Ensartaos los unos a los otros

Ese podría ser el lema de nuestra página, por los tiempos que corren. Lamentablemente.

O lo que es igual: “Si tú me ensartas, yo trataré de hacerte lo mismo”.

Es decir, nada de poner la otra mejilla, aunque somos cristianos sin ninguna duda.

El mundo se ha vuelto un simple caos de ensartadores y ensartados. Pero lo grandioso es que de esta penosa agonía ensartes se pueda emerger hacia la transformación de nuestra vida en seres respetables y dignos.

De eso trata esta lucha y en la procura de vencer siempre todo obstáculo en la batalla diaria hacia la perfección, cuyo último estadio debería ser el amor de los unos a los otros.

Al resumir toda la vida cristiana, San Juan nos indica: «El mandamiento de Dios es que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo y que nos amemos mutuamente» (Jn 3,23).
De modo, que aunque nuestra página hable de ENSARTAR, el verdadero propósito de la misma es alertarnos para eso nadie ose ensartarnos; que no nos vuelvan a ensartar nunca más, horriblemente, como aquí se hizo durante los 40 años durante la IV (ni con el tenue dedo de una rosa).

En ENSARTAOS nunca habrá una última cena. Ni contaremos con un apóstol dispuesto a ir a la Cruz. Pero cada día se estará ensartando, se estará aguijoneando al enemigo y a todos aquellos “chavistas” infiltrados bandidos y canallas metidos en nuestro proceso.

Nuestro dedo enhiesto y duro como una cabilla, se encargará de eso.

Pero rogamos al mismo tiempo no dejar de escuchar a Jesús cuando dice «Un mandamiento nuevo os doy: que os améis unos a otros como yo os he amado» (Jn 23,34) Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros» (ib. 15,12).

Nosotros en ENSARTAOS  n0 odiamos a nadie. Ni suuiera guardamos rencor contra nuestros enemigos a pesar de todo lo que han hecho al pueblo; es decir «amamos a nuestro prójimo como a nosotros mismos» (Lev 19,15,18), no a todos los hombres, sino al prójimo en sentido limitado (la palabra hebrea indica que prójimo significa los de su raza, compatriotas, congéneres). Tal cual como lo planteaba El Libertador en aquel famoso Decreto de Guerra a Muerte.

Dios mismo había prohibido a su pueblo toda clase de relaciones con ciertas razas, y aun mandó exterminarlas (a los cananeos) [se comprende este rigor de Yavé para con las ciudades sumidas en la más grande inmoralidad e idolatría; su contacto hubiera sido irremisiblemente fatal a los israelitas], los judíos añadieron, en una interpretación arbitraria, no inspirada por Dios: «Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo».

El precepto explícito de amar a todos los hombres, incluidos los enemigos, no estaba, pues, promulgado y ratificado antes de Jesucristo. Por eso le llama mandamiento «nuevo» y «su» mandamiento.

En una palabra, pues, lo que queremos decir es que ENSARTAOS es una página fundamentalmente dedicada a la lucha por nuestra revolución bolivariana, por la paz y el amor.

CON DIOS ENSARTANDO Y CON EL MAZO DANDO…. Concluimos.

jsantroz@gmail.com



Esta nota ha sido leída aproximadamente 6180 veces.



José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

 jsantroz@gmail.com      @jsantroz

Visite el perfil de José Sant Roz para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: