Desde el estallido de la crisis política de diciembre 2002, cuando los mayores canales de la televisión privada se encadenaron para disparar difamaciones contra el Presidente Hugo Chávez y exigir su renuncia, en el mundo de la farándula es frecuente que famosas personalidades manifiesten públicamente su discrepancia contra la Revolución Bolivariana e inclusive un furibundo antichavismo.
Twitter y otros medios revelan que no ha existido la misma tolerancia para los seguidores del Comandante Chávez que trabajan en el mundo del espectáculo, ya que cuando han manifestado su simpatía por el líder han sido objeto de linchamientos mediáticos. Cantantes, actores, comediantes y destacados atletas han sufrido descalificaciones, burlas y actos de irrespeto a pesar de sus contribuciones a la cultura, el entretenimiento y el deporte para orgullo de la Patria.
Felizmente, cada día más artistas se declaran chavistas y ello merece tener en cuenta lo que reza la Constitución, en su artículo 89, ordinal 5: “Se prohíbe todo tipo de discriminación por razones de política, edad, raza, sexo o credo o por cualquier otra condición”.
No obstante la derecha mezquina pone en duda la sinceridad de los nuevos apoyos que desde el mundo de las artes se suman al chavismo. Ocultan que en realidad existen muchos más trabajadores artísticos que son chavistas pero por ahora no lo dicen porque viven bajo amenaza de despido en las empresas privadas del entretenimiento.
El cobarde chantaje de los capitalistas del “show business” contra los hijos de nuestra clase popular fracasará porque a medida que se extienda el proyecto de inclusión social, será posible que profesionales y especialistas en diferentes ramas encuentren oportunidad para desarrollarse en condiciones dignas dentro del modelo bolivariano.
Constitucionalista. Profesor UCV
http://jesusmanuelsilva.
