¡Manifestaciones violentas o terrorismo!

No era sólo Hugo Chávez, el Comandante de la Revolución Bolivariana el objetivo de las  corporaciones internacionales que dominan la política mundial. Tras su muerte,  los planes de desestabilización contra la Revolución se han recrudecido ahora contra el gobierno de Nicolás Maduro. Un formato similar al aplicado en Yugoslavia y Siria -con guión versionado para los venezolanos- está en marcha para detener el proceso que ha puesto en peligro la hegemonía imperial de Estados Unidos.

 

 

Hindu Anderi

 

Cuando la violencia es una práctica sistemática de grupos u organizaciones, para generar pánico en la población de manera premeditada, se le denomina terrorismo. Cuando un gobierno lo asume  como política para atemorizar al pueblo, es terrorismo de Estado. Y es terrorismo político cuando un grupo extremista se hace de la violencia para perturbar el poder  legítimo.

 

En la Venezuela puntofijista el terrorismo fue una práctica del Estado para intimidar y disminuir a los movimientos, organizaciones y partidos políticos, que se levantaron en contra de los acuerdos fijados desde Washington, entre cuyos objetivos se establecía la apropiación sistemática y prolongada de los recursos energéticos, ocupando la tierra y monopolizando los medios de producción.

 

Las desapariciones físicas, ejecuciones extrajudiciales, detenciones ilegales; torturas contra dirigentes estudiantiles, trabajadores, luchadores sociales; los juicios militares, los bombardeos, entre otras, fueron formas de terrorismo asumidas por los gobiernos de derecha en el país.

 

Pero el término terrorismo fue secuestrado por las potencias para masacrar a la población como la Alemania nazi que acusó a los judíos rebeldes de terroristas; o Francia que señaló de terroristas a los argelinos, quienes se rebelaron contra la dominación y ocupación de su país. El mismo caso es el de Israel que acusa al pueblo palestino de terrorista, cuya tierra ha sido despojada por ellos desde hace más de seis décadas. O Sudáfrica que denominó como terroristas a los negros que luchaban contra el Apartheid.

 

Por su parte, Estados Unidos, que acusó y acusa a las guerrillas de Centro y Sudamérica de grupos terroristas, se apropió del  término para respaldar primero, la Doctrina de Seguridad Nacional en la década de los 70, y luego la Estrategia de Seguridad Nacional, anunciada a principio de este siglo por el presidente  George W. Bush.

 

En septiembre de 2002 dijo en un discurso: "Las grandes luchas del siglo veinte entre la libertad y el totalitarismo terminaron con una victoria decisiva para las fuerzas de la libertad y de un solo modelo sostenible de éxito nacional: libertad, democracia y libre empresa. En el siglo XXI sólo las naciones que compartan el compromiso de proteger los derechos humanos básicos y de garantizar la libertad política y económica podrán desatar el potencial de sus pueblos y asegurar su prosperidad futura () Hoy, Estados Unidos tiene una posición de poderío militar sin paralelo y de gran influencia económica y política. Al mantener nuestra heredad y principios, no usamos nuestra fuerza para presionar por ventajas unilaterales. En cambio tratamos de crear un equilibrio de poder que favorezca la libertad humana: condiciones con las cuales todas las naciones y todas las sociedades puedan escoger por sí mismas las recompensas y los desafíos de la libertad política y económica. En un mundo seguro, la gente podrá mejorar sus propias vidas. Defenderemos la paz combatiendo a los terroristas y tiranos. Preservaremos la paz al crear buenas relaciones entre las grandes potencias. Extenderemos la paz al fomentar sociedades libres y abiertas en cada continente".

 

Con este argumento Estados Unidos apoyado por  países miembros de la OTAN y aliados, bombardeó Afganistán y luego Irak, para ocuparlos  y violentarles su soberanía. Siguieron Libia y  Siria, que durante tres años ha sido víctima de las más sangrientas masacres. Está claro que los mandatarios que Estados Unidos considere sus enemigos serán condenados con el término de  tirano o dictador,  y derrocados. Salvo aquellos cuyos pueblos se resistan. Pero entonces recibirán el calificativo de terroristas, pues Estados Unidos y sus similares confunden los términos.

