Toma de decisiones maduras: ¿esotéricas, científicas o todo lo contrario?

Debemos aprender a examinar las cuestiones en todos sus aspectos, a ver no sólo el anverso de las cosas sino también su reverso. En determinadas  condiciones, una cosa mala puede conducir a buenos resultados,  y  una cosa buena, a resultados malos  (…)   Junto con reconocer que, en el curso general del desarrollo histórico, lo  material determina lo espiritual y  el ser social determina la conciencia social, también reconocemos y debemos reconocer la reacción que ejerce lo espiritual, sobre lo material, la conciencia social sobre el ser social y la superestructura sobre la base económica. Esto no va en contra del materialismo científico,  sino que, justamente, evita el materialismo mecanicista y defiende   el   materialismo dialéctico (Mao  Zedong.  Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo 27.O2.1957 y Sobre la Contradicción- 15.08.1937.  Obras Escogidas)

Si partimos de la idea  que “tomar decisiones” es la selección o preferencia que se hace sobre la base de varias opciones o alternativas que generalmente contienen  uno o  más  problemas para ser analizados y resueltos, donde se hace prioritario evaluar y elegir aquellas que    al final servirán para aplicar la que resulte más óptima o correcta, es evidente que todavía estaríamos en presencia de un esquema de dirección-gerencia  que pudiese resultar  simple y  mecánico en su esencia si omitiésemos  ubicarnos en un contexto cercano a la ideología  que  se  profesa.

¿Cuál es entonces es ese contexto fundamental que nos hace  falta considerar, si por ejemplo  queremos hallar una solución óptima a un  problema político,  económico,  social,  geopolítico  o  militar?

¿Por dónde guiarnos cuando se trata de tomar decisiones  en torno a la política monetaria,  cambiaria,  tributaria, educativa, sanitaria, internacional  o  a la relacionada con la propiedad de los medios de producción (privatización o socialización),  la flexibilización laboral,    la distribución de bienes de consumo masivo,  contrabando y otros problemas que afectan la calidad de vida de la población?

¿Cuáles serían las claves para saber  explicarnos ante el pueblo o para lograr distinguir las diversas iniciativas, propuestas  y respuestas que surgen desde las clases sociales  qué conviven en nuestro país y más allá?

Es evidente, que ante tan importantes interrogantes, se hace necesario examinar con la ayuda de una lupa y de una  brújula filosófica  sencilla,   el camino que a diario nos toca recorrer, en función de hallar la mejor forma de gobernar y ser gobernados, todo lo cual debe ir acompañado de decisiones cotidianas y extraordinarias  que nos aproximen a la transformación radical del  injusto sistema económico-social  en que todavía vivimos.

En consecuencia, a continuación se darán a conocer grosso modo, las cinco (5) principales y polémicas  corrientes del pensamiento universal que más han influido en la toma de decisiones en el mundo, en función de alcanzar soluciones a los múltiples problemas que confronta la humanidad.

  1. La  concepción  Esotérica como guía en la toma de decisiones.

Entendemos por esoterismo al conjunto de conocimientos que ideológica y culturalmente  se sustentan en planteamientos doctrinales orientados a realizar enseñanzas sobre creencias sobre-naturales muy antiguas  y    prácticas rituales en un ambiente eminentemente secreto o semi-clandestino, todo lo cual exige la participación de gente con diversos grados de preparación en ese tipo de creencia, tales como novatos, iniciados y consagrados o gente experta,  pero siempre encerrados en pequeños grupos de misterioso proceder, donde se explota la ignorancia  y se resalta la presunta existencia de hechos sobrenaturales que superan la ciencia.

 Es de advertir que la “filosofía” esotérica no es uniforme toda vez que puede conducir  las enseñanzas para hacer el bien o activar el mal. Así se tiene que en los tiempos de nazismo, las prácticas esotéricas a cargo de los jerarcas del régimen se hicieron cotidianas y se orientaron a sostener confrontaciones importantes entre los años que van desde 1935 a 1945, hecho que se resalta no porque  haya sido nuevo, sino por el acompañamiento de  ocultas ideas que formaron parte esencial en la toma de decisiones que culminó con la matanza de más de 120 millones de personas en el mundo.

Sociedades al estilo de la  logia Vril y laThule, dan cuenta de la importancia de esas mini y ocultas congregaciones que contribuyeron a impulsar acciones de una dudosa bondad pública. Libros como “El Retorno de los Brujos”, “La Cruzada contra el Grial”, “La Corte de Lucifer” entre otros, son reflejo de la inquietud por conocer y exponer sobre temas esotéricos, que por cierto no sólo se produjeron en el siglo XX, sino que fundamentalmente se cultivaron en épocas muy pretéritas y en especial en la edad media.

