Neo-imperialismo estadounidense y la revolución bolivariana

Los tiempos que ruedan son de transición; mucha agua ha pasado por debajo de todos los puentes globales desde la Caída del Muro de Berlín cuando los EEUU de América se adjudicaron la prerrogativa de autocalificarse como el poder en un mundo unipolar pero la Crisis de Wall Street, bien por lógica del desarrollo capitalista en estos tiempos de la post-modernidad, bien porque fuera una crisis inducida por el propio Imperio estadounidense, la real verdad ha sido que, producto de esa crisis, el Imperio estadounidense se ha visto en la real necesidad visto el real y estructural crecimiento objetivo de la República Popular China tanto en lo social, económico como militar de reflexionar e inducir una profunda reingeniería de todo el sistema geopolítico mundial y sus lógicas consecuencias aguas abajo, es decir, geoestratégicamente incorporando a las nuevas realidades mundiales a sus socios y aliados a los nuevos esquemas remozados del siglo XXI buscando un interesante desarrollo mundial hacia un mundo pluripolar y/o multipolar pero con ciertas y particulares características que le permitan al Poder y a la Casa Blanca como gobierno fundamental del Estado estadounidense ser el primus inter pares al mejor momento de la neo-Edad-Media como lo expresaría Umberto Eco.

En este orden de ideas, nos tenemos que precisar sobre el capitalismo. En esa inquietud académica, no doctoral, nos obligamos a preguntarnos sí el capitalismo desarrollado en el marco de la Revolución Industrial caminaba, inexorablemente, a su obligante expansión sistémica buscando sus lógicos desarrollos, en principio, a niveles estructural-económicos. Aquella realidad histórica sería definida por Vladimir Ilich Lenin como imperialismo. En este preciso momento del presente discurso, nos detenemos para conceptualizar alguna interrogante académica, por supuesto. Lenin definió esa expansión referida como fase superior del capitalismo. Ustedes, inmediatamente, percibirán que hemos suprimido el artículo determinado la. Lo hemos suprimido porque hay una profunda diferencia teórica entre el uso del artículo determinado la y la utilización del artículo indeterminado una. Sería de obligación académica conocer, en el texto original que quizás Lenin lo haya desarrollado en el idioma ruso con sus seis declinaciones, cuál artículo antecedió al concepto imperialismo.

¿Por qué proponemos esta inquietud? Sencillo, porque cuando utilizamos el artículo determinado la nos estaríamos refiriendo a que esa fase de expansión del sistema capitalista en su expresión imperialista sería la primera y única, históricamente, que se manifestaría por esa lógica del desarrollo sistémico del capitalismo en sus estructuras. En cambio, sí utilizamos el artículo indeterminado una implicaría, inmediatamente, que el propio sistema capitalista tendría que caminar por una serie de etapas obligantes que serían conocidas en sus expresiones temporal-históricas; es decir, que la Crisis de Wall Street, en caso de aceptar esa indeterminación, sería una etapa de ese catastrófico desarrollo sistémico del capitalismo con lo cual implicaría que no sería el sistema capitalista el que se encuentra en su profunda crisis actual sino el Capital como bien lo expresó el profesor Jorge Giordani.

Dicho lo inmediato anterior, pasemos al desarrollo actual de la geopolítica mundial y la influencia/imposición obligante que está produciendo e imponiendo Washington, mundialmente, a sus socios y aliados. En una simple comparación del desarrollo socio-económico mundial a partir de la década de los años 80 del siglo próximo pasado hasta las actuales realidades tanto de los EEUU de América como de la República Popular China y los avatares tanto de Rusia como de la Comunidad Europea han obligado al Poder y a Washington a diseñar, aprobar y asumir en praxis global decisiones que hemos conocido gracias a los medios de comunicación públicos y privados y, obviamente, a través de las redes sociales sin entrar, por ahora, en calificarlos moral y éticamente porque no es el objetivo de este texto.

En ese contexto internacional cabría preguntarnos sí Washington como conductor de la política exterior del Poder se equivocó en lo referente al diseño de su política bilateral con la República Popular China sin prever las capacidades reales de reingeniería profunda de toda la estructura de mando real y objetiva que ha conducido la política china tanto interna como exterior desde los hermosos jardines de Zhongnanhai (la nueva Ciudad Prohibida). La realidad ha sido que en ese desarrollo de reingeniería profunda sustentada en la política de reforma y apertura China ha ido en su desarrollo real convirtiéndose en una potencia regional posterior a sus equilibrios internos para, en las actualidades, ser un actor fundamental de la política internacional aunque, en nuestro criterio, algo limitante y limitada. Ese enfrentamiento entre ambas potencias, estadounidense y china, nos han involucrado a toda la comunidad internacional sin comerlo ni beberlo pero es una realidad a la cual no podemos evadir ni mucho menos ignorar particularmente para Venezuela cual está sumergida en un importante y fundamental proceso revolucionario de cambios profundos estructurales y super-estructurales nacionalistas y socialistas.

La contradicción que se ha desarrollado entre Washington y Beijing está impulsando cambios obligantes en el escenario internacional tal como lo desarrollaría Zbigniew Brzezinski en su texto: El gran tablero mundial. (Paidós. Barcelona, 1997, pp. 229) quizás sin alcanzar los actuales escenarios pero si marcando un camino en la referencia de su pensamiento radical contra-expresión-de-democracia-participativa de los pueblos.

