Chávez es todo

            Cada vez me siento más orgulloso de ser chavista. ¡Y qué cosa no! Mientras más lo veo más le descubro grandes cosas que antes no veía. Cómo será de grande la obra de Chávez, que desde hace rato acreditadas y prestigiosas universidades de Europa dictan  cátedras sobre La Vida y Obra de Chávez. Y eso ocurre mientras una cuerda de bolsiclones domésticos se empeña en ningunearlo.

            Chávez es tan grande que aún de muerto gana elecciones y ejerce con creces su liderazgo. Chávez está posicionado en el alma y en el corazón del pueblo como una marca de fábrica. Chávez no es Chávez Chávez es pueblo. Decir Chávez es decir colectivo, socialismo, amigo, paladín de los pobres. Chávez es casabe y pescao seco, arepa rellena de cazón, es muchacha casamentera. Chávez es universitario y obrero, es portón de compañía, chimenea de fábrica y fogón de ranchería. Es guatán de pescador artesanal. Chávez es deporte, entrenamiento y premiación por el logro obtenido. Es humildad y hopnestidad a toda prueba. Es el joven recién graduado. El maestro de escuela, el colector de un autobús. El taxista y el gruero particular. Es una lágrima y un ramillete de carcajadas. Es Limardo. Es Antonio Cermeño. Es la niña calva por quimioterapia que le regaló su bandera.  Es un trompo enrolladlo y suelto y bailarín. Es fuerte como el acero ante las injusticias y frágil como una porcelana china ante su nieto El Gallito y todos los niños del mundo.

            Chávez es Canaimita, vivienda y bien equipada;  puentes, carreteras, lentes gratis, pensión homologada; soldado y tropa, bombero y policía, educación y salud gratuita, y alimentos subsidiados. Chávez es reducción de la pobreza extrema, cupo seguro en la Universidad. Chávez es el barrio, con sus alegrías y sus tristezas. Chávez es UNASUR, CELAC, Petro Caribe, PDVSA, Telesur, Radio del Sur, Ciudad Caribia; es Metro, Ferrocarril, Metrobús,  Teleférico de Mérida y Teleférico del Guaraira Repamo.   

            Chávez es el rechazo del pueblo a la guarimba; su aceptación al Carnaval 2014  como desatención clara y determinante a la nociva guarimba. Chávez es la dignificación de los adultos de la tercera edad.   Chávez es el Hospital Cardiológico Infantil Latinoamericano Dr. Gilberto Rodríguez Ochoa. Los dos nuevos puentes sobre el Orinoco. Chávez es un coñazo de viviendas, de campos deportivos, de escuelas, de autopistas, de carreteras, de vías de penetración, de millones de pensionados del Seguro Social. Chávez es incremento de salarios, es la Nueva Ley del Trabajo, analfabetismo cero, mas venezolanos con servicio de agua potable y de aguas servidas. Chávez es más becas, más escuelas, mas universidades, mas comida para los escolares, más asistencia médica para los pobres.

            Chávez es todo. Victoria y alegría, solidez de victorias electorales, más pueblo bueno y revolucionario. Chávez es joropo y galerón, Orinoco y Mar Caribe. Viento en popa y buena brisa. Es canto recio y ligero,  es guayabo y queso de mano fresco. Es vaquería en Elorza y calado artesanal en Macanao. Es pisillo de venado y raya seca. Es mastranto y limo. Es soga y botavara. Vela templada y calma chicha. Chávez es portón de compañía, botalón y tranquero. Es brisa de abril y Sol de los venados. Chávez es el sobre del salario en el bolsillo trasero del pantalón del obrero, del peón,  es el olor que emana del limo y el yodo del mar. Chávez es debate a calzón quitao, la calle del medio, la esquina caliente del barrio, la cuita con garúa en un banco de la plaza Bolívar de cualquier pueblo de Venezuela. Chávez es un guayoyito caliente en el fogón mañanero de una vaquería. Chávez es un peñero atravesando a las cuatro de la tarde La Boca de Guanta. Es la tripulación de un trespuños margariteño bregando con el paso de Cabo  Codera. Es un placer de meros en el mar de La Guaira. Es el pitar de un toro cimarrón. Es la sabana de Arismendi convertida en un mar llanero. Es el humilde picadillo servido a la peonada. Es el aura llanera que emana de las páginas de Doña Bárbara, de Rómulo Gallegos. Es la mujer venezolana timoneando la Revolución Bolivariana. Es amor real al niño de la calle con la Misión Hipólita y al adulto mayor. Es la pensión del Seguro Social a los trabajadores que nunca cotizaron porque nunca fueron nómina.

            Chávez es el aula de un humilde liceo, de una escuela campesina. Son los alisios que dan con fuerza en la cara. Una manada de caballos salvajes, indómitos galopando frenética en el centro de una sabana latinoamericana. Es la tropa del bravo ejército venezolano. Chávez es militar, obrero, estudiante, ama de casa, campesino, pescador, deportista, jinete, pelotero, cantante, músico, Chávez es ida y vuelta, la carta esperada, el mensaje solidario,  la mano amiga, el día y la noche. Es una papa caliente para El Imperio, una voz disidente, un defensor de la naturaleza y la especie humana. La espita de los movimientos revolucionarios latinoamericano y la voz y la esperanza de todos  los pueblos sometidos del mundo.

            Chávez somos todos. Un grito rebelde. Un sueño hecho realidad. Una esperanza concreta. Un discurso sincero y honesto, una postura digna y respetable. Una tablita de salvación en medio del océano. Un hombre. Un señor, un caballero. Una voluntad de hierro, un guerrero cuya espada es su voz, su mensaje, su fuerza discursiva y su inquebrantable amor por Dios y por lo que menos tienen. Chávez es la calma del sediento, la redención del paria, la voz de los que no tienen voz y el centavo de los que nada tienen.

            En fin. Chávez es todo.



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Américo Hernández


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