Escritores como Jacques Bergier y Louis Pawels, en su libro “El Retorno de los Brujos” (1961), investigan y exponen desde una posición crítica a la ciencia y a las religiones tradicionales, sus puntos de vista donde resaltan la alquimia, critican al positivismo, adoptan una actitud ambigua entre los  cultos  esotéricos y lo científico e intentan explicar algunos fenómenos naturales, vinculándoles con la parasicología y ubicándolos por encima de los postulados de la ciencia actual. En todo caso, dejan la puerta abierta a la investigación cuando afirman: “No nos lo creemos todo, pues es necesario examinar todo lo que pase por nuestra vista,” en este sentido, se propusieron develar presuntos “misterios que reposaban en las sombras”.

En síntesis, a partir del siglo XX, surgen un grupo de escritores que intentan recordar y remozar   los planteamientos esotéricos   de los “brujos”  utilizando para ello herramientas parcialmente científicas mezcladas con presunciones sobrenaturales, que en la mayoría de los casos intentan  ocultar la lucha de clases y la explotación entre los seres humanos.

  1.  La concepción religiosa

Sus basamentos esenciales son:

  • Creyentes en uno o más dioses. Todo lo que existe en el universo es consecuencia de la creación de uno o varios seres inmateriales llamado dios o dioses.
  • Creencias  en que el  dios o los   dioses  no fueron creados por nadie. Todo lo que existe si fue creado por un dios o varios dioses.
  • Adoradores de uno o más dioses. Este ser o seres son tan poderosos, inteligentes y buenos que están muy distantes de los humanos que habitan la tierra, por lo que merecen un trato totalmente desigual que no tiene límites en lo grande que debe ser valorado.
  • Cumplidores de los diez mandamientos de dios. Mediante una especie de código se le exige a los religiosos cumplir entre otros preceptos con: no matar, no robar, no mentir etc. ¿Cumple la mayoría con estas reglas de conducta? 
  • Premiados o recompensados. El que en definitiva tiene el poder para premiar o castigar es un ser supremo llamado dios o varios seres superiores llamados  dioses. Al ser humano se le enseña a tener una conducta que aspira a la recompensa por lo que haga, para lo cual debe estar acompañado del miedo de que si no hace bien las cosas,  no será  premiado en el cielo.    
  • Castigados o sancionados. Si el ser humano actúa mal, debe tener conciencia que uno o más espíritus lo sancionaran. El temor o miedo a ser castigados llevaría a los seres humanos a tener una conducta favorable a las reglas que supuestamente fueron establecidas por las divinidades.
  • Capaces de arrepentirse y en consecuencia ser perdonados por su dios o los dioses en los que creen. Desde los emperadores romanos que esclavizaban hasta los “Espartacos” que fueron martirizados, todos en general deben arrepentirse, vía expedita para obtener el perdón y así disfrutar de  la salvación eterna.
  • Sujetos de la compasión ocasionada por el sufrimiento sentido por Jesús Cristo cuando fue azotado y crucificado  ¿Es esta una conducta  sado-masoquista o un  dogma de fé?
  • El gran poder de dios o de los dioses: se sostiene que lo bueno o malo que sucede está planificado y guiado por la (s) divinidad (es). Por tanto, los religiosos hablan del “gran poder de dios”.  Si por ejemplo un trabajador  se  cae de un andamio, y pierde un brazo y una pierna, este debería dar gracias a dios por sólo haber quedado herido y no se mató etc. Reconocen que las guerras son crueles, pero si estas existen es porque dios así lo ha querido. Todo lo que pasa está permisado por dios o los dioses en que se dice creer.
  • Los planteamientos contenidos en la biblia, el Corán y otras escrituras antiguas, son considerados sagrados y de obligatorio cumplimiento. La explotación del hombre por el hombre y otras injusticias consecuencia de la lucha de clases son ignoradas, a pesar de que Cristo  fue quien dijo: “primero entrará un camello en el hueco de una aguja que un rico en el reino de los cielos.”
  • La presencia de papas, reyes, partidos socialcristianos, socialdemócratas (parcial) y otras organizaciones conservadoras sustentadas en dictaduras militares de ultraderecha, constituyen la gran plataforma que sirve como sustento ideológico para la toma decisiones de la corriente que se viene analizando.  Recordemos que en plena “revolución francesa” los más reaccionarios se sentaban del lado derecho en el parlamento o Asamblea.
  1.  La concepción sustentada en la “Teología de la Liberación”

Esta posición tuvo su mayor expresión pública con motivo del “Concilio Vaticano II” (desarrollado entre los  años 1959-1965, bajo la rectoría de Juan XXIII y Pablo VI)  y  la Conferencia de Medellín-Colombia en el año 1968, sin menoscabo de algunas manifestaciones similares de  otras  iglesias cristianas.

