Un cardenal águila del Norte i nocivo para su patria i su Iglesia

“Los peligros visibles nos horrorizan menos

que los horrores imaginarios”

Shakespeare



De nuevo ese hombre de mente medieval, o de tendencia fascista, el deplorable Cardenal Rosalio Castillo Lara, pretende entrar en la escena política i encuentra algunas mentes similares en atraso de civilización que, no solamente lo quieren hacer jefe de la oposición (o de ese anárquico conglomerado sin ideas, unidad i organización) sino hasta asomarlo como futuro contendor del presidente Chávez para la elección presidencial del próximo año. Para ello, este venezolano alejado de su patria por muchos años, para residir en la corte imperial del Vaticano, siendo “dictadorcito” de bolsillo i ofuscando su cerebro de ideas que ya no son del mundo de hoi, aunque pretendan serlo; ya retirado por su edad (i quizá sus desvaríos i ciertas complicidades no mui sanas), ha venido a Venezuela a cuidar sus bienes i, ante la incapacidad de distinguir lo que sucede en favor del pueblo venezolano, cree en peligro sus intereses materiales, se siente a gusto entre personas de mentalidad fascista i vendidos al otro imperio del norte i, no solamente se une a ellos, sino que contrariando sus principios cristianos, de decencia i de racionalidad, se dedica a denigrar de su país i de su pueblo. Por eso, luego de protagonizar varios hechos que le han valido en rechazo de gente sensata i no fanática, este prelado (“de la familia del Papa” en una de sus significaciones) no se siente Cardenal porque es un pajarito rojo (i el país se ha vuelto rojo) e inofensivo pero encopetado, sino un águila imperial (como la del escudo de los Estados Unidos) de esas que tienen fascinación por las serpientes, i se acerca ahora a dos de ellas: el torpe i escaso Antonio Ledezma i a la “cobra” escupidora de Patricia Poleo, de ridículo i pobre protagonismo político. Un trío nefasto para colección.

Con esta “incorporación” formal a la oposición dispersa (aunque siempre ha estado en oposición por sus ideas retrógradas) el Águila Castillo Lara (me hace recordar las series del Zorro de Guy Williams) ha entrado en el “recinto” de la oposición venezolana, aportando su “talento”, sus ideas, sus dogmas i su nazi fascismo cultivado por años, buen discípulo del Papa actual. Creo que ahora van a empeorar más los disparates de estos grupos que en los tiempos del desastroso liderazgo de Enrique Mendoza, Carmona, los Fernández, Velásquez, Cova i el Bingo Ortega. Realmente es interesante para el gobierno i no preocupante como dice el Ministro del Interior i Justicia. ¿Qué puede aportar una persona analfabeto científico, a un proceso político opositor tan mediocre como el que existe en Venezuela? Sencillamente oscurantismo, catecismo barato (para frases i pensamientos que sacan de su antología particular), fanatismo i cuantos recovecos políticos del pasado puedan aflorar. Se sabe lo que se aprende en los Seminarios; un ex alumno en Filosofía –donde fue un excelente estudiante- me contaban qué poco aprendizaje tenían, fuera de catecismo, dogmas i mala vida, donde la mayoría llegaban a depravaciones sexuales (por la abstinencia i el celibato) o se indignaban de los servicios i la comida de presos que tenían, mientras veían la mesa de los curas llena de exquisiteces, frutas importadas i estupendos vinos. Los que llegan a superarse algo o mucho, o se salen de los estudios o después de ser sacerdotes (especialmente los que van a Lovaina), i la preparación que adquieren es por iniciativa propia. Por eso conocemos algunos mui distintos en sus ideas i conocimientos o llegan a ser unos Mendel, Theillard o un Lemaitre. Sin embargo, son los marginados hasta en el Vaticano, porque el talento asusta a la secta, i son los menos capaces los que llegan mui alto. I de esos menos capaces, para llegar medianamente alto (cardenales i funcionarios de alto rango) un ejemplo típico es este mediocre Cardenal o Águila Castillo Lara. Ya hace más de un año, lo describí ampliamente en un artículo con más de cinco cuartillas. Por eso considero que es una buena “adquisición” de la oposición (a donde va buscando lo ayuden a defender sus bienes materiales) porque creo que los embrutecerá más. Para ello basta ver cómo las influencias religiosas embrutecen a sus parlamentarios i recuerdo en la Asamblea Nacional Constituyente cómo, en el problema del aborto i del inicio a la protección del embarazo, las directrices del otro tristemente célebre Cardenal Velasco, pusieron de difundir errores o insultos a Jorge Olavaria, a Herman Escarrá i a establecer convenios anti éticos, con el mediocre Luis Miquilena de cómplice. (De eso fui testigo i víctima).

