CADIVI, laberinto blindado

Son reiterativas las denuncias referidas a las dificultades para obtener divisas de Cadivi. Me decía un amigo que entrar a la página de Internet de Cadivi es como ingresar en un laberinto de portal amplio, que luego se estrecha en recodos enmarañados y termina en calle ciega. Mi amigo es escritor, introdujo en Cadivi la solicitud de divisas para “editar un libro” en el exterior, conforme lo establece la normativa, “Casos Especiales Cultura”. Preparó las tres carpetas. Las entregó en la entidad bancaria receptora. Luego de rigurosa revisión por el funcionario, fueron aceptadas y enviadas a la Oficina de Cadivi de Nivel Superior. Transcurridos ocho días le devolvieron las tres carpetas con una carta, según la cual, “no se ajusta al Artículo 2, Numeral 4, Casos Especiales.”

Ahora bien ¿Qué dicen el Artículo y Numeral citados? Dicen: “a) Identificación completa del artista o los integrantes de la delegación cultural. b) Información detallada del evento cultural, el tiempo de permanencia en el exterior y de los costos que generaría la salida del país y la estadía requerida. c) Certificación expedida por el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, en la cual conste la representación oficial del deportista o delegación.”

La carta de marras es la expresión típica del burocratismo que actúa conforme a la cartilla o procedimiento que le indican. Burocratismo que no analiza ni interpreta una situación diferente ni da solución si lo solicitado no corresponde exactamente a lo pautado. Esto hace de Cadivi y de la administración pública un laberinto sin salida.

Veamos en que consiste la incoherencia del proceder burocrático. Si la solicitud de divisas es para “Editar un Libro” y si en los recaudos entregados está plenamente explicitado que las divisas no son para viajar, como lo señalan las letras (b) y (c) del Numeral, sino, que serán giradas por el propio Cadivi al número de cuenta bancaria de la Editorial ¿Qué sentido tiene argumentar el Artículo 2, Numeral 4? El asunto se complica por cuanto no hay forma de comunicación con Cadivi para aclarar la controversia. Cadivi está blindado. Los teléfonos que indica: 0212-6063499/3995/3904/3939, de nada sirven por cuanto en esos teléfonos nadie responde. La otra vía de comunicación son los Email; atención usuario/ denuncias/ prensa/ protocolo/ @cadivi.gob.ve. Correos que tampoco nadie responde.

Otra solución sería viajar a Caracas, lo cual comporta un gasto innecesario si la comunicación con Cadivi funcionara normal. El último recurso que le queda a mi amigo, tal vez sería recurrir a, @chavescandanga. La exigencia de mi amigo a Cadivi es elemental, que atienda a las “dudas y preguntas”, utilizando las vías de comunicación que el propio Cadivi muy gentilmente indica. Así de fácil.

leonmoraria@gmail.com






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León Moraria

Nativo de Bailadores, Mérida, Venezuela (1936). Ha participado en la lucha social en sus diversas formas: Pionero en la transformación agrícola del Valle de Bailadores y en el rechazo a la explotación minera. Participó en la Guerrilla de La Azulita. Fundó y mantuvo durante trece años el periódico gremialista Rescate. Como secretario ejecutivo de FECCAVEN, organizó la movilización nacional de caficultores que coincidió con el estallido social conocido como "el caracazo". Periodista de opinión en la prensa regional y nacional. Autor entre otros libros: Estatuas de la Infamia, El Fantasma del Valle, Camonina, Creencia y Barbarie, EL TRIANGULO NEGRO, La Revolución Villorra, los poemarios Chao Tierra y Golongías. Librepensador y materialista de formación marxista.

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