La victoria del 14 de Abril: un aprendizaje para todos

Quiero comenzar estas líneas sobre la base de los resultados oficiales, emitidos por el poder electoral en ocasión de las elecciones presidenciales del pasado domingo 14 de abril, que indico brevemente y que son los siguientes:

 

Nicolás Maduro.  7.559.349 para un (50.75%)

Henrique Capriles.. 7.296.876 para un (48.98%)  

 

Lo que marca una diferencia de 262.473 votos a favor de Nicolás Maduro sobre Henrique Capriles.

 

Estos resultados son de un total de votantes de 14.880.744 lo que representa el 79,84% de los 18.904.364 que se esperaban, concurrieran al proceso eleccionario.

Participación por cierto que fue muy cercana al 80,48% que hubo el pasado 7 de Octubre de 2012 cuyos resultados fueron:

 

Hugo Chávez Frías.8.191.132 para un (55,07%)

Henrique Capriles...6.591.304 para un (44,31%)  

 

Y que marcó una diferencia de 1.599.828 votos a favor de Hugo Chávez sobre Capriles.

 

Ahora bien,

 

Resta simple: 1.599.828 234.935=  1.364.893 de votos mas que obtuvo el comandante, con respecto a Nicolás..

 

Entonces, ¿Que se hizo esa gente?  

 

Ahora vamos con Capriles:

 

El 7 de Octubre obtuvo 6.591.304 votos y el 14 de Abril obtuvo 7.296.876 votos.

 

Lo que en suma simple nos indica que obtuvo 705.572 votos más, con respecto a lo que sacara la última vez que se enfrentó al comandante.

 

¿De donde los sacó?

 

Sería lógico pensar, que esos 705.572 nuevos votos que obtuvo Capriles este 14 de Abril, salieron de ese 1.364.893 de Chávez ¿Verdad?

 

Pero aún así me sigue faltando gente. Todavía me faltan 659.321 personas.

 

¿Dónde están esas personas? ¿Se Abstuvieron? ¿Triunfalismo?

 

Como sabemos, esta elección presidencial fue forzada por las circunstancias a escasos 6 meses de la inmediata anterior -resultados contrastantes- además de su atipicidad y brevedad en la campaña. Lo que no nos da mucho margen para las excusas, pero tampoco para las culpas.     

De acuerdo a como lo veo yo, estos nuevos resultados favorables al candidato opositor, y más aún su cerrado margen; solo nos comprueba una vez más, inequívoca e indudablemente, LA VERACIDAD Y CONFIABILIDAD DE LOS MISMOS.

Precisamente lo súbito de dichos resultados, dan fe de la imparcialidad del árbitro electoral.

Solo un poder electoral verdaderamente honesto, verdaderamente imparcial, mostraría sin temores y sin búsqueda de subterfugios- unos resultados tan desfavorables (con todo lo que eso significaría) para perjudicar a la opción que (de acuerdo a las eternas infamias de la oposición) supuestamente representa. Eso es indudable. Pensar lo contrario sería una nueva estupidez. Eso en primer lugar. Aprendizaje para la oposición.

En segundo lugar, estos mismos resultados a su vez ratifican de manera absoluta y total más a unos que a otros claro- el tamaño inconmensurable que tuvo en vida física ese ser humano llamado Hugo Rafael Chávez Frías.

Ese hombre cuya estatura humana, política y comunicacional fue, es y seguirá siendo única e incomparable.

Si me lo preguntan a mí, aquí está el detalle, aquí está la diferencia -fundamental- de esos resultados. Su ausencia física nos demuestra una vez más, quien fue Hugo Chávez. El poder de su palabra, La fuerza de su moral. La contundencia de su personalidad.

Ese poder de convocatoria cuyo alcance era directamente proporcional al amor que el pueblo (en numero de 1.364.893) sentía por él. Otra enseñanza para la oposición, pero también para nosotros.

 

Por otro lado, los números obtenidos por el candidato de la MUD a nivel regional también varían.

Por ejemplo, llama la atención que estados recientemente ganados y recuperados por la revolución, como lo son Táchira y Nueva Esparta; el candidato Capriles ganara y lo hiciera incluso con mayor porcentaje que en su propio estado Miranda. Explíquenme eso. ¿Se los respondo? Chávez.

 

Así mismo, el Sr Capriles ganó en otros estados gobernados actualmente por la revolución, como lo son: Zulia, Anzoátegui, Mérida y Bolívar. ¿Me van a hablar de trampa, de fraude?

 

Por otra parte, no debemos olvidar que el señor Henrique Capriles, en las elecciones para gobernadores de 2012 (con el mismo CNE, los mismos rectores, las mismas maquinitas, etc) sacó 583.660 votos, contra 538.549 que obtuvo Elías Jaua y a pesar de ello, yo no vi ni escuche a Elias Jaua pedir reconteo de votos, mucho menos hablar de fraude. Se le reconoció su triunfo cerrado y hoy en día es gobernador de esa entidad por esos resultados.

