Todo por culpa de Bolívar que cuando aun la América mamaba, en vez de darle teta, le dio espada!!

El mapa no es el territorio, la furia desatada en este tiempo de batalla, en Venezuela y la patria amada de la América, es teñida por la rabia contenida, por la ira desbordada en una gesta de historia que supera cual ola gigante, la cotidiana y fría mediocridad de las estrategias calculadas bajo el aire frío y temeroso de las salas situacionales del pentágono. El mapa no es el territorio, la tierra es aquella sobre la que avanzan las pisadas firmes y decididas de quienes somos los soldados que estamos dando la batalla.

Todo por culpa de Bolívar, es cierto, como decía esta estrofa de un viejo poema perdido en  mi vida pero inmortal e inolvidable que rezaba proféticamente que era su culpa pues cuando la América mamaba, en vez de darnos leche, nos dio espada. Esa misma espada que cabalga indómita por las llanuras, por las montañas, por las fábricas y las escuelas de mi patria amada, Esa espada que abre cada día de esta gran batalla de Carabobo con la fuerza suprema de su ceño apretado de sueños que nos mira y nos obliga, nos manda de forma imperante a no fallar, a no desmayar, a no perder la brújula ante la misión que nos corresponde.

Todo por culpa de Bolívar, cuya voz infinita se  repite a diario en la garganta eterna de nuestro comandante Hugo Rafael Chávez Frías, que incansable nos repite las paginas de aquella historia perdida sobre los pupitres del colegio. Todo porque nos llenó con la ira que se torna en arma, con la letra que se convierte en canto, con los actos que se hacen victorias sobre la tierra que vivimos, dejando vacías las predicciones de los mapas, de las encuestas, de los pronósticos y de las irreales utopías del pasado que pretende volver a dominarnos.

Yo se que no solo me pasa a mi, nos pasa a todos, a esta humanidad gigante que desde mi propia tierra va a dar una lección de historia sobre las páginas del presente, yo se que somos un gran ejército de mujeres y hombre para quienes no hay mas camino que la obediencia y la entrega a puesto de lucha que debamos asumir, yo lo se y lo siento cada vez que voy y vengo por las carreteras de mi patria, lo presiento de forma grandiosa en el pulso con el que corre mi sangre para llenarme las venas de cantos de guerra para vencer al enemigo, al pasado, al imperio.

Todo por culpa de Bolívar que bajo a dormir en la celda de Chávez durante su presidio, que se arropó con sus sueños de entrega para obtener la gran victoria, por culpa de sus cantos y delirios sobre todos los escenarios a los que lo llevó su propia historia, por culpa del verbo de su garganta que hoy nos grita y canta desde su entregado soldado Hugo, el comandante.

Por su culpa cada día se me hace mas largo, cada minuto un infinito, cada momento la eternidad misma para que llegue la refriega, el combate y la victoria popular que le dará a mi Bolívar amado su lugar y aposento en las alturas, su sonrisa extraviada en la deshonra, su felicidad de ver cumplidos sus designios.

Por su culpa, por su culpa, por su mismísima culpa viviremos y venceremos en la batalla de Carabobo, en la liberación de la América y la salvación del planeta, por su culpa será eterna la vida y triunfará la lucha que libramos cada día.

PATRIA INDEPENDIENTE Y SOCIALISTA, VIVIREMOS Y VENCEREMOS!!!!!

brachoraul@gmail.com



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Raúl Bracho.


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