Urgencias del quehacer Revolucionario en Venezuela

“REVOLUCIÓN ES SENTIDO DEL MOMENTO HISTÓRICO…

“(Fidel Castro)

 

Mirar para otro lado o distraernos con las trivialidades de la justa electoral burguesa –encuestitis. twiterititis, chismografía, etc.- equivale a practicar la estrategia del avestruz. La burguesía internacional y criolla está montada en la ejecución de un golpe de estado sanguinario y brutal fascista. El híbrido acariciado por los sectores reformistas de convivencia armónica entre formas de producción capitalistas con formas de producción de propiedad social directa o indirecta es un boleto directo a la caja registradora del capitalismo. El informe del BCV respecto al comportamiento de la economía en el primer trimestre de este año así lo demuestra. El PIB de la nación creció en 5.6% en tanto el sector privado no petrolero (el capitalismo que emplea esos millones en conspirar) creció por encima del 6.5% El trasvase de la renta petrolera a las arcas del capitalismo supera el 50%, a pesar de todos los esfuerzos que se hacen por llevar esa renta al pueblo.

Intentan derrotarnos usando los recursos del pueblo al que perseguirán a muerte una vez cumplida la faena. Continúan apoyándose en la complicidad –consciente o no- de una burocracia por lo general con la misma mala conciencia adeco-copeyana del cargo como privilegio y oportunidad para poner a funcionar la máquina de los privilegios mediante el tráfico de influencias, el cobro de “peajes” que sustente su modo de vida burgués con carros de lujo, cañita 18 años, viajes, banquetes, viviendas en el Este, etc., etc.

El Estado como mero administrador y distribuidor de la inmensa renta petrolera sin tocar la esencia de la economía capitalista convierte al capitalismo en el principal beneficiario, y por tanto, al fortalecimiento de su voracidad como lo demuestran las gigantescas ganancias del sector financiero, grandes industrias y comercios. Con esos recursos el grupo de “los 15” –que son muchos más que 15- financian la agresión contra la Patria. Imaginar siquiera un capitalismo post-revolución de corte humanista es más que una torpeza un crimen. El capitalismo es asesino, y lo es porque para existir roba, depreda y confisca la riqueza fruto del trabajo de las inmensas mayorías y para lograrlo las somete a la alienación, al abandono y la exclusión. Es ecocida porque para acumular ganancias debe agredir a la naturaleza. Del capitalismo pueden esperarse algunos gestos de “caridad” pero jamás la transformación de las causas de la injusticia porque ello exige su desaparición y no es tonto. 

En condiciones normales, la burguesía controla y domina mediante su “democracia” El aparato dominante fundamental es el ideológico que se traduce en un bajo nivel de conciencia de las masas trabajadoras, así como el dominio de las cúpulas sindicales y políticas. “democracias”  estas, que sin dejar de llamarse así emplean elementos propios del fascismo: asesinatos de la vanguardia obrera, encarcelamientos, persecuciones, etc., etc. Pero, cuando las condiciones se les vuelven esquivas o peligrosas el capitalismo recurre al fascismo. Veamos:

Históricamente el capitalismo apela al fascismo abierto y descarado en circunstancias revolucionarias como las que estamos viviendo en Venezuela. Lo hace jugando con dos caretas. Mantiene la apariencia “democrática” –elecciones, partidos, parlamento- y por otro lado forma una vanguardia fascista compuesta por la pequeña burguesía, siempre alocada y descontenta y una especie de lumpen proletariado desclasado y agresivo a los que forma paramilitarmente para realizar acciones violentas. La burguesía atrae a esos sectores con un discurso cuasi revolucionario y tremendista que los captura. No olvidemos las SA en Alemania, los Fascio en Italia, o las JONS en la España previa a la guerra civil.

Bien, contra la Revolución Bolivariana se prepara una agresión fascista,  y no verlo –reitero- más que ingenuo es criminal e imperdonable ante la historia. Estos procesos –ahí está justamente la experiencia para que aprendamos de ella- se producen cuando la clase trabajadora tiene la oportunidad de tomar el poder y trascender al capitalismo destruyendo el estado burgués y transformando la sociedad y no lo hace. De no hacerlo, debido casi en todos los casos, a que las masas proletarias siguen guiadas por sectores reformistas, las masas –a las que no se les ha transformado la ideología egoísta- , decepcionadas –real o artificialmente- terminan poniendo su confianza en la reacción burguesa.

“Si no rompemos con la tradición rentista, y no nos proponemos educar a la sociedad en valores espirituales, esto es,  romper con la relación felicidad-bienes materiales obtenidos sin esfuerzo, si no establecemos que el hombre tiene su riqueza en los bienes espirituales… la masa se comportará como lo ha hecho hasta ahora… le dará la espalda al gobierno” Antonio Aponte

La batalla es contra el fascismo en su más poderosa y criminal forma. El enemigo es capaz –como lo ha demostrado con creces  -España Republicana, Chile de Allende, Iraq, Libia, Siria- de arrasar con todo y con todas y todos. Las opciones son claras para los revolucionarios: claro sentido del momento histórico, caminar hacia el socialismo sin hacerle concesiones al reformismo restaurador  “cambiar todo lo que tenga que ser cambiado” y hacerlo encendiendo en el pueblo –desde el conocimiento y el ejemplo- el fuego sagrado que imprime una lucha en la que está en juego la humanidad. ¡Vacilar es perdernos!

¡Con Chávez al socialismo!

martinguedez@gmail.com

¡VENCEREMOS!



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Martín Guédez


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