 

En fin, al parecer la oposición reconoce al árbitro y los resultados solo cuando gana, cuando los estos le son favorables. Y así mismo pareciera que  reconoce la derrota, solo cuando esta es por amplio margen. ¿Será que los mal acostumbramos a eso?

 

En todas partes del mundo (menos en Estados Unidos por cierto) las elecciones las gana quien saque más votos y las pierde quien saque menos. Suena raro tener que decirlo ¿verdad?

 

Es así el caso de las últimas elecciones en Chile por ejemplo, en donde con un total de votos escrutados -no del 80% como acaba de ocurrir aquí- sino con menos,  con  el 60,32% de votos escrutados; el candidato y actual presidente Sebastián Piñera  ganó con el 51,87%, frente al 48,12% de su oponente Eduardo Frei, el cual ni pidió reconteo de votos, ni habló de fraude tampoco.

Y eso que en Chile no tienen un sistema como el nuestro, el cual es reconocido mundialmente como uno de los mejores del planeta.

Así mismos otros ejemplos pero en nuestro país- como por ejemplo las elecciones presidenciales más reñidas de Venezuela que fueron las de diciembre de 1968, ganadas por Rafael Caldera a Gonzalo Barrios por 32 mil 906 votos, es decir, 0,89% de diferencia porcentual.

Otro ejemplo, las elecciones del 13 de diciembre de 1978, cuando salió victorioso Luis Herrera Campins sobre Luis Piñerúa Ordaz, con una diferencia de 177.741 votos lo que equivale al 3,33 % de diferencia, y tantas otras.

 

Como también en nuestro país, la reforma constitucional del 2007 y cuyos resultados fueron:

 

Opción del NO 50,65%

Opción del SI   49,34 %

Con una escasa diferencia de 116.868 votos.

Y donde el presidente Hugo Chávez reconociera la derrota y aceptara los resultados inmediatamente.

 

Por otra parte, otra de las enseñanzas de estas y anteriores elecciones, y para ser justos, debemos atribuírsela también al comandante Hugo Chávez, es la implementación no solo del poder electoral (el cual tiene rango constitucional) sino del sistema mismo, el cual para molestia de una oposición históricamente tramposa y desleal- tristemente conocida además por su acta mata voto y su repartición de votos manuales ha tenido ahora la dura tarea de ganarse uno a uno cada votico.

Y es obvio que para ellos tanto esfuerzo, tanto sacrificio, tanto dinero invertido para luego perder las elecciones, no es nada grato.

 

En mi opinión se avecinan nuevas realidades.

 

Lamentablemente nuestro gigante ya no está entre nosotros físicamente.

Y a diferencia de los tiempos del comandante candidato, del comandante líder, del comandante presidente, quienes compartimos este proceso tenemos que aceptar nuestra nueva realidad.

En mi opinión, el chavismo tiene ahora (y eso debe ir en ascenso) una base de leal de 7.559.349 votos para un (50.75%) 7.500.000 para redondear. Es decir, los que juraron lealtad al comandante y le cumplieron.

 

Para ese faltante al que lograron confundir y que tal vez saltó, que se abstuvo, que traicionó o que se durmió; habrá que  trabajarlo y traerlo de nuevo a las filas del proceso.

El asunto es que 7.500.000 son los votos con los que en principio se cuentan,  sin que este físicamente presente Hugo Chávez.

Pero por otro lado, así mismo la oposición tiene que entender que ya tocó techo, que la ausencia del comandante Chávez  ya le endosó los votos golondrinos que le iba a endosar.

No le será nada fácil (y esto por supuesto dependerá de la revolución en los próximos años) remontar esa cifra obtenida que como bien dijo su candidato- la obtuvo a punta de dejar el pellejo y yo agrego a punta de billete también.

En esa cifra de 7.296.876 para un (48.98%), 7.300.000 para redondear, ya están incluidos los que tenían que estar, sin que Chávez esté presente físicamente.

 

En conclusión, los patriotas de este nuevo momento histórico, tenemos que hacer las cosas lo mejor posible (inventar), es la única manera de no perder lo que hasta ahora -de manos del presidente Hugo Chávez- hemos obtenido para bienestar de los más necesitados y de la patria toda.

Y los líderes de oposición, muy a pesar de la frustración y de la molestia del Sr Capriles por haber perdido nuevamente en menos de seis meses, y de las consecuencias que esto  pudiera acarrearle a la luz de sus futuras aspiraciones políticas; tienen que aprender a perder de una vez por todas y alejarse de ESE CAMINO que tanto los tienta, pues en mi opinión, los márgenes de ahora en adelante son y seguirán siendo muy estrechos. Al menos en una primera fase.

 

Con el trabajo de todos, confiamos en ti Nicolás.

Adelante.

 

Jcar2021@gmail.com

@jeca_65



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