Los mayores enemigos de la revolución son los falsos positivos

Estamos escribiendo recurrentemente. No estoy descubriendo el agua tibia. Pero lo que en esta ventana de Aporrea opinamos, parece caer en saco roto. Los que sufren de tensión arterial se enfrentan a un enemigo silencioso que poco a poco va socavando la vitalidad del corazón hasta que lo hace parar y se pasa al otro mundo. Así operan los similares enemigos que hoy hacen vida en las diferentes instituciones del gobierno, incluyendo la Asamblea Nacional. Son gente que viven de la política, que tejen negocios redondos y como sanguijuelas, se chupan un buen tolete del presupuesto nacional que nos pertenece a tod@s, o sea, son unos vulgares ladrones. Desde los gobiernos dictatoriales de la cuarta república esa lacra social se instaló en todos los rincones del país. Para ellos no existe la conciencia del deber social, de la solidaridad, del nacionalismo, de la soberanía diversa ni nada que huela a patria, sólo son ellos y más nada. El pueblo sabe quiénes son, sabemos de sus bellaquerías y de sus sinuosos caminos oscuros. ¿Cómo identificarlos? Es muy fácil. Si es un diputado recién electo lo primerito que hace es cambiar el número de su celular para que la chusma no lo moleste y le dice a su secretario(a) que si lo llaman diga que “cualquier cosa lo llamo(a)”. La Asamblea Nacional es un pantano dónde muy pocos son los que no se hunden en las vanidades propias de la burguesía y el consumismo.

Si es un ministro que olvida los clamores de su pueblo también es muy fácil descubrir si es un falso positivo, o sea, un traidor: Igualmente cambia varias veces de número de celular, no recibe a nadie que no pertenezca a la alta burguesía y sus derivados y no recorre las calles para enterarse de los sufrimientos y necesidades del pueblo. Son personajes que se mueren por salir en televisión, siempre repiten lo mismo, que si el capitalismo salvaje, que si el socialismo bolivariano, la revolución, la fidelidad con Chávez y etcéteras harto conocidos y fastidiosos. Al final no dicen nada nuevo pero en VTV disfrutan llamándolos a declarar sobre cualquier tema. Si les preguntamos que enumeren diez logros del presidente Chávez solamente se acuerdan de las misiones ya sabidas pero de ahí no pasan, nadan cinco metros y se regresan a la orilla. Son personajes tenebrosos venidos del adequismo copeyano y que disfrutan tejiendo más burocracia de la que encuentran en sus cargos. Si algún ministro osa meterse con la oligarquía criolla entonces es asediado y lo sacan del gabinete manipulando al señor presidente. ¿Ejemplos? Tenemos a Samuel Moncada, Erick Rodríguez, Eduardo Samán y unos poquísimos más. Esa gente oportunista aparecerá en el voto lista, no harán ningún tipo de proselitismo porque tienen su puesto asegurado en ese voto creado en la cuarta república y que pervive en la quinta. ¿O estoy mintiendo? Otros falsos positivos han sido amigos del comandante desde los tiempos del MBR-200 y luego de acomodados en algún cargo importante sacan sus garras derechistas. El general Baduel es un caso patético de ello, así como los militares retirados Urdaneta y Acosta Chirinos. Hubo otro que se devolvió (Arias Cárdenas) pero ningún chavista cree en él.

Esos son los que amenazan y corroen ésta incipiente revolución. Nuestro presidente los detecta pero cuando ya han hecho bastante daño (véase caso Mantilla).

Este proceso necesita con urgencia una contraloría social que se pueda ver y escuchar por VTV para desenmascarar a esos falsos revolucionarios que erosionan lo que tanto esfuerzo y sangre ha costado. El señor presidente debe abrirse a la autocrítica a sus funcionarios mediocres y enmascarados o de lo contrario no habrá ningún parto socialista.

efraingran@gmail.com


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Efraín José Granadillo


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