Acuérdense del Abril de resurrección. Gracias Giordani, gracias Héctor, gracias Aristóbulo

UNO
Ni viví ni participé personalmente en los acontecimientos del golpe de
Abril del 2002 contra el comandante y la revolución bolivariana y
socialista. Pero mantengo dos recuerdos intactos: La imagen de Chávez
entrando en Fuerte Tiuna y las palabras de una humilde trabajadora.
Por estos lares no sucedió absolutamente nada. En esos tres días del
mismo mes busqué a la gente del MVR por todas partes. No los conseguí
por ningún lado. La casa del partido cerrada y no les estoy
reprochando nada. Se veía venir una represión brutal y me imagino que
se estaban poniendo a resguardo. Siete compatriotas nos reunimos en un
bar-remate de caballos regentado por mi amigo “El Tigre” Alfonso.
Estábamos desorientados, fulminados. Habían logrado tumbar a Chávez y
pensábamos que la cosa iba para rato. Nos dedicamos a preparar algunas
“conchas” y “nada más” como dice la canción de Atahualpa Yupanqui.

DOS
No se porque recordé las palabras de Salvador Allende: “En esta hora
aciaga quiero recordarles algunas de mis palabras dichas el año 1971,
se las digo con calma, con absoluta tranquilidad, yo no tengo pasta de
apóstol ni de mesías. No tengo condiciones de mártir, soy un luchador
social que cumple una tarea que el pueblo me ha dado. Pero que lo
entiendan aquellos que quieren retrotraer la historia y desconocer la
voluntad mayoritaria de Chile; sin tener carne de mártir, no daré un
paso atrás. Que lo sepan, que lo oigan, que se lo graben
profundamente: dejaré La Moneda cuando cumpla el mandato que el pueblo
me diera, defenderé esta revolución chilena y defenderé el gobierno
porque es el mandato que el pueblo me ha entregado. No tengo otra
alternativa. Sólo acribillándome a balazos podrán impedir la voluntad
que es hacer cumplir el programa del pueblo. Si me asesinan, el pueblo
seguirá su ruta, seguirá el camino con la diferencia quizás que las
cosas serán mucho más duras, mucho más violentas, porque será una
lección objetiva muy clara para las masas de que esta gente no se
detiene ante nada”

TRES
Y de repente vivimos una experiencia sin igual. Eloísa Díaz, la
trabajadora que limpiaba el lugar se paró ante nosotros con el mango
del cepillo en el mentón y nos dijo –No se preocupen camaradas,
Chávez volverá; hay una inmensa aureola de luz a su alrededor. Eso
significa que pronto estará entre nosotros --Miré al “Tigre”
sorprendido y le dije --tal como me lo dijo Ángela Milagros, pero la
diferencia está que la luz que ella vio, se ve al final de un túnel --
"El tigre” la tomó por los hombros y le dijo: Déjate de vainas
religiosas y la mandó para su casa, sin antes darle un dinero para que
hiciera un mercado. Amaré a esas dos mujeres por toda la vida por sus
palabras, pero no les creí, me confieso un hombre de poca fe
religiosa, pero más adelante comprobaría que ambas tenían razón.

CUATRO
Vi llegar al comandante al Fuerte Tiuna rodeado de los generales
traidores y felones. Se destacaba por su corpulencia el general
Rosendo, quien en días antes se había hundido en el barro hasta la
cintura, cuando se cayó el puente que va al “Manzano” y Río Claro.
Dios mío, cuanto costó sacarlo del fango. Pero esta vez se hundía
hasta la coronilla. Identifiqué a Chávez por su corpulencia en medio
de tantos uniformes de campaña porque visto de espalda tiene una
pequeña caída en el hombro izquierdo. Pensé que Abril nos traería
plomo rayos y truenos y ansíe como nunca que a Chávez no le pasara
nada.

CINCO
Gracias Giordani, gracias Héctor Navarro, gracias Aristóbulo por no
olvidar que el pueblo es el verdadero protagonista de los sucesos del
golpe de abril. Bien lo dijo Giordani en su entrevista con la
periodista Ángela Davis: “Asombra ver a tantas personas buscando las
cámaras de televisión para ser protagonistas” Lo mismo aseveraron
Héctor Navarro y Aristóbulo Isturiz en diferentes declaraciones. Dónde
están Yesenía Fuentes y la Asociación Civil Víctimas del Golpe de
Estado del 11 al 14 de Abril, el filosofo de los Teques, el guaro
llorón de Sarare, los familiares de los chamos asesinados por la
policía Metropolitana en el Valle que enfrentaron la represión sin
armas y fueron asesinados. El “por mis hijos” a la puerta de
Miraflores. El Militar que saludó a unos de los golpistas con el
remoquete de “considerando”, la guardia presidencial y sus flameantes
banderas, García Carneiro, Montoya, el que le dijo a la Fosforito: “El
pueblo no se la va a calar, no se va a quedar tranquilo” del cual no
conocimos su rostro.
No se puede seguir marginando a los verdaderos protagonistas contra
el golpe de estado del mes de Abril del 2012; por el bien de la
revolución y por hacerles justicia a los caídos. Va este escrito a
todos ellos y en especial por Danilo Anderson y Romero Anselmi y por
tantos héroes anónimos que bien merecen nuestro respeto.

fernandezlunardi@Gmail.com



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Antonio Fernández Lunardi


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