Chávez dijo:"exijo lealtad". Entiéndase, ahora, por Nicolás Maduro

Este miércoles, los fascistas cumplieron su amenaza y sus objetivos: asesinar inermes y prender la calle. Estas acciones violentas han sido aupadas por rectores y autoridades universitarias, nucleadas en la AVERU, junto con las asociaciones civiles de profesores y los alcaldes oposicionistas, bajo la coordinación de la Embajada de EEUU en Venezuela, con los sodomitas de la Generación Frigurt, al mando de unos disociados criminales, ahora, devenidos en Anonimous de la Migurt.

    El miércoles, doce de febrero, Día de la Juventud, en conmemoración de la Batalla de la Victoria, el Pueblo, junto a nuestro Presidente Obrero, como uno solo, mantuvo la serenidad, el temple y el aplomo ante el terrorismo, vilmente disfrazado de "protesta estudiantil", como acto de agravio a la Universidad, por cuanto los cobardes, se han atornillado en universidades emblemáticas, cual republiquetas, para, desde allí, articular, coordinar y actuar en acciones criminales, investidos de autoridad usurpada en cargos electos por cúpulas y vencidos sus períodos de gestión.

    En cierta forma, allí están los resultados de todas las concesiones y carantoñas hechas a esa derecha criminal, que ha llevado a jóvenes irracionales a asesinar a sus semejantes. Esas autoridades universitarias, desesperadas en preservar sus prebendas, pretenden con esto, una vez más, arrinconar al gobierno, aculillarlo y hacerlos retroceder en el afán de democratizar la universidad, en aplicar el artículo 34 de la Ley Orgánica de Educación y de transformarla. Ahí, tenemos culpa, quienes somos revolucionarios, bolivarianos, socialistas y chavistas, porque, en estas universidades, somos cómplices silenciosos ante la ignominia que infligen los hipócritas criminales del Opus Dei, de la Secta "Tradición, Familia, Propiedad", remedos de académicos de los partidos de la plutocracia y, en donde, en definitiva, algunos buscan parecerse a ellos (licantropía existencial), para sobrevivir ante sus desmanes. Esto, debe cambiar ya y los culpables, intelectuales y materiales, deben recibir todo el peso de las leyes.

    Apenas, van once (11) meses de la muerte del Comandante Hugo Chávez y estos criminales se han propuesto derrocar al primer Presidente Obrero, Nicolás Maduro. Nadie dude de sus intenciones de asesinarlo.

    Y, la ocasión no es menos oportuna, para recordar las palabras del Comandante Eterno, Hugo Chávez, quien en ese trance doloroso de la vida, del cáncer hacia la muerte inminente, exclamó: "Exijo lealtad, porque Chávez no soy yo. Chávez es un Pueblo". Esto significa que no podrán jamás matar el espíritu y la obra de Chávez, porque Chávez es nuestro Pueblo. Decía el gran Prócer, José Félix Ribas en 1814: "Hoy, no podemos optar entre vencer o morir. Necesario es vencer". Vencer hoy, es tener lealtad con Nicolás Maduro, sin condiciones, porque es Nicolás Maduro la única garantía de paz, como expresión viviente del legado del Comandante Chávez. Y por esto, es el Presidente. Esta Revolución no morirá, porque Chávez vive, en Nicolás Maduro y en el Pueblo. Ni un muerto más, a manos del fascismo disfrazado de universitario.



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Luis Alexander Pino Araque


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