El Cumpleaños de los Consejos Comunales

Pienso que el proceso bolivariano debe felicitarse por el desarrollo de una iniciativa de organización comunitaria donde está cifrada en gran medida la suerte y futuro de esta revolución. No hay lugar para la duda; esta iniciativa es una criatura sobre la cual debe sostenerse la revolución. Aún anda en su estado de niñez y su paso a una edad adulta en la cual tenga más dominio de ciertos asuntos públicos y más autonomía de movimiento estará determinada por la suerte de dos procesos que caminan paralelamente: 1) La organización de las comunidades o del pueblo en función de sus intereses y los intereses del país y 2) los esfuerzos que desde el PSUV se realizan por hacer de estas organizaciones unos apéndices del partido. Esto último no debe ser ignorado en una evaluación porque se conocen situaciones en las cuales existe la clara intención de controlar a los consejos como una forma de manifestar poder.

Pienso que hay la necesidad de distinguir bien esta situación, si efectivamente se cree y hay confianza en los “poderes creadores del pueblo”. Una cosa es estar pendiente de las posibles infiltraciones que la derecha intente realizar en los consejos comunales y otra muy parecida con sus respectivos riesgos también, es producir una especie de colonización de estas organizaciones desde el PSUV. Los Consejos Comunales son las semillas de un Poder Popular que aun no tiene un perfil claro y sus competencias por ahora no van más de lo meramente comunal y de asignación de recursos para atender problemas puntuales (Aceras, Brocales, casa comunal, Instalación de una tubería). Un Poder Popular así, no tiene mayor peso político y puede ser fácilmente desmantelado, destruido u opacado.

Hay razones para hacer de este cumpleaños un motivo para celebrar y reflexionar sobre situaciones que merecen ser consideradas en este avance y consolidación del Poder Popular. El cambio de estatus de la primera ley por una ley Orgánica de los Consejos Comunales fue un importante avance de estatus. Se han aprobado posteriormente otros instrumentos jurídicos que son un importante fertilizante para que esta semilla pueda tener los nutrientes básicos y logre crecer en los términos que se desea. Se dispone de la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal, la Ley Orgánica de la Comuna, la Ley Orgánica del Poder Popular, la Ley Orgánica de Planificación Pública Comunal, la Ley Orgánica del Consejo Federal de Gobierno, el Reglamento de la Ley Orgánica del Consejo Federal de Gobierno y la Ley Orgánica de Contraloría Social, que como ya lo manifesté en un trabajo anterior no es muy buen instrumento para ejercer contraloría.

Hay un marco jurídico que le augura a los Consejos Comunales la posibilidad de ser un instrumento fundamental para consolidar la revolución bajo los nuevos signos del Socialismo del Siglo XXI. Las nuevas leyes y el interés que Chávez le ha dado, son señales importantes, pero en definitiva, es una lucha que no será fácil, porque pretender convertir a los Consejos Comunales en el semillero del nuevo Estado, supone una lucha con el actual Estado y con el actual partido, que parece tener los genes de los partidos que hicieron fracasar el modelo socialista del siglo XX.

Desde mi perspectiva y aún entendiendo que la nueva Ley Orgánica de los Consejos Comunales se definen situaciones interesantes, creo también que el paso de la antigua ley de Consejo Comunales a Ley Orgánica; los cambios se quedaron especialmente en el ámbito meramente administrativo (como organizar un consejo comunal, cómo registrarlo, cómo administrar los recursos), que no dejando de ser importante porque le permiten adquirir personalidad jurídica; los Consejos comunales continúan viéndose como una instancia comunitaria encerrado en sus ámbitos geográficos y territoriales con poca conexión con los entes públicos que tienen la capacidad de tomar decisiones sobre problemas que las comunidades viven, confrontan y padecen.

Hay opciones para que las comunidades se organicen y puedan ser asistidas por el Estado con financiamiento para ejecutar proyectos de las comunidades. Tienen la oportunidad para formular proyectos y tener financiamiento, pero como he insistido en otras oportunidades, es tiempo para avanzar más en ese proceso de involucrar a las comunidades organizadas más directamente en asuntos de naturaleza política y que son estratégicas para ordenar y desarrollar su comunidad y las comunidades de un municipio. El objetivo es desmontar un Estado, que no alcanza su expresión sólo en los ministerios; este viejo Estado está igualmente conformados por las entidades, los consejos legislativos, los municipios y los consejos municipales. En consecuencia, no es una idea exagerada por ejemplo, pensar en liquidar parte de estas instituciones y construir el parlamento comunal municipal y estadal como instancia donde los Alcaldes, Alcaldesas, Gobernadores y Gobernadoras expongan sus planes e ideas de ciudad y las comunidades formulan también sus aportes y así, los Consejos Comunales y el Poder Popular comienza a tener más sentido y ser semillero del nuevo Estado Comunal. Dije en una oportunidad en un trabajo que se publico en Aporrea y rebelión, que la ley de los orgánica del Los Consejos Comunales fue un freno que se le ofreció al Poder Popular. Pudo ser una oportunidad para avanzar en el fortalecimiento de este semillero.

evaristomarcano@cantv.net




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Evaristo Marcano Marín


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