Venezuela y Colombia, un encuentro indeseado

El presidente Santos ha insistido en que hubo “un mal entendido” en la interpretación de su inoportuno y torpe encuentro con Capriletti, con quién él sabía es el responsable intelectual de la muerte de 11 compatriotas, del asalto e incendio de 19 centros de salud atendidos por los hermanos cubanos, del incendio de sedes públicas y locales partidistas cuando llamó a una insurrección de sus copartidarios y grupos paramilitares de choque para asaltar el poder.

Era más que obvio que al reunirse Santos con Capriletti le estaba reconociendo o dando un trato de presidente que no alcanzó en las elecciones del 14 de abril porque fue derrotado por Nicolás Maduro. Santos incluso estuvo en la toma de posesión de Maduro, pero al recibir al fascista le daba un aval a la conspiración contra Venezuela que desde su país, Colombia, se gesta y no precisamente de manera ultra secreta.

Están conspirando los sectores ultra reaccionarios y criminales como los que dirige el capo paramilitar de Uribe, que cuenta con una fuerza paramilitar considerable y que tiene una permanente campaña mediática de descalificaciones, insultos, mentiras y bajezas contra Venezuela creando matrices de opinión que favorezcan cualquier tipo de agresión.

Pero también está toda una cohorte de conspiradores venezolanos radicados en ese país, desde Carmona Estanga, J J Rendón, Giusti y los ex dirigentes de Pdvsa, la gentuza del petróleo, que controlan una empresa petrolera en Colombia más poderosa que Ecopetrol, que acaban de adquirir 17 aviones de guerra en los Estados Unidos que serán ubicados en una base militar de las 7 que tienen los norteamericanos en ese país para agredir a Venezuela, se ha sabido que 5 de esos aviones ya están en una base militar norteamericana en la Goajira colombiana.

Por supuesto que el señor Santos está al tanto de toda esa situación de conspiración contra Venezuela, es más, lo sucedido con Capriletti fue, además de lo señalado, una provocación para medir la reacción del gobierno venezolano, sólo que los oligarcas no esperaban la magnitud de la respuesta política venezolana y la evidencia del otro yo de Santos, un mandatario hipócrita, que tiró al suelo los acuerdos que habían convenido Chávez y él en Santa Marta, apenas llegado al poder. Claro, como hay oligarcas de Colombia que sufren de amnesia, se les olvidó, al momento de Santos montar la provocación contra Venezuela, la respuesta que dio el presidente Chávez a Uribe –y a Santos que era Ministro de la Defensa– cuando agredió e invadió a Ecuador para asesinar al líder guerrillero Raúl Reyes.

¿Cuáles son las condiciones en Colombia en la que se va a dar el encuentro entre los presidentes Maduro y Santos?

Nada más y nada menos que las heroicas luchas de los campesinos del Catatumbo, de los mineros en huelga, todos reprimidos salvajemente, perseguidos y asesinados por la policía y el ejército por orden expresa y pública del presidente Santos. Es decir, mientras en la Colombia de Santos se continúan violando los derechos humanos, en la Venezuela de Chávez y Maduro se dignifica al pueblo, no se reprime ni encarcela y se respetan los derechos humanos como en ningún país de América.

Aunque quizás no se diga de manera expresa, ese encuentro expresa dos modelos de vida, la del capitalismo salvaje que entrega las tierras y las riquezas colombianas a las transnacionales y al imperialismo, cede su suelo, sus bases militares al Comando Sur, concreta alianzas económicas tipo Alca, leoninas para los intereses incluso de la burguesía y la pequeña burguesía empresarial y productiva colombiana y ni se diga el pueblo colombiano que carga sobre sus espaldas todo el peso de la interminable crisis colombiana.

