El problema carcelario, bomba de tiempo

Los recientes sucesos en la penitenciaria del Rodeo, visualizaron nuevamente la gravedad del problema carcelario venezolano que siempre ha sido un fracaso como lo reconoce criminólogos respetados como Elio Gomez Grillo y Henry Andrade. Sin embargo, la diferencia ahora es que existe más respeto por los derechos humanos y lo demuestra la solución del caso, sin masacrar a los detenidos. 

No debemos olvidar que este problema es mundial y tiene sus causas en  el aumento de la criminalidad, por el incremento de la pobreza, del desempleo, de la salud y la educación. Por tales razones, el Presidente Chávez decretó la emergencia carcelaria, en el año 2004. Se realizaron reuniones institucionales en el Ministerio de Relaciones Interiores, donde asistí en representación de la Defensoría del Pueblo.

Allí se reconoció  la crisis,  se demostró que ni siquiera se sabía con certeza cuántos privados de libertad existían en cada uno de los centros de detención,  ni tampoco la identidad cierta de los mismos.  Se demostró que la violencia carcelaria  no se resuelve, mientras no se impida la entrada en los centros penitenciarios de drogas y armas.

Admito que la solución pasa, por la creación de un Despacho para el Servicio Penitenciario y reconozco que la designación de una mujer con el coraje y la conciencia del deber social socialista de Iris Varela es garantía de éxito, pero debemos todas y todos ayudarla para conseguir erradicar la corrupción y las prácticas irregulares que se presentan en las instituciones como: el Ministerio Público,  CICPC, Poder judicial y el Ejecutivo.

No se puede justificar los privilegios que disfrutaban los privados de libertad, los detenidos no pueden tener teléfonos celulares porque es un medio para cometer delitos desde la cárcel, no se puede seguir permitiendo visitas en los pabellones, directores de cárceles con antecedentes penales, para mencionar lo más grave.   

De acuerdo con lo expresado por la Ministra Iris Varela, en una entrevista periodística, primeramente se debe descongestionar las cárceles, otorgando a los privados de libertad por delitos menores, cumplimiento de penas extramuros, previos los requisitos de ley. Debemos restituir el orden en los internados, y luego implementar planes educativos, de trabajo y recreación. Construir instalaciones donde se puedan realizarse audiencias judiciales y visitas de familiares. Urge una Ley y un Reglamento interno que garantice el orden y el buen funcionamiento dentro de las cárceles.    

germansaltronpersonal@gmail.com



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Germán Saltrón Negretti

Defensor de los Derechos Humanos.

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