La victoria obrera de Nicolas Maduro y El fracaso de la academia gobiernera

La Colegiación Profesional la inventaron los godos para impedir que los pelabolas tuviesen oportunidad de participar en el mercado laboral profesional. Desde que “inventaron”, la Colegiación Gremial se convirtió en un atentado contra el conocimiento y en un privilegio para los pudientes devenidos en doctores por ser los únicos con posibilidades económicas de realizar estudios universitarios.

¡Claro! La negación académica al pobre era tan determinante que sólo el doctor Albertico Limonta logró graduarse de médico y tener éxito; pero sólo en la radionovela El derecho de nacer. ¡Fíjense! ¡Qué vaina no! Antes. La graduación universitaria de un Juan Bimba eran tan rara que hasta fue tema de una exitosa radionovela. Hoy cualquier Hijo de Dios es universitario.

Antes. Tener un título universitario era un pasaporte al éxito reflejado en un buen trabajo, vivienda, auto y viajes al exterior. Y por supuesto el derecho a formar una familia. Quien no fuese doctor no tenía chance a casarse con una muchacha de buena familia, hija del rico del pueblo. “Ese es un bolsa, un Juan bimba. No es profesional y no le garantiza nada a mi muchacha”, vamos pues, un guebón, decía el ricachón de marras.

Y fue así como la “titulitis”aguda hizo metástasis en la terba del venezolano. Si no eras doctor en nada eras un bolsa y sólo tenías chance a trabajar como obrero, jardinero, chofer, mandadero, conserje, botabasura, etc.
En 1937 el ingeniero Luis Caballero Mejías creo la Escuela Técnica Industrial de Chaguaramas y varios núcleos en todo el país. Lamentablemente el Presidente Caldera las borró de un solo plumazo eliminando así la posibilidad que no sólo permitía a los chamos graduarse de Técnicos Industriales en Electricidad, Mecánica, Instrumentistas sino ingresar a la Universidad con equivalencias en varias materias de Ingeniería. Por cierto fue el Ing. Caballero Mejías, quien inventó la Harina de Masa o precocida según data en Primera patente de La Arepera harina precocida No 5.176 del año 1954 patentada en Venezuela bajo la Ley de Propiedad Industrial y Comercial ante el Ministerio de Fomento. Hoy con el nombre de Harina Pan, el producto es comercializado por Polar. En Internet está el cuento completo. Sólo pulsen Ing. Luis Caballero Mejías. Allí dicen que el negocio fue Bs. 275.000.Y que Caballero Mejías vendió su invento para cancelar una intervención quirúrgica de un mal que le aquejaba. En la red hay profuso material. Naveguen para que se informen.
Después El Maestro Prieto Figueroa inventó el INCE (Instituto Nacional de Cooperación Educativa) dirigido a especializar a los obreros rasos en electricidad, plomería, mecánica industrial. Pero los vivos, los Capitalistas, desvirtuaron el INCE y lo convirtieron en una fábrica de jóvenes trabajadores para que les moviera sus fábricas haciendo que se olvidaran de graduarse de ingenieros, economistas, arquitectos, administradores, contadores. Les interesaba explotarlos, pagarles salarios miserables y cercenarle la natural aspiración de ser profesionales universitarios y montar su propia empresa. La tesis de convertir a la juventud venezolana en obreros de menor cuantía para alimentar las fauces del empresariado capitalista se condimentó fuertemente con la Prueba de Actitud Académica (PAA)una especie de filtro que negaba a toda la juventud venezolana cursar estudios universitarios. Solo los que aprobaban la PAA ingresaban a la Universidad.

Pero resulta que los doctores mandaron en los Gobiernos de la IV República y volvieron ñinga al país. Meta usted, por favor, en ese caldero de “facurtos” a los IESA Boys cuyos programas económicos devinieron en el Caracazo. De manera pues que la Academia, el pupitre, resultó un desastre de padre y señor mío en cuanto a administración del dinero del pueblo. Por eso el pueblo se cuadro con Chávez. Y POR ESO LA GODARRIA MÁS NUNCA VOLVERÁ A MIRAFLORES.
Cuando Radonski y su combo se empeñan en restregarle a Nicolás en su cara que por haber sido un chofer de autobús no puede ser Presidente de Venezuela, que de hecho ya lo es por una situación sobrevenida y será electo el 14 de abril de 2013, le hicieron un gran favor al enrostrándole en su cara su condición de autobusero y desconocerle el excelente trabajo que por seis años realizó al frente de la Cancillería Venezolana. Ningunear a Maduro por autobusero es ningunear a la clase trabajadora venezolana; negar que un campesino nunca debió ser Presidente de EEUU. O que un sindicalista como Lula, Presidente de Brasil. O un obrero portuario como Lech Valesa, Presidente de Polonia.


americoarcadio@yahoo.com


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Américo Hernández


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