Cuando analizamos con serenidad intelectual los movimientos que ha venido decidiendo Washington desde la Crisis de Wall Street percibimos como se han impulsado cambios radicales en ciertos países. La tesis Bush, hijo referida a Iraq y Afganistán es tan bien sustentada como aquella del barco en el golfo en Vietnam pero útil en función de objetivos muy concretos bien conocidos actualmente. En ese mismo orden, el proyecto Libia golpeó tanto a la Comunidad Europea como a la OPEP. El escenario de Egipto ha sido y se ha desarrollado patética pero inteligentemente en el plano ideológico-religioso en el marco referente propuesto por Samuel Huntington. La realidad en pleno desarrollo en Siria busca consolidar a la cabeza de playa de El Líbano y en las actuales realidades vemos como algo así como de repente conocemos que en Ucrania hay problemas. Pero ello no queda solamente en el Mediterráneo y en la Europa occidental sino que se ha trasladado a la Región de Asia y el Pacífico cuando sin ningún miramiento ni disimulo Washington ha decidido renovar acuerdos de Defensa y Asistencia Militar Mutua con Corea del Sur, Japón, Taiwan, Filipinas, Australia y algunos otros países de la ASEAN como Singapur, Malasia, Tailandia. En el marco referente de esas decisiones, conocemos que tropas estadounidenses estacionadas en Alemania han sido trasladadas a una nueva base militar en el norte de Australia justo en el estrecho entre Australia y Timor Oriental de aguas profundas. Todo ello define aquello que José Vicente Rangel Vale quien lo ha calificado como la nueva política Obama.

Ahora bien, salta la pregunta siguiente: ¿Cuál es la debilidad del Poder y de Washington en el marco de ese desarrollo de la nueva política Obama visto el desarrollo de la actual guerra de mediana intensidad que se viene expresando mundialmente? Sencillo, el petróleo y el gas natural.

Pero no solamente es la energía sino sus consecuencias, es decir, los precios sobre el barril de crudo y gas que impactan, directamente, los costos obrero-industriales en todo su escenario real; también hay que considerar las rutas marítimas, los seguros y las distancias del transporte de esa energía no renovable; ello impone, inmediatamente, el control militar de esas rutas marítimas; aguas abajo del desarrollo de la nueva política Obama se debe considerar la relación consumo-mercado-exportaciones; y, por último y fundamental, las finanzas internacionales. Esas y otras variables obligan al Poder y a Washington conjuntamente con sus socios y aliados a decidir y asumir ejecutando una seria de decisiones geoestratégicas para confrontar las realidades en contrario, es decir, sus contradicciones y, en última instancia, evitar los cambios fundamentales que se impactarían en el desarrollo de la actual reingeniería del sistema capitalista.

Atención, hemos escrito refiriéndonos sobre la actual reingeniería del sistema capitalista por lo cual estamos considerando que ello no significa que el propio sistema capitalista vaya a desaparecer de un plumazo, sostener esa tesis es de una muy seria incomprensión de los significados tanto de los desarrollos lógicos de las estructuras económicas de ese sistema capitalista como conocer para su reflexión de los necesarios cambios en la super-estructura que sustente y sostengan las diferentes variables que se van expresando en ese desarrollo lógico del sistema capitalista. Por ejemplo, la expansión industrial que obligó la Revolución Industrial a la corona británica, fundamentalmente, en el continente asiático cual se desarrolló con sangre y religiosidad tenía que sustentarse en paradigmas jurídicos internacionales que justificaran aquellas políticas al tiempo que equilibraran las relaciones internacionales entre las testas coronadas europeas y, posteriormente, la entrada en escena tanto de los EEUU de América como del Japón. A ello nos estamos refiriendo cuando en las actuales circunstancias internacionales conocemos los caminos del FMI, el Banco Mundial, el Banco Central Europeo cuales se van imponiendo en pautas coordinadas a los gobiernos de socios y aliados según las lógicas circunstancias de los cambios propuestos e impuestos al tiempo que desde Washington se va proponiendo TLC acá y a cuyá y por doquier sin miramiento alguno al concepto nación que tanto dolores de cabeza le ha traído a los países de este globo terráqueo.

Pero esa realidad tiene que ir acompañada, necesariamente, con una política geo-mundial-militar estadounidense. Por ejemplo, son interesantes las presiones que se ejercen desde el Pentágono sobre todos los miembros de la OTAN para que aumenten sus presupuestos nacionales militares. Esa presión la pudimos conocer cuando el Pentágono no se involucró, directamente, en el escenario bélico en Libia, Siria, Egipto y Ucrania sino que le ha dejado esa papa caliente a la Comunidad Europea en contrario al escenario en desarrollo actual en la Región de Asia y el Pacífico incluidas las costas americanas desde el norte hasta el sur del continente.

En el marco de esas realidades donde sí se ha involucrado el Pentágono es en su presencia naval en el puerto español de Rota cual entrada y salida del Mare nostrum. Donde sí se está involucrando es en su presencia en aguas del golfo para actuar sobre el escenario actual en Iraq. Donde sí se está involucrando es en los puertos de aguas profundas en Filipinas y en Vietnam. Donde sí se está involucrando es en Okinawa, Taiwan, Corea del Sur, en Alaska y el estrecho de Beríng. Donde si se está involucrando es con la 4ta. Flota en el Caribe y sus visitas humanitarias en las costas occidentales americanas. Es decir, la estrategia del collar se viene desarrollando en sus tiempos correspondientes. En ese marco, nos preguntamos: ¿están los EEUU de América rodeando a Venezuela como lo está desarrollando con Rusia y China, actualmente?



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Miguel Ángel Del Pozo


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