Para quienes especulan y desean debates innecesarios... Y para quienes me han escuchado

Entre Despedidas y Buenas Nuevas (un único pronunciamiento)

Tengo fundadas reservas por las Putas de los Medios. Pues, apartando el hecho comprobado de su función conspiradora, han prostituido a sus cuadros reporteriles y a sus lacayos columnistas, convirtiéndolos en zamuros que violentan la verdad en busca de la carroña. Por eso los combatí con encono y los seguiré enfrentando en el futuro para desnudarlos ante el pueblo venezolano.

De igual manera, tengo fundadas reservas por los partidos políticos. Pues, si bien es cierto que la revolución bolivariana necesita de un aparato orgánico que establezca las reglas democráticas necesarias para organizar al pueblo en defensa del proceso revolucionario y la construcción de una nueva sociedad, también es cierto que han prevalecido las prácticas puntofijistas destinadas a resguardar pequeños, pero poderosos, sectores de poder que han obstaculizado los avances sociales y destinan sus esfuerzos a abortar el sueño de Bolívar.

Recuerdo con orgullo la decisión de escribir La Hojilla diariamente por Aporrea. Eran tiempos de ingenuidad, de instinto comunicacional, de una franca y feliz peladera de bola, que logró establecer un mecanismo de comunicación destinado a bajar los niveles de veneno inoculado por las Putas de los Medios.

Lo mismo pasó en la televisión, aún cuando sus repercusiones fueron imprevisibles y, con la ayuda inobjetable de Néstor Francia y Eileen Padrón, La Hojilla vendría a convertirse en un oasis de ese pueblo que ha sido el más bombardeado en el mundo por las campañas de desinformación y fascismo mediático. Teníamos el poder de desarticular una de las maquinarias más diabólicas de la que se pueda hacer uso: La Manipulación de las Putas de los Medios.

Sin embargo, ese poder traería consigo necesarias rectificaciones que no se evaluaron, no se corrigieron y, mucho menos, se tomaron las previsiones destinadas a aceptar que solo éramos simples seres humanos que no podían seguir el camino de la improvisación. La dinámica que imprime un programa de emisión diaria, la inmediatez de su contenido, las largas horas de trabajo diario, la influencia que generaban sus pronunciamientos, el celo excesivo por la seguridad y el lógico resentimiento que generaba en los sectores de poder de ambos lados, terminarían por vulnerar los criterios que allí se manejaban y, ¿por qué no decirlo?, terminó por abrir una brecha insalvable entre sus integrantes.

No hubo, tengo que reconocerlo públicamente, la capacidad de analizar cuán importante era La Hojilla como trinchera de defensa del proceso; un espacio absolutamente separado de protagonismos personales, donde la participación popular era el objetivo preponderante. Sólo el pueblo tenía el derecho inalienable a la participación.

No tengo ningún prestigio que salvar y me importa poco, por no decir nada, todas las especulaciones que se hagan respecto a las razones que conllevaron al cierre de La Hojilla. Mario Silva García es un ciudadano más que sueña con una Patria Bonita y presiento que hay cismas generadores de nuevas formas de lucha. Respeto el trabajo llevado a cabo por Néstor Francia y Eileen Padrón. No puedo menos que desear para mis camaradas, un camino repleto de éxitos y estoy seguro que seguirán en la lucha diaria de transformación y consolidación del proceso revolucionario. Es su lucha, es mi lucha y es la lucha de todos.

Por otro lado, hablar de Cuba, del hermano pueblo cubano y del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el año 99, iniciándose apenas la revolución bolivariana, era una herejía. Más de cuarenta años de propaganda anticomunista, habían hecho mella en buena parte de la población venezolana. No obstante, la noble participación internacionalista de los médicos cubanos en Misión Barrio Adentro y el reconocimiento permanente de nuestro presidente, el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, contribuiría a combatir la propaganda fascista en contra de Cuba. La Hojilla, de igual manera, se erigiría en fiel defensor de la revolución cubana, de Fidel y ese pueblo tantas veces vilipendiado por el imperialismo norteamericano. Dificulto hoy, que programa alguno y con sentido deber revolucionario, tenga el honor de hacer diaria su lucha en defensa de la revolución cubana.

Sólo me queda agradecerle y pedirle disculpas a este pueblo hermoso. Su apoyo y su confianza son la fuerza que me ayudará a seguir luchando. Mi agradecimiento y disculpas al Comandante Hugo Rafael Chávez Frías. La diferencia de criterios no refleja para nada el divorcio de los objetivos medulares; más bien nos obliga a revisarnos y dar un salto adelante en la lucha. Se abrirán nuevas trincheras de combate que prometen resultados innovadores. Un semanario destinado a romper esquemas, el rediseño de la página Web, un replanteamiento de La Hojilla en Radio, la posibilidad de nuevos proyectos, son los primeros pasos que dibujan una frase tan hermosa como mi pueblo:


“Todo el Poder para el Pueblo…”



Mario Silva García
msilvaga@yahoo.com




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Mario Silva García

Comunicador social. Ex-miembro y caricaturista de Aporrea.org. Revolucionó el periodismo de opinión y denuncia contra la derecha con la publicación de su columna "La Hojilla" en Aporrea a partir de 2004, para luego llevarla a mayores audiencias y con nuevo empuje, a través de VTV con "La Hojilla en TV".

 mariosilvagarcia1959@gmail.com      @LaHojillaenTV

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