y que opera en Miranda- podría caer aplastado bajo el peso de sus propias maldades.

Capriles -lugarteniente de la banda de “El Julio” (Borges)

Cuando Capriles, al frente de la más enardecida horda de escuálidos vista y por ver, asaltó la Embajada de Cuba en Venezuela, yo pensé que eso nunca volvería a suceder, que la justicia internacional, pese a todo, caería sobre él y lo pondría en su sitio.

Pero, no fue así; la OEA, la ONU y ETC adefesios dieron la vista gorda al tipo, y una vez restaurada la legalidad institucional en Venezuela, no obstante, el caso siguió impune.

Los jueces adujeron que los militarotes de Plaza Altamira estaban preñados de buenas intenciones, que acá no había habido un golpe de Estado sino un vacío de poder y que los muertos de Puente Llaguno no habían caído por el efecto de balas asesinas disparadas por francotiradores mercenarios traídos por Capriles, lugarteniente de la banda de “El Julio” (Borges).

Pero, esa banda de “El Julio” (Borges) y de su lugarteniente Capriles, ya está al descubierto y caerá aplastada bajo el peso de sus propias maldades.

Los francotiradores del malandro “El Julio” no sólo asesinaron a nuestra gente -el 11 de abril de 2002- sino que, en un ejercicio de extrema sevicia y morbo, asesinaron a su propia gente; nada extrañó que ahora durante la pasada campaña electoral le cayeran a golpes a incautos militantes adecos que inclusive los estuvieron apoyando a ellos; y aunque el Vampiro Antonio se haga uña y sucio con Julio Borges, no obstante “El Cataco” se les paró de frente y les paró los mochos.

Se nota que entre esa gente la pelea es por supervivencia, a dentelladas, pero “El Julio” lleva las de perder, por prepotente hasta con sus propios compinches.

oceanoatlanticoguillermo@gmail.com



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Guillermo Guzman


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