Le reclamo, indignado, al presidente de VIVE TV

Es con usted Sr. Ricardo Márquez:

He tenido ocasión de ver, a través del canal de televisión que usted dirige, un documental donde se reseña la supuesta destrucción que sufrió el cuartel San Carlos de manos del Instituto del Patrimonio Cultural de Venezuela, dirigido por mí desde el 2003 al 2010. Este documental, producido recientemente por ustedes, según se puede apreciar en los créditos, está siendo pasado repetidas veces como parte, sin duda alguna, de una intención de difusión claramente planificada, tanto como lo es la intencionalidad que lo generó.

Quisiera, en primer lugar, explicarle que el Instituto del Patrimonio Cultural es la máxima autoridad en Venezuela para la conservación y protección de los valores culturales de la nación. Es el responsable, además de la recuperación de muchas edificaciones antiguas, de la más gigantesca tarea de registro, declaratoria y difusión de las manifestaciones culturales venezolanas, sin parangón en el mundo entero, y así fue reconocido por la UNESCO. Más de noventa y seis mil bienes culturales declarados, protegidos por la Ley y publicados en doscientos mil libros a todo color que se repartieron gratuitamente en todos los municipios del país.

Este Instituto ha contado entre su personal con los mejores profesionales en la áreas de la investigación histórico-arquitectónica, de la restauración, de la diversidad cultural y de la arqueología. Fueron presidentes de él, antes que yo, profesionales de notable formación y experiencia en esas áreas, entre ellos el profesor Juan Pedro Posani, premio nacional de arquitectura y profesor Honoris Causa de la UCV, y revolucionario a carta cabal. Fue en su gestión que se hizo el proyecto de restauración del Cuartel San Carlos que, luego, me tocó a mi ejecutar, con el apoyo de las cooperativas de Vuelvan Caras capacitadas en la restauración por el propio Instituto. He defendido esta ejecutoria con total convencimiento y sin someterme al agavillamiento del que fui objeto.

Suponía que la agresión, iniciada hace cinco años, había concluido. Ahora un documental realizado por ustedes, absolutamente oblicuo, entreverado y unilateral, pero realizado con los dineros públicos y utilizando los medios del Estado, esta siendo difundido para responder, una vez más, a los torcidos intereses del grupo de personas que se apoderó, por la fuerza, de ese recinto. Ese documental no tienen nada que ver con la verdad, la justicia y la dignidad, que son todos estandartes revolucionarios. Defender esos estandartes era obligación de los autores, del documental, pero, en todo caso, de los responsables de ese canal. Usted debió exigir profundidad y objetividad en el tratamiento de los hechos que ahí se exponen. No lo hizo.

No tengo intención de hacer alguna solicitud de réplica o de aclaratoria pública, ya he sido suficientemente vilipendiado por la gente que está tras este asunto. Solo quiero repetirle a usted la frase del Rector Freddy Castillo Castellanos, ser honrado en la función pública, se convierte en un hecho subversivo (y la honestidad señor Márquez no se limita al manejo pulcro del dinero). Pero quiero, además, que, esa gente que medra de pasados revolucionarios, sepa, que no me van a intimidar, que me conseguirán de frente cada vez que pretendan someterme al escarnio público. Así como la cultura no es chantajeable, yo tampoco lo soy, y no rehúyo la confrontación.



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José Manuel Rodríguez


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