Es un dicho conocido, se lo escuchaba a los viejos de la familia que, la edad no es garantía de conocimiento pues, si no, “todos los viejos serían sabios” porque la gran experiencia, aunque no haya estudios superiores, no está en lo que se vive sino en lo que se reflexiona. I cuando se vive para machacar sobre unos dogmas que tienen más de dos mil años, establecidos por hombres que no tenían ningún conocimiento del mundo exterior i menos del mundo interior: pensaban que la tierra era plana (i de espacio reducido) i que los astros eran como cuerpos redondos que pasaban por encima (por eso dicen que Elías, “paró” al sol), escribieron lo que se les ocurría sin evidencia ni prueba alguna. I sobre el querer darle forma, coherencia i cierta racionalidad a esos disparates ingenuos, se han conformado o asentados todas las religiones del mundo, cada una con un cuento distinto o en ocasiones “copiándose”. Eso sería motivo de muchos artículos explicativos, mas lo que deseo expresar es que en lo científico, en el campo de todas las ciencias que ha desarrollado el hombre, un sacerdote que solamente gira alrededor de dogmas (lo más opuesto a pensamiento científico) de cierta manera son verdaderos ignorantes i que Dios, si realmente existe, debe estar bastante disgustado o indignado con tanta mentira que hombres audaces, recitan como “palabra de Dios” i lo pintan como lo más imperfecto e injusto que pueda concebirse. I a una de estas sectas, pertenece el Águila Castillo Lara; quizá la más poderosa por el dinero que tiene i las joyas artísticas que atesora. Por eso este hombre común (porque íntimamente sabe que lo que predica es mentira “celestial”) no teme ser un verdadero energúmeno que no acata lo que predica como cristiano i para él lo que vale son sus bienes materiales que, con la estúpida idea de que viene un comunismo o castrocomunismo (de lo que no sabe absolutamente nada) lo que lo aterra es perder esos bienes terrenales que, según se dice, no son nada despreciables. A la vez, como a la oposición se le han “estrellado” sus pseudos líderes i ya no encuentran que mentiras decir, implorando no a Dios sino a Bush, consideran conveniente “reforzarse” con un gran embustero i calumniador de su patria. Según Rafael Navarro-Valls i Rafael Palomino en su obra ESTADO Y RELIGIÓN, “Las iglesias deben reconocer los límites de sus competencias en la vida política y económica, orientando a sus fieles para que ellos sean los que actúen en la plaza pública”, mientras que en esta Venezuela que por fin avanza, la llamada Conferencia Episcopal, es la que no reconoce límites, se ha convertido en un centro de “sagrada conspiración” (porque para usar la palabra sagrada no se les arruga el ojo) i el antiguo sermón de los templos (me lo han dicho, pues tengo años que no escucho misas ni disparates) son “pláticas” políticas contra el gobierno, la revolución i el mismísimo Libertador.

Entonces, en el libro EL VATICANO CONTRA DIOS, porque realmente esto es así, leemos: “Ha llegado el momento de que la Iglesia, antes que a los hombres, pida perdón a Dios por las muchas infidelidades y traiciones de sus ministros, especialmente los que ejercen la autoridad en el vértice de la jerarquía eclesiástica”. Resulta incomprensible que la iglesia venezolana que por primera vez en toda nuestra historia, se halla frente a un gobierno que habla de atender con prioridad a los pobres, a las clases necesitadas, a los que nunca se les consideró verdaderos ciudadanos de la patria i la consigna sea darle poder a los pobres (i lo está haciendo pero sin ninguna varita mágica), esta institución religiosa esté a favor del imperialismo que asola al mundo como un SIDA social i contradiga su propia doctrina cristiana i los supuestos mandamientos de Dios. Así dice la misma obra citada: “La alianza de Dios con los pobres y los humildes está en contradicción con la arrogancia de cualquier poder que elimine y condene al inocente incómodo”. Lo que ha pasado es que ya, como aspiraba Nietzsche, nadie atiende esa doctrina estúpida de elogiar las cualidades negativas de la vida del hombre, i calificar al pueblo de “humilde” o la escandalosa mentira de “bienaventurados los pobres de espíritu porque ellos verán a Dios, o que de ellos será el reino de los cielos” con lo que entretenían o engañaban a los pueblos, mientras esa iglesia “cristiana i caritativa” apoyaba el colonialismo, la esclavitud, las invasiones i todas las atrocidades inhumanas posibles. Ahora la Iglesia, o los dos Imperios, están por lo menos en Venezuela, ante un pueblo que, aunque conserva el veneno que ha asimilado toda la vida (religión), ya no es analfabeto, ya ha visto lo positivo de todas las Misiones, ya tiene un gran líder i hombres que lo siguen i les orientan i, finalmente, que han demostrado su poder de decisión en una verdadera democracia participativa i protagónica. Al mismo presidente le vemos el lastre religioso, o al común de la gente, cuando todavía cree en los religiosos, o como vemos en los peloteros: dan un jonrón o “ponchan” a un rival para triunfar, i miran hacia arriba levantando los brazos: Dios estuvo con ellos i dan las gracias…¿I el lanzador apaleado o el bateador derrotado, qué pensará de Dios? Son gestos irreflexivos, es catecismo que asoma, son actitudes ridículas.

Por todo esto, creo que el Cardenal o el Águila Castillo Lara, será también lastre para la oposición; tan pesado que hundirá más el barco i navegará menos i, cuando llegue a la campaña presidencial (si no le cae encima un aguacero de candidatos presidenciales), será un burro cansado con la lengua afuera i sin una idea que aportar. Recuerden aquello de “No se le puede pedir peras al olmo”. Este hombre ya le ha hecho bastante daño a la iglesia i a su patria; debería retirarse e intentar otra vez en su vejez, aprender a rezar i ser un hombre bueno, para reconciliarse con su Dios. Dedíquese a descansar, pues a pesar de su maldad, tiene cara de haragán. Descanse mucho i cuando muera, le pondremos un conocido epitafio: “aquí sigue descansando”.




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Roberto Jiménez Maggiolo


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