Información, desinformación, conocimiento e ignorancia de la Comunidad Mundial

Venezuela goza hoy, y gracias a las políticas educativas en todos los niveles que imparte su Gobierno, de la capacitación necesaria para enterarnos del pasado, el presente, y en buena medida del futuro. Gozamos de informarnos sin censura de todos los acontecimientos sociopolíticos globales y nos extasiamos y asombramos cuando esa información llena nuestro intelecto de sustanciales conocimientos que nos hace ver la realidad, mientras grandes sectores humanos por desgracia conducida ignoran.

Los venezolanos en este instante disfrutamos de un conocimiento que hasta hace diez años era vedado. No conocíamos nuestra historia inmediata pasada, menos de un 0,5% tenía acceso a la tecnología informática, y como si fuera poco, desconocíamos lo que sucedía con “nuestros” ordenados desordenes que nos imponía esa burguesía “nacional” e Internacional que desinformaba como mecanismo de su nauseabundo reino.

En Venezuela hace pocos años, menos del 10% de su población podía leer un libro al año, porque, o era negada la lectura o, adquirir un libro era imposible por sus costos; aunado a que más de dos millones de hombres y mujeres de todas las edades no sabía leer y escribir. Hoy, gracias a las políticas humanistas de nuestro comandante Chávez, sus colaboradores locales y el plan de alfabetización cubano YO SI PUEDO, se erradicó casi por completo el analfabetismo, y hoy, más del 60% de su población lee un libro por lo menos al mes, Y además de todo esto, el Gobierno Revolucionario edita millones de libros educativos, históricos y literatura Nacional e Internacional que regala a su población o se puede adquirir a muy bajos costos.

Ahora bien, sabemos que no sólo nuestra Venezuela adelanta este tipo de expansión de buena información y conocimiento; sabemos que otros países que han comenzado a liberarse de las cadenas de la ignorancia, alistan a sus pueblos para esa competencia que derrote el problema del no saber. Y por saberlo, los venezolanos competimos con la verdadera información y nos lamentamos de la Comunidad Internacional que sigue en total desconocimiento de la realidad mundial.

También compiten con la información, pero de subterfugio, el pueblo común de los países “desarrollados” que le escondieron o le monopolizaron esa información y todo el conocimiento para subyugarlos hasta el cansancio, y también pretenden dar de sus ignorancias programadas a otros. Y la tortilla se voltió, porque hoy, son sus comunidades alienadas por la desinformación quienes pagan los platos rotos con todo lo que ignoran. Da grima, mucha grima, observar la ignorancia de gran parte de la población europea y norteamericana. Son millones de norteamericanos que ignoran la verdadera situación sociopolítica de su nación y el Mundo. Son millones de europeos que viven en las nubes respecto a sus gobiernos y respeto a su actual crisis de todos los principios básicos. Y si esto es lastimoso con los pueblos de los países “desarrollados”, imagine el lector lo que sucede con la Comunidad Internacional “tercermundista”

La alienación, la conducción sutil que a diario se reparte por el mundo por quienes pretenden seguir dominando, hacen que hombres y mujeres comunes y “clases medias” de países “desarrollados” “gocen” de una total inopia y desconozcan el discurso de líderes progresistas en la ONU por ejemplo. Que desconozcan la problemática palestina y como si fuera poco, consideren a sus verdugos sus salvadores.

La desinformación que conduce a la ignorancia y a ese total desconocimiento que mata los espíritus de lucha necesaria para derrotar lo males que imponen al Mundo desde siempre, se debe ayudar a combatir desde nuestros países. Debemos buscar la forma de expandir la verdadera información y el conocimiento que gozamos en Venezuela y otros países progresistas con nuestros medios de comunicación, nuestras embajadas, oficinas consulares y otras maneras de comunicación, para darle la mano a muchas de las comunidades del mundo que mantienen en la ignorancia. Venezuela y su Gobierno debemos hacerlo, como el aporte más importante de un legado que hermane a las mayorías sedientas de saber y conocer.

Ahora, no estamos diciendo que en nuestra Venezuela no seamos bombardeados también con la desinformación y nos presenten de mil maneras el desconocimiento y la desinformación, pero estamos venciéndolos; y aunque el ataque a nuestras mentes es inclemente, la gran mayoría de la población venezolana ya detecta la información buena, la “información” sutil y descarada que aliena, pero con la gran ventaja que ya sabemos llamar por su nombre esa desinformación que el periodista o intelectual de palangre pretende expandir por sus medios de incomunicación.

*Periodista, escritor, poeta

nandopico@yahoo.com


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Hernando Cortés Pico


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