  Los planteamientos esenciales de la Teología citada, son:

  • Coinciden con la mayoría de las religiones del mundo, en cuanto a la existencia de un ser supremo o dios único, así como el cumplimiento de sus principales rituales.
  • Tienen conciencia   del  devenir histórico y social, donde se considera que el hombre debe ayudar a liberar y transformar el mundo, y  no dejarlo a “la buena de dios”
  • El análisis de las ciencias económicas y sociales forman parte de su empeño por trabajar aquí en la tierra por un mundo mejor.
  • La pobreza es vista como consecuencia de las relaciones sociales de producción  existentes y no como una bendición dios o de los dioses, razón por la cual hacen causa común con movimientos revolucionarios o progresistas que también buscan la liberación de los que menos tienen  u oprimidos por  la sociedad de consumo. En este sentido algunos de sus líderes han cuestionado fuertemente la actitud complaciente de la cúpula  de la Iglesia Católica con las clases ricas que explotan  a  los  más  pobres y que generalmente  están asociadas a gobiernos de corte dictatorial.
  • En muchas de sus decisiones y actuaciones se asemejan al cristianismo primitivo que tendía a socializar la convivencia entre la gente.  Hombres con Ernesto Cardenal, Camilo Torres y Paulo Freire han liderado esta famosa corriente.
  1. Concepción  mercantilista-capitalista  

Esta posición es eminentemente pragmática, independientemente de  si sus  adeptos  profesan o no alguna religión o expresión esotérica típica.

La esencia de este pensamiento es como sigue:

  • La religión y la ciencia juegan un papel completamente secundario para su toma de decisiones, las que   están guidas por preceptos  capitalistas, el imperialistas, donde predomina el belicismo.
  •  Las actividades que despliegan a diario deben producir bienes y servicios bajo los preceptos de obtener la mejor rentabilidad  posible en sus negocios y acumular todo lo que se pueda en bienes y en dinero.
  •   En su agenda no cuentan la resignación, el pecado, el perdón, la  penalización sobre lo malo, salvo cuando  esto último  trate de hechos que afecten a sus intereses materiales y/o políticos.
  •  La generación de riquezas no tiene límites en ningún sentido, de allí que en su afán por acumular grandes riquezas son capaces de asesinar,  robar “legalmente,” financiar guerras, mercadear drogas, especular con bienes de primera necesidad,  corromper a  los tribunales, explotar a los trabajadores  y en general delinquir sin ningún tipo de escrúpulos.    
  • Para incrementar sus riquezas dañan la ecología,  fabrican  armas,   contrabandean,  asesinan a  revolucionarios y propician  guerras a nombre de la libertad.  Para todos estos actos criminales se valen de gente que afirman ser creyentes de alguna religión.  
  • La toma de decisiones  fundamental que los guía, los lleva colocar gente del narcotráfico y paramilitares en la cúpula de los gobiernos bajo el control político, económicos y militar de USA y de la Unión Europea.
  • Concepción revolucionaria y   científica del mundo

Su base ideológica fundamental parte del análisis e interpretación de la historia, de la economía, la antropología, la sociología y en general de la totalidad del compendio de las ciencias sociales y naturales.  El comportamiento del ser humano debe ser consecuencia de una convicción profunda en que se debe proceder de buena manera, sin esperar a cambio recompensas de manos de  ningún tipo de dioses, y las infracciones cometidas contra el buen vivir deben ser sancionadas y castigadas según las leyes creadas y aprobadas por los  seres humanos.