 

Ya otros pueblos vivieron la intervención  como Argentina, Uruguay, Chile donde se respaldó y legitimó golpes de estado contra presidentes que defendían los intereses de sus naciones y no los de Estados Unidos. En Europa, la Yugoslavia de Milosevic fue bombardeada y ocupada, para hacerse del control geopolítico y estratégico de Asia Central.

 

Guerra psicológica contra un pueblo Maduro

 

Desde la Escuela de Las Américas se entrenaba a los ejércitos latinoamericanos en el arte de la contrainsurgencia para evitar el avance de los grupos que simpatizaran o apoyaran el comunismo.

 

Uno de los estudios obligatorios en dicho centro de entrenamiento es la guerra psicológica, que en lugar de fusiles utiliza la propaganda para lograr sus propósitos.

 

El terrorismo mediático se practica principalmente desde aquellas agencias de noticia o canales que transmiten imágenes de destrucción, algunas veces descontextualizadas o manipuladas. Cadenas internacionales que obedeciendo a los intereses de las corporaciones capitalistas son capaces de inventar, construir, crear escenarios, sucesos para generar terror en la población. Recordemos el montaje de la Plaza Verde en Trípoli transmitidas en vivo por Al Jazeera  para inventar que los rebeldes habían tomado la capital Libia. Hemos dicho en anteriores trabajos que los medios pueden deformar la imagen de un líder con la finalidad de justificar una invasión.

 

Nicolás Maduro, presidente electo por la mayoría de los venezolanos,   desde que asumió las riendas del gobierno ha sido atacado indiscriminadamente. Primero por ser de origen obrero; haber trabajado como operador de Metrobus, en el Sistema Metro de Caracas y por ser  al igual que Chávez de origen humilde.

 

Los medios se han hecho eco de burlas, descalificaciones y ataques en su mayoría personales, mostrando una vez más el talante de quienes dicen hacer política en la derecha venezolana.

 

Estas empresas han insultado a los millones de electores y electoras al publicar opiniones donde se le tilda de el ilegítimo. Invisibilizando una vez más a las grandes mayorías y su voluntad expresada en las elecciones.

 

A raíz de los últimos sucesos, algunos medios impresos y electrónicos han hecho circular imágenes de represión de protestas ocurridas en Chile, Grecia, Egipto y otros países, para hacer ver que los cuerpos policiales y militares de Venezuela están violando los derechos humanos de la población. Pero han silenciado los destrozos a instituciones públicas y la agresión sufrida por los funcionarios policiales.

 

Metido hasta los teque teque

 

La República Bolivariana de Venezuela, luego de la llegada al poder de Hugo Rafael Chávez Frías, ha sido víctima del terrorismo político y de Estado Internacional, dos de las distintas categorías en la que se discrimina esta especie.

 

Un estado que financia a grupos terroristas; que los entrena, que los cobija, se le puede aplicar el término de Estado terrorista internacional. Estados Unidos alberga a varios terroristas, tal es el caso Posada Carriles, autor de crímenes como la voladura del avión de Cubana de aviación, que cobró la vida de 73 personas, entre ellos 24 atletas menores de 20 años casi todos, pertenecientes al equipo nacional juvenil de esgrima cubano, quienes regresaban a Cuba después de haber ganado todas las medallas de oro en el Campeonato Centromericano y del Caribe.

 

Tanto el golpe de estado de abril de 2002, los atentados en Plaza Altamira, el paro sabotaje petrolero y la situación actual que vive el gobierno del presidente Nicolás Maduro, han sido financiados por organizaciones internacionales que apoyan a la extrema derecha nacional.

 

María Corina Machado, una de las dirigentes de la oposición de extrema derecha, mantiene contacto directo con el gobierno de Estados Unidos, a través de funcionarios consulares. Incluso se llegó a reunir con el presidente Bush en la oficina Oval el 31 de mayo de 2005. Tres meses antes de que el Consejo de Seguridad, por órdenes de Washington, aprobara un llamado a los Estados a endurecer la guerra contra el terrorismo, priorizándolo por encima de temas como el combate a la pobreza, crisis humanitaria y derechos humanos, entre otros.

