Sentir Bolivariano

Nuevo ciclo revolucionario

Desde que nuestro comandante eterno Hugo Chávez, ganó las elecciones el pasado 7 de Octubre de 2012, con el 57% de los votos, él mismo indicó que se iniciaba un nuevo ciclo para la Revolución Bolivariana.

En su primer consejo de ministros, llevado a cabo trece días después de su contundente victoria electoral, nos dejó reflexiones, instrucciones y comentarios determinantes, que bien se sustentan en su “humilde propuesta”, tal como él mismo lo dijera: El Plan de la Patria 2013-2019.

Definitivamente, es así, un nuevo ciclo comenzó desde ese momento para el proceso revolucionario venezolano; y más aún cuando meses después nuestro líder dejara el plano terrenal, para seguirnos guiando desde un plano ideológico, espiritual y moral. Una de esas guías es el libro editado con el nombre de “El Golpe de Timón”, el cual contiene la transcripción de todo lo que dijo el Comandante Chávez en ese primer consejo de ministros del nuevo ciclo revolucionario.

La vigencia del mensaje de Chávez está intacta en este transitar que nos ha tocado, ahora sin él, físicamente. Quisiera referirme entonces a tres puntos, que desde mi humilde opinión, pueden ser aportes para el debate, el análisis y la discusión, para seguir avanzando en la consolidación del Socialismo Bolivariano.

Derivado de “El Golpe de Timón”, extraigo el primero de estos puntos: Economía y democracia. Comentaba Chávez: “…Entonces, venimos con el tema de la democracia, el socialista y su esencia absolutamente democrática, mientras que el capitalismo tiene en su esencia lo antidemocrático, lo excluyente, la imposición del capital y de las élites capitalistas, el socialismo no. El socialismo libera; el socialismo es democracia y la democracia es socialismo en lo político, en lo social, en lo económico. También lo decía Giordani…de unos factores que son determinantes en la transición: uno de ellos es la transformación de la base económica del país para hacerla esencial y sustancialmente democrática, porque la base económica de un país capitalista no es democrática, es antidemocrática, es excluyente y de allí la generación de riqueza y de grandes riquezas para una minoría (…) y de allí también la generación de la pobreza y la miseria para las grandes mayorías”

En esa transformación de la base económica del país seguimos avanzando. En esta transición hacia el Socialismo, enfrentamos ahora la guerra económica orquestada por la oposición nacional e internacional, que no busca otra cosa, que intentar desestabilizar la paz democrática de este país; intentar frenar o desviar nuestro proceso liberador. Pero no lo lograrán, estamos seguros de ello. La conciencia de un pueblo, junto a la organización popular, son claves fundamentales para armar importantes puestos de batalla, para continuar acelerando esa transformación, con la visión socialista, de la economía productiva del país.

Esto se engrana con el segundo aspecto que quiero compartir con ustedes: Comuna o nada. El Comandante nos decía en ese consejo de ministros: “La autocrítica es para rectificar, no para seguirla haciendo en el vacío, o lanzándola como al vacío, es para actuar ya. Señores ministros, señoras ministras, las comunas. Manden a buscar la Ley de las Comunas, léanla, estúdienla. Mucha gente, estoy seguro, no digo que ustedes, por allá, más allá, ni la han leído, porque creemos que no es con nosotros. La ley de la economía comunal, mucha gente ni la ha leído, porque creemos, que no, lo mío es otra cosa, eso no es conmigo”.

Esto es con todos y todas, camaradas. En este nuevo ciclo de la revolución, el verdadero accionar de un pueblo radica en la organización comunal. El presidente Chávez nos dejó importantes herramientas para construir un nuevo modelo de producción, un nuevo modelo de convivencia; nos dejó Patria y los elementos fundamentales para consolidarla. Debemos seguir estudiando estas leyes revolucionarias, seguir planificando y proyectando planes de una manera integral, sobre la base de esos mandatos constitucionales y seguirle transfiriendo, verdaderamente, el poder al pueblo. Rectificando lo que tengamos que rectificar, revisando y reimpulsando, bajo la visión estratégica que nos señaló Chávez: “El socialismo venezolano, bolivariano, del siglo XX1”.

Nada de eso podríamos concretarlo, sin el tercer aspecto: Mayor eficiencia. Igualmente Chávez muy acertadamente, y con su estilo tan particular, nos dijo: “Un equipo que no se comunique o un equipo que se comunique en un nivel muy bajo, no va a dar más. Necesitamos un nivel de interacción, de comunicación, de coordinación, de cruzamiento o cruce de planes, de diagnósticos, de problemas, de acción conjunta. Es como una guerra…no hacemos nada sin integración en la visión, en el trabajo, en todo esto; (sin ello) difícilmente lo lograríamos”.

Es acá donde cabe insistir en la necesidad de seguir articulando en todos los niveles de trabajo político y gestión de gobierno, cada vez con mayor convicción y dedicación, para lograr cada día mayor eficiencia en el desempeño revolucionario. Como lo hemos venido manejando: un cuerpo con dos vigorosos brazos, una gran cabeza pensante y un enorme corazón. Ese cuerpo que es el proyecto bolivariano, debe ser manejado inteligente y estratégicamente. Una mente poderosa para el análisis, la planificación, la conducción; con esos dos brazos para la acción y la integración perfecta entre la gestión de gobierno y la gestión política; con un gran corazón donde palpita la pasión Patria, el frenesí que alimenta el verdadero amor hacia los semejantes. Con esta figura dialéctica, asumida y practicada, elevaremos al máximo nuestra Eficiencia Revolucionaria; y seguiremos teniendo Patria, conducida en primer lugar, por el pensamiento libertario de nuestro Padre Simón Bolívar; y en segundo término, por el legado de nuestro Comandante Eterno. Continuaremos consolidando esa Patria, que ahora sostiene el hijo de Chávez, Nicolás Maduro, con el apoyo de un gran pueblo que desea seguir por este camino de transición hacia el Socialismo. Un camino lleno de tropiezos y batallas, pero también lleno de victorias, muchos objetivos alcanzados y de proyectos aún por alcanzar, para la suprema felicidad de nuestra gente.

Tenemos patria, que nadie se equivoque. Sigamos trabajando fuerte, teniendo en cuenta que nos encontramos en una coyuntura política difícil, llena de ataques y planes desestabilizadores, pero que solo con la verdadera organización y unidad de un pueblo consciente y convencido de su papel histórico; y con la aplicación eficiente e inteligente de las estrategias y los planes de la construcción socialista, definitivamente, podremos llegar a ese punto de no retorno de la revolución bolivariana.

¡Chávez Vive… La Patria Sigue

¡Hasta la Victoria Siempre!!!



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Adán Chávez Frías


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