En resumen, esta concepción  básicamente expresa:

  • Se tiene dudas acerca de cómo se creó el universo y su contenido, en consecuencia también se duda si hubo o hay espíritus sin materia que hayan creado el universo y a los seres humanos. Hay la tendencia en pensar  que fueron los seres humanos los que  crearon o inventaron a dios o a los dioses.
  •  No hay pruebas científicas que respondan a estas dos preguntas: ¿Fueron uno o más dioses los que crearon a los seres humanos? O ¿fueron los seres humanos los que crearon a uno o más dioses?
  • Adoración e infabilidad Cero. Todos los seres  humanos  somos  iguales por lo que nadie requiere ser adorado, aunque si debe ser  respetado en igualdad de condiciones. Es posible que si  existiese un dios o varios dioses, de conducta humilde, estos rechazarían presentarse ante el mundo como infalibles y  seres superiores a los demás, razón por la cual también rechazarían ser adorados a imagen y semejanza de los reyes que existieron y que todavía existen en algunas monarquías. Recordemos: “Si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y  haremos que nos obedezca” Simón Bolívar en Manifiesto de Cartagena.
  • Cumplimiento de principios, valores y leyes favorables al bienestar de la humanidad. La teoría científica y revolucionaria, llamada en el  siglo XIX “Socialismo Científico,” (véase C. Marx y F.Engels)  está de acuerdo en que los seres humanos requieren  vivir en sociedad de una manera pacífica, productiva, honesta y en paz, sobre la base del respeto mutuo a nivel personal y colectivo (en esto su código de conducta es parecido al de casi todas las religiones). El establecimiento de derechos y obligaciones, en condiciones próximas a la igualdad y la fraternidad, es esencial para la convivencia pacífica  en este mundo.
  • El logro de resultados que beneficien a la colectividad en su conjunto,  es visto por los militantes  de esta concepción como un agregado de valor de primer orden, mientras que el incumplimiento de las leyes, códigos y similares debería conducir necesariamente a sanciones y penalidades aquí en la  tierra.
  • Premios o recompensas: esta teoría  basada en lo científico y lo revolucionario, le otorga un gran valor al cumplimiento de las leyes y reglas establecidas que vayan en beneficio de la justicia social y la paz, motivo por el cual mediante el estudio, la investigación y el trabajo organizado sin explotación, donde  los seres humanos se deben esmerar en alcanzar  logros beneficiosos para todos, eventos que pudiesen  conducir a que la gente reciba premios o recompensas  tangibles o intangibles  aquí en este planeta. El principio fundamental que rige  esta conducta es el de hacer bien las cosas, no por temor o miedo, sino porque existe una  profunda convicción de que  será en beneficio de todos.
  • Penalidades  o sanciones: ante una conducta trasgresora de leyes y reglas establecidas para la justicia y la paz social, se hace necesario que hayan penalidades, sanciones o actos similares establecidos por la sociedad. En este caso no se trata de esperar que en “un más allá” un dios o varias deidades  apliquen justicia valiéndose de un señor con afilados cuernos y un largo rabo enrojecido por el fuego que presuntamente ilumina al infierno. No, amigos míos, se trata de que mediante diversos mecanismos creados por las organizaciones sociales, se logre acabar con el terrorismo en sus diversas formas, la explotación del hombre por el hombre y otras modalidades del mal vivir que acompañan al sistema capitalista donde la mayoría de los seres humanos hacemos nuestras  vidas.
  • Independencia y soberanía, acompañan esta concepción, como se demostró con las victorias logradas  por los libertadores de América liderados por Bolívar  en el siglo XIX y con los movimientos de liberación nacional victoriosos en los países que hoy constituyen la ALBA, liderados por Fidel Castro y H.Chávez F. en el siglo XX y XXI.  

Las decisiones maduras y  fundamentales guiadas por esta concepción filosófica están dirigidas a transformar radicalmente la sociedad capitalista y a construir un mundo donde predomine la ciencia al servicio de la humanidad junto con  la aplicación efectiva  de  los principios y valores socialistas. La crítica y autocrítica,  definitivamente debe ser la espada que rompa con fuerza  la sociedad de cómplices que todavía nos amenaza…

 En resumen, se ha suministrado una apretada síntesis  de las principales corrientes que tienen la mayor influencia en la toma de decisiones de la gente en la actualidad. Ha quedado claro que lo esencial es que las grandes mayorías actúen guiadas por convicciones terrenales, especialmente   cuando se trata de luchar  en el campo político, económico, social y militar. En este sentido, es pensable que se entienda la importancia de resolver los problemas considerando los intereses de la colectividad como prioritarios, donde la lucha por el bien común, una justa  distribución de la riqueza basada en la eliminación progresiva de la explotación del hombre por el hombre y en la aplicación de leyes que obliguen a los empresarios y gobernantes a cumplir  con las leyes laborales, ambientales, tributarias, de salud y en general en todas aquellas normas y procedimientos que favorezcan la lucha por la equidad, la igualdad, la solidaridad y la paz con justicia social.



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Yolí José Núñez O.


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