo de la biodiversidad y del desarrollo agropecuario.

Por su parte Maracaibo fue conquistada y colonizada por españoles y alemanes, estableciéndose en la cercanía del "caño del manglar", río que hoy conocemos como "la cañada Morillo" y que aparentemente resumía aguas provenientes de lagunitas y "ojos de agua" del sector hoy conocido como Cañada Honda. El río del manglar en los primeros períodos de la historia zuliana fue una fuente de agua dulce.

Maracaibo vivió entonces hasta mediados del siglo XX con la provisión de agua desde algibes (depósitos subterráneos domiciliarios que guardaban el agua de lluvia escurrida desde el techo y patio de la casa), pozos y las salobres aguas del Lago de Maracaibo (llevada en recipientes cargados por burros). Para los años cincuenta construyen el canal de navegación actal y las aguas del lago adquieren una concentración de sal sódica que anula la provisión de esta agua para el uso domiciliario. Entonces San Francisco, Los Cortijos, La Hoyada, Las Tarabas, El Milagro y sus sistemas fluviales subterráneos apoyaron la solicitud hídrica de la ciudad marabina hasta hacerse insuficiente.

En pleno siglo XX se planteó traer un río a la ciudad y se buscó un supuesto cauce cerrado desde los ríos de municipios aledaños, si este era un río trunco que pudiera reabrise y convertirse en la provisión de agua segura para la ciudad. El direccionamiento fue hacia el Municipio Mara. Estudios que comprobaron la inexistencia de tal obstrucción de cauce y que permitió conocer la presencia de las cuencas de los ríos Cachirí-Tulé y Manuelote. Todo ese conocimiento terminó en el represamiento de ambos sistemas fluviales con la incorporación de sistemas de bombeo que trajo sus aguas hasta la capital zuliana.
La historia geológica sembró los bosques de pantanos en el seno de la litosfera y lo transformó en carbón, superficial prácticamente y una vez descubierta trastornó la tranquilidad de los marense y de los servidos por los sistemas de acueducto de las represas Manuelote y Tulé.

El ciclo del agua se ve Los sistemas montañosos y sus vegetaciones garan-
alterado con la devasta- tizan el enlentecimiento de las escorrentías superfi-
ción de montañas y ve- ciales, creando cuencas fluviales. Si se destruye
tación. las montañas y/o su vegetación, se altera esas
terísticas de la escorrentía superficial, hacién
dose éste más rápido desapareciendo así los cauces de los ríos. El desarrollo de explotación carbonífera consta de deforestación y desviación o devastación de cauces. Luego vienen las explosiones con dinamita, recolección mecánica y transporte al acopio, comercialización y transporte al destino final. Las mismas empresas carboneras no escondieron que ha disminuido la pluviosidad en la zona de Guasare y Mina Norte, todos pueden ir a ver cómo está disminuido el río Guasare. Al pasar este modelo de explotación de carbón a la zona de Cachirí, tenderá ha disminuir las cuencas de las represas de Tulé y Manuelote con la terrible escaces de agua. Quedarían más de dos millones de personas sin el vital líquido. El agua es vida y el carbón representa dólares al fisco nacional. He allí el dilema.



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Elio Ríos Serrano


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