El vuelo de la gaviota

Todos los años cuando Naiguatá cumple años cae un aguacero de quinto patio. Es lo que el País Nacional conoce como el Cordonazo de San Francisco de Asís (Patrono de los naiguatareños). Generalmente ese día el pueblo suele pasar ese palo de agua en casa. Pero este año por cumplir el pueblo 300 de fundado la gente se fue a la iglesia a oír la misa de su Patrono y el discurso de orden a cargo del economista Nelson Merentes, el nieto de Petra Merentes y sobrino de Cirilo “Cuquita”, de quienes heredó su condición natural de Chamán.

Bajo un torrencial aguacero, que duró seis horas, nativos y visitantes, celebraron a lo grande el 300 aniversario de la fundación de Naiguatá. El programa incluyó la misa, las palabras de Nelson, danza y música. A la fiesta religiosa, dancística y musical asistieron en masa niños, hombres, mujeres, ancianos, enfermos, gente en silla de rueda, comerciantes, pescadores, amas de casa, intelectuales y deportistas. En fin. Raimundo y todo el mundo.

Nelson Merentes, amante de la naturaleza conformó su discurso en base la identidad y el estado de pertenencia del pueblo de Naiguatá. En sus palabras hizo una analogía entre el indio Naiguatá y San Francisco de Asís, que aunque con fuertes diferencias en sus creencias ambos coincidían en su amor por los animales, la justicia y la naturaleza. Decía Nelson que en una oportunidad Naiguatá ordeno la ejecución de un español por matar una gaviota. “Y en el momento cumbre de la ejecución un enjambre de gaviotas cubrió el cuerpo del español lo que el cacique interpretó como un mensaje de la naturaleza y de inmediato ordenó el cese de la ejecución”.

En sus palabras Nelson se refiere a la pérdida de algunas cosas buenas del pueblo, que la identificaban, precisamente, la desaparición de las gaviotas. “Ya se ven, dijo, muy pocas gaviotas en la playa”. Y en ese preciso instante como 25 gaviotas revolotearon por encima de la cabeza del presidente del Banco Central de Venezuela.

TINTERO

Nelson Merentes, presidente del BCV, es ejemplo de humildad hecha gobierno. En nada le ha afectado ocupar altos cargos. Aún vive en su casa de Naiguatá cerro arriba. Aún juega dominó con los panas del barrio. Es de los que sienten el orgullo de convivir con su gente de siempre, a la que ayuda hasta donde le es posible. A Céspedes, el más reciente, o se lo llevó para el BCV. Es saludador y contador de anécdotas. No es vanidoso ni se las da de taquititaqui. Maneja su auto y no es muy amigo de andar con guardaespaldas, sobre todo en Naiguatá, donde su carro puede dormir en la calle y nadie se lo roba ni le quitan los cauchos, la batería y reproductor. Al contrario. Éll lo ha dejado de noche en la calle con los vidrios bajos y en la mañana cuando lo va a “prender” lo encuentra con los vidrios cerrados y dos pargos frescos de dos kilos cada uno en una bolsa, que le dejo, a lo mejor un pescador agradecido, a quien ayudo a comprar un bote, un motor, los aperos de pescar, con un crédito. O a lo mejor un amigo de infancia con el que ahora suele jugar su partida de dominó cada vez que baja – todos los días- de Caracas para Naiguatá.

Vean este otro ejemplo de un liderazgo regional fuerte y humilde. En La Esperanza, sector campesino de Carayaca, estado Vargas, el 26S, de 1.500 votos de esta circunscripción electoral mil 400 fueron para el PSUV. Y ustedes saben qué La Esperanza tenía cuatro meses con problemas de comunicación terrestre por dos fallas de bordes de la vía Catia La Mar – Carayaca, y que Carneiro, gobernador de esa entidad, fue vapuleado por La Canalla Mediática de la manera más injusta por esa falla natural. Pero Carneiro le metió el pecho al problema: consiguió la construcción de un viaducto, consolidó una vía alterna y habilitó una línea de buses gratuitos para transportar a los campesinos. Pero aparte de la solución macro del problema Carneiro siempre estuvo en La Esperanza llevando medicinas, alimentos, preocupándose por los problemas domésticos de cada familia. Asimismo su esposa y todo su gabinete de Infraestructura estuvieron allí. Igualmente estuvo el Ministro de Transporte y Comunicaciones, Francisco Garcés varias veces. Por eso se ganó en La Esperanza y en todo Vargas gracias al liderazgo, eficiencia, humildad y sencillez de Carneiro. ¡Claro! sin olvidar que Vargas es roja rojita, primeramente, por el Presidente Chávez.

Con funcionarios del Gobierno de Chávez, tan eficientes y tan humildes como Carneiro, fácil hubiésemos ganado más sobrado el 26S. ¡Camaradas bájense de esas camionetotas, maten ese burgués que llevan por dentro y dedíquense a gobernar para el pueblo!.

americoarcadio@yahoo.com


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Américo Hernández


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