Menos mal que el encuentro es en Amazonas de Venezuela, así se evita cualquier maniobra artera de envenenamiento, inoculación de enfermedad o cosa parecida contra Nicolás. Y esto ni es una especulación ni una fantasía y menos infamia contra el país de los ‘falsos positivos’, más con las revelaciones de José Vicente Rangel de que está en marcha un atentado contra el presidente Maduro. En Colombia se concentra todo el arsenal y perversidad del impero yanqui que es quien manda en ese país así gobiernen el oligarca Santos o el genocida Uribe.

El camarada Presidente Nicolás Maduro va a ese encuentro a nombre de todos nosotros, de manera que pensamos se pueden expresar opiniones e incluso sugerencias para las políticas de las nuevas relaciones con Colombia porque no pueden ser iguales a partir de lo ocurrido. Por ejemplo, ¿va a continuar el gobierno del señor Santos permitiendo que en suelo colombiano se gesten conspiraciones –que él perfectamente conoce– contra Venezuela, alianzas de sectores empresariales colombianos y venezolanos para derrocar el gobierno bolivariano, hacerle la guerra económica? ¿Qué puede decir de la presencia de los 5 aviones que están aparcados en la base militar de La Goajira, lo va a permitir? ¿Qué dice el Estado colombiano de la violación del estatus de asilado de Carmona Estanga metido a fondo en la conspiración? ¿Va a permitir que los técnicos que fueron expulsados de Pdvsa y controlan una poderosa petrolera en Colombia conspiren y preparen una agresión militar contra Venezuela? ¿Va a permitir que el gurú de la infamia y la miasma, J J Rendón, continúe en su campaña de guerra sucia contra Venezuela violando todo principio ético?

Evidentemente el intercambio comercial entre Venezuela y Colombia es altamente desfavorable para nuestro país. Después que el comandante Chávez prácticamente rompió las relaciones con el gobierno genocida de Uribe, donde la relación estaba en 6 mil dólares a favor de las empresas colombianas. Hoy esas exportaciones, a partir del inicio de la construcción del tren de las buenas relaciones hecho en Santa Marta por Chávez y Santos, esas exportaciones se ubican en 2.690,5 millones de dólares contra apenas 598,8 millones que exporta Venezuela. El Acurdo de Alcance Parcial de Naturaleza Comercial favorece a Colombia en las exoneraciones en una proporción de 5 a 1. Como dice Luis Brito García, eso “equivale a un Tratado de Libre Comercio” no legitimado formalmente.

Por supuesto no se cuenta el masivo robo/contrabando de gasolina que se lleva el paramilitarismo colombiano y los millones de alimentos que se contrabandean para ese país, quitándoselo a nuestro pueblo.

Y surge una pregunta: ¿Por qué Venezuela le otorga tantos beneficios a la burguesía de Colombia en detrimento del interés nacional? Eso nunca se ha entendido.

Hay que señalar que de Colombia nos sigue trayendo su crisis. Producto de la brutal represión contra los campesinos del Catatumbo, una oleada de éstos traspasaron nuestra frontera presumimos en calidad de refugiados. ¿Qué va a pasar con esos compatriotas que nos traen –involuntariamente, por supuesto– un conflicto que no es de Venezuela? Porque el tema no puede dejar de plantearse, esa masiva migración de un pueblo brutalmente reprimido es culpa de las políticas anti populares del señor Santos.

¡Alerta Nicolás! Mosca con ese ladino personaje. Háblale duro, con respeto claro, pero con firmeza y contundencia. No des concesiones, la Patria es primero, la dignidad y la soberanía de Venezuela son primeros. Que hable el estadista revolucionario, el heredero de Chávez.

Ah, y que no se nos olvide Julián Conrado, que sigue injustamente preso y debemos darle el asilo. Ese preso no es de Santos, ese es un camarada nuestroamericano y debe permanecer en Venezuela y libre. (21/07/13) (humbertocaracola@gmail.com) (@hgcaracola) (Con la guía del comandante Chávez y la conducción de Nicolás Maduro, con la Revolución bolivariana y socialista, todo)


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Humberto Gómez García

Director de la revista Caracola. Pertenece al Movimiento de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC). revistacaracola.com.ve

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