Lo advierto, no me anoto con pendejos...

Por ahí uno escucha a ciertos escuálidos que con toda la prepotencia de sus ínfimas gónadas, andan proclamando que jamás se puede comparar un voto chavista con el de un majunche. Según ellos, el de un majunche vale por el de dos o tres chavistas. Es porque ellos son clase aparte, siempre han fumado viceroy (es decir, marihuana de la que produce Álvaro Uribe Velez).
Todavía siguen considerando que los chavistas somos pendejos y que siempre nos andamos dejando... Recuerdo cuando el pueblo en el 2002, le rogaba a Chávez que no se dejara. Hoy querido Presidente Maduro, le pedimos no se deje...
Voy por las plazas, viendo a mis camaradas, preocupados, a la gente del pueblo humilde, a los desdentados, a los ancianos que llorarán eternamente al Comandante, y uno se echa a sufrir. Los miro, converso con ellos, nos desahogamos viendo los fines perversos de los fascistas que actúan con el mayor descaro del mundo contra Venezuela. Ay, mi pobre gente, gente buena, gente sencilla, gente toda bondad, todo corazón y lealtad para con su país, para con su patria. Los buenos no ganan en ninguna parte del mundo. Esa es una ley del sistema capitalista. Hay que revertir esa ley. Los miserables como Rajoy y Aznar andan muertos de la risa llenos de poder y fortuna, y los españoles buenos están comiendo mierda. Pasa lo mismo en Grecia, Italia, Portugal, Colombia, Chile, México, Perú,...
A la conclusión que llego es que hay que transformar toda esa bondad en coraje y en voluntad de poder para hacer el bien. Si no nos van a destruir. Toda esa bondad, convertirla en fuego sagrado de lucha. Llenarnos de coraje para defender esta patria cueste lo que cueste. No podemos permitir que a toda esa gente noble lleguen los fascistas y los maten, los repriman, los persigan y aniquilen.
Y bueno, viendo todas estas cosas, bien vale la pena hacer un análisis de la voluntad de poder del chavismo, que es donde se encuentra todo el meollo del asunto político venezolano. Hay que hacer notar que Simón Bolívar tenía una gran voluntad de poder para hacer el bien, al igual que nuestro querido Comandante Chávez. Pero los otros, los caprileros, los adecos y copeyanos, tienen también una gran voluntad de poder pero para robar, para joder, mentir y sabotear, para mandar con suma prepotencia y egoísmo, y hacer todo el mal posible a la patria. Y con esa voluntad de poder salieron el día 15 y 16 de abril y mataron a once chavistas, y después se fueron a la CIDH para que nos condenaran por haberle violado a María Corina Machado su bella y finísima nariz.
La Maricori ha recorrido muchos parlamentos, muchos partidos “democráticos” y medios de comunicación del mundo mostrando sus ojos aguados, sus moretones retocados y su naricita perfilada, envuelta en delicadas gasas con encajes de hilo de alta calidad. Se queja en todos lados de que lleva cinco días sin poder oler su perfume Imperial Magesty.
Y todo lo que hoy se está debatiendo es el asunto de la voluntad de poder, y más nada, insisto.
Ellos, los de la MUD, sacaron menos votos que nosotros y no obstante nos quieren arrollar como si ya nosotros no existiésemos y fuésemos menos que un descomunal y puto cero a la izquierda.
Decía Bolívar: “con carácter se resuelven los males”, porque en verdad que el pendejo carece de voluntad de poder, y está biológica y moralmente liquidado para resolver un carajo.
Yo en política prefiero mil veces más a un coño de madre que a un pendejo. Recuerdo que hace unos cinco años le pregunté a un ministro amigo quién iba a ser candidato a la Gobernación de Mérida y me contestó que “un buen muchacho”, a lo que yo le respondí que en ese estado lo que requeríamos más bien era urgentemente de un tremendo coño de madre, bien embraguetado. Que estábamos bien hartos de “buenos muchachos o camaradas” que pasaban por allí dejando a la región en el estelero. Pues, bien pusieron a un tremendo buen muchacho que destrozó totalmente al Estado Mérida, robó, engañó, malversó y se burló de todo el mundo con su carita de bebe Gerber, y ahora Alexis Ramírez anda haciendo milagros para tratar de medio recomponer tanto desastre.
Sin voluntad de poder como la que tenía el Comandante Chávez no hay gobierno revolucionario que se pueda sustentar en Venezuela.
Añadía el Libertador: "...Todo el cuerpo de la historia enseña que las gangrenas políticas no se curan con paliativos... y que la necesidad no conoce leyes.
También sentenciaba que "...La bancarrota es el colmo de las calamidades que le puede sobrevenir a una nación..."
Entonces, no podemos seguir ya tragándonos cuanto nos lanzan los majunches y debemos dar la cara a todos sus miserables argumentos que andan por las calles, por las redes sociales, repitiéndolos como perros de Pavlov.
Debemos organizar grandes marchas en todo el país contra la especulación y el acaparamiento, porque esta es otra guerra como la que sufrimos en el 2002, y no podemos andar a la defensiva, como si todo el peo que se aprecia y palpita en los mercados fuese culpa del gobierno. Si no nos movilizamos ciertamente va a parecer que los culpables somos nosotros. Ellos, los oligarcas, los provocan, y mucha gente anda arrecha como si la culpa fuese de nosotros los chavistas.
Estamos actuando mal, y el PSUV debe analizar con mucho tiento qué hacer y no dejarse acorralar, asfixiar.
Pongamos en alerta a toda la población y que la oligarquía piense bien sus pasos porque no nos los vamos a calar más.
Presidente Maduro, no vaya a permitir que esta situación se complique demasiado, y la gente en la desesperación vaya a tomar la justicia en sus manos.
Hay que advertirle a los empresarios sacatripas, que en caso de que continúen con sus sabotajes, con sus acaparamientos y especulaciones, que se atengan a las consecuencias. Observen bien que a los escuálidos les ha dado por hablar de un Paquetazo Rojo, un paquetazo que ellos prepararon y venían urdiendo desde enero, cuando se les hizo evidente que ya se hacía impostergable llamar de nuevo a elecciones. Tenemos entonces que latirles en la cueva, y hacerles ver que ellos son los causante de todas estas desgracias económicas, y no cruzarnos de brazos. Hoy me entero que cada huevo está costando más de medio dólar, y que la masa (harina pan) no está para bollo, sencillamente porque no se consigue en ninguna parte. Qué vaina es esa, vale.
¿Tenemos o no voluntad de poder?

jsantroz@gmail.com

@jsantroz


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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