 

Un reciente informe develado por el presidente Maduro y el canciller de la República, Elías Jaua,  confirma que funcionarios de la embajada de Estados Unidos estarían detrás del apoyo a una serie de organizaciones juveniles en el país.

 

El pasado 17 de febrero Jaua dijo a los medios Aquí tengo un correo electrónico enviado en el 2009 enviado por la embajada de EE UU en Caracas al Departamento de Estado que se llama: Puntos estratégicos del equipo en el país para el apoyo programático de los Estados Unidos a los sectores juveniles de la oposición venezolanas. Hemos apoyado cerca de 30 organizaciones civiles venezolana conectándolos entre sí con apoyo financiero de por lo menos este año 15 millones de dólares y señalan organizaciones fachada que reciben el financiamiento y posteriormente nutrir o transferir eso a los grupos violentos. Reveló el canciller venezolano.

 

También informó acerca de otro correo enviado en 2010 por la Embajada hacia Estados Unidos Varios estudiantes manifestaron interés para recibir apoyo del gobierno de los EE UU para propósitos organizativos y educacionales. Estas acciones deben ser un mensaje claro para el gobierno. Un oficial de la Usaid viajo a Mérida al país el 9 de febrero por una invitación de Carlos Ponce y Carlos Tinoco (proteger dice entre comillas el documento). Tinoco dispuso para una docena de estudiantes, su casa de vacaciones como un lugar reservado para las reuniones. Hubo estudiantes de la Universidad de los Andes, Universidad del Zulia, Universidad Católica de Táchira entre otras organizaciones.

Este informe fue presentado luego de que grupos violentos han protagonizado en el país destrozos, guarimbas, destrucción del transporte público, ataques al  Sistema Subterráneo Metro de Caracas,. agresiones a periodistas y asedio por casi una semana del estado Venezolana de Televisión. Actos que han generado terror en la población, calificados por los medios privados como manifestaciones pacíficas. Por cierto en una de ellas dos personas murieron, un estudiante y un revolucionario de los grupos del 23 de enero en Caracas. Otra persona resultó asesinada en el municipio Chacao, aparentemente las tres muertes habrían sido ocasionadas por el mismo asesino.

 

Leopoldo López, dirigente de la extrema derecha ha encabezado las manifestaciones violentas. Pero no es el único responsable. Así se puede desprender de dos audios difundidos por programas de VTV. En el primero un ex diplomático y el ex jefe de la Casa Militar del presidente Carlos Andrés Pérez, Fernando Gerbasi e Iván Carratú Molina afirman que se estaría preparando un golpe similar al del 11 de abril. En el segundo en el cual hablan el general retirado Jacobo Yépez Daza y un sociólogo, asesor de uno de los principales dirigente de oposición, Ramón Guillermo Aveledo, se filtran detalles de la conspiración como planes de saqueo de centros comerciales; financiamiento a sicarios, pugna por la presidencia en un gobierno de transición, etc.

 

Mundo pluripolar y naciones soberanas la causa

 

El Cuarto Gran objetivo histórico que plantea Chávez que se registra en el Plan de la Patria- fue desde el principio de su gobierno una de sus grandes inquietudes: Contribuir al desarrollo de una nueva geopolítica internacional en la cual tome cuerpo el mundo multicéntrico y pluripolar que permita lograr el equilibrio del universo y grantizar la paz planetaria.

 

Los objetivos nacionales que se desprenden de esta gran línea ordenan continuar con el esfuerzo para lograr la unión latinoamericana y caribeña que se viene adelantando a través de organismos como el Alba, Mercosur, Unasur, Petrocaribe, la Celac y las políticas dentro de la OPEP, entre otros.

Este y la lucha por la autodeterminación de los pueblos y contra la dominación imperial, son sin duda los motivos principales por los cuales la Revolución Bolivariana dirigida por Nicolás Maduro,  sigue siendo un objetivo para el imperio. Por lo hoy más que antes, la cohesión, la unidad, la articulación, la organización y la movilización son tareas impostergables para el pueblo de Chávez.



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Hindu Anderi


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