Al joven Edecán del Libertador del Siglo XXI

Hace un mes que sufrimos un dolor inmenso que dejó a la Patria momentáneamente sumida en un espantoso silencio. Un 5 de marzo de 2013 en el cual la muerte nos atacó cruelmente pretendiendo salir victoriosa.

Como una llamarada pasaron por nuestras mentes y nuestros corazones miles de imágenes, palabras, sueños, sentimientos, miles de páginas de una historia de amor acompañados por un gigante que se metió con su sonrisa infinita en nuestras almas para no abandonarlas nunca.

Al lado de este gigante, la figura de un chamo, un soldado patriota, con amor siempre en sus ojos y en sus manos, cumpliendo la difícil tarea de asistirlo en todo momento, dedicado a él, aprendiendo de él. Puesto allí por la historia como representante del pueblo amoroso de la Fuerza Armada Bolivariana al cuidado de un Padre con sueños azules.

Teniente Juan Francisco Escalona: El Edecán del Libertador del Siglo XXI. Ejemplo para niños y jóvenes de esta tierra bendita, formados bajo el liderazgo de un ser humano pleno de humanidad, fuente de inspiración inagotable para las generaciones nacidas en una Patria por fin libre e independiente. Ya no tendremos que esperar cien años más para ver despertar a otro Bolívar, a otro Chávez. ¡Ya el pueblo despertó para no dormirse nunca más!

Con sus ojos, ahora bien abiertos, los niños vigilan a este hijo de Chávez. Por sus tiernas mentes pasan ideas y sueños de lucha y gloria nacidos del ejemplo recibido de este guerrero de la paz al que han visto sirviendo a su pueblo al lado de su Presidente. Muchos héroes vienen galopando en el presente hacia el futuro que forjaron los Libertadores.

Sin separarse un momento de su importante misión, este soldado, permaneció junto a su Comandante-Presidente, escoltando hasta el último instante el ataúd en el cual parecía vigilar con celo a su propia alma. Lealtad absoluta, amor infinito de un soldado de la Revolución.

Teniente Escalona, tu Padre no está muerto, se convirtió en el aire que respiramos todos, y tú sigues siendo su ayudante, nuestro ayudante en la tarea vital que nos encomendó:

“Hoy sí tenemos Patria y es la tuya Bolívar, es la que tú comenzaste a labrar, a labrar junto a millones de hombres y mujeres hace 200 años y antes habían comenzado también a labrar. Hoy es Día de Guaicaipuro, nuestros hermanos aborígenes en su lucha, en su resistencia, 500 años de lucha. Hoy, por fin, después de tanta lucha tenemos Patria a la cual seguir haciendo el sacrificio. Desde mi corazón de patriota reitero mi llamado a todos los patriotas de Venezuela y a todas las patriotas de Venezuela, porque, bueno, somos revolucionarios, somos socialistas, somos humanos, somos muchas cosas pero en esencia, patriotas!, patriotas!. Y cada vez que yo hablo del patriota, recuerdo aquella canción, vieja canción de los soldados tanquistas de Venezuela que aprendí de casi niño, todavía ya, aquí la llevo en el alma”.

¡Cántate una Escalona! ¡Hazte famoso chico! ¡Crece compadre hasta convertirte tú también en un gigante! Cántate esa canción de los soldados de Venezuela y acompaña la voz de nuestro Eterno Comandante que se escuchará por siempre. Canta joven soldado patriota a tus hermanos y hermanas venezolanas, al Corazón del Pueblo, al Comandante de tu corazón:



Patria, Patria, Patria Querida

tuya es mi vida, tuya es mi alma, tuyo es mi amor.

¡Tú también eres Chávez! ¡Todos somos Chávez!

¡Hasta la victoria siempre Edecán del Pueblo!

¡Venceremos!

amigodon1@gmail.com


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