¿Le echamos "pichón" a la revolución o jugamos Monopolio?

Este salario tan mínimo... como que es inconstitucional

¿POR QUÉ ES UN SECRETO OFICIAL EL VALOR DE LA CESTA ALIMENTARIA Y DE LA CANASTA BÁSICA?

Quisimos tomar en cuenta algunos parámetros, basados en datos oficiales, para poder evaluar el reciente aumento del salario mínimo con algunos datos objetivos, pero parece una tarea imposible, porque el Estado no informa a los venezolanos o las instituciones no hacen su trabajo. Los datos “subjetivos”, los que nos dan nuestras cuentas al ir al mercado y quedarnos cada vez más cortos, no dan lugar a dudas: la cosa está cada vez más “pelúa” y seguimos retrocediendo aceleradamente en nuestro nivel de vida, perdiendo mucho espacio ganado con la revolución bolivariana, como pueblo trabajador.  

Nos preguntamos: ¿En qué se basa el gobierno para  fijar el porcentaje de aumento del salario mínimo? ¿Cómo estima los valores de la canasta alimentaria y de la canasta básica si las instituciones del Estado responsables de las mediciones económicas y sociales no aportan información actualizada y sólo publican informes con uno o dos años de antigüedad y en algunos casos más?

Las Fuentes B.C.V. – I.N.E. sólo ofrecen información pública del Índice de Precios al Consumidor hasta diciembre de 2014 (al menos en sus páginas Web). De manera oficial y pública, el I.N.E., sólo da a conocer el valor promedio de la Canasta Alimentaria Normativa calculado hasta el mes de noviembre de 2014. Eso como mínimo es una “piratería”; pero quizás sea mucho peor: un ocultamiento. ¿Con qué datos planifica y diseña las políticas y medidas el gobierno? ¿Maneja información “secreta”  que se le niega al resto de los ciudadanos? (Verifique la ausencia de información estadística económica y social oficial: http://www.bcv.org.ve/c2/indicadores.asp ; http://www.ine.gob.ve/index.php?option=com_content&view=category&id=108&Itemid=62 ; http://www.ine.gob.ve/index.php?option=com_content&view=category&id=102&Itemid=32 ).

Ante este “silencio administrativo” causa risa ver un boletín en el que se informa en agosto que el Banco Central de Venezuela y la Escuela de Planificación trabajan en “alternativas para medir la economía desde la perspectiva marxista”. El marxismo apunta hacia los intereses de la clase obrera y ésta no se entera de los “indicadores marxistas” de la economía ni de los ramplonamente capitalistas, que el BCV no parece creer que deban estar al alcance de los trabajadores y del venezolano común, porque los tiene muy bien guardados.

De acuerdo con los datos oficiales publicados hasta 2014 podríamos suponer que el valor de la canasta alimentaria se quedó congelado en el tiempo, en el monto de Bs. 6.382 que tenía a finales de ese año. Los datos de pobreza, que se obtenían semestralmente, todos los años, ininterrumpidamente, a través de la Encuesta de Hogares por Muestreo, no salen desde el 2013. El gobierno sigue repitiendo las últimas estadísticas más favorables (ya caducas), cuando la pobreza comenzó a mostrar un repunte entre 2012 y 2013. ¿Se detuvo el reloj de la historia? ¿O alguien tiene “vergüenza” de mostrar lo que pasa? ¿Por qué se paralizaron y cayeron en tan escandalosa ineficiencia el I.N.E. y el B.C.V. que no hay estadísticas oficiales actualizadas y disponibles para el público?

Por consiguiente; no se puede quejar el gobierno, ni tiene, seriamente, cómo desmentir los datos “incómodos” de otras fuentes independientes, como los del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (CENDAS), según los cuales la Cesta Alimentaria habría llegado a finales de agosto 2015 a 50.625 bolívares y la Canasta Básica Familiar a 78.611 bolívares. ¡Que salgan entonces los informes del BCV y el INE a ver! Según la misma fuente, la Canasta Básica Familiar subió 160,5 % hasta agosto de este año, bastante por encima del 80 % al que llegaría la inflación al cierre de 2015, según la información que dijo Maduro que le dio el BCV. Esta misma fuente (CENDAS) estima que la inflación llegará a 220 % al concluir diciembre.

A juzgar por los datos del CENDAS, en agosto ya se necesitaban más de 10 salarios mínimos para cubrir el costo de la Canasta Básica. Pero el salario mínimo decretado apenas subió en un 30 % (a Bs. 9.649) y ni siquiera se duplica si le agregamos el aumento del Ticket de Alimentación, para llegar a un “salario integral” de Bs. 16.399. Aún así, todavía estarían faltando más de 8 salarios mínimos para cubrir el costo de la Canasta Básica y más de dos salarios integrales adicionales para alcanzar el costo de la Cesta Alimentaria (sólo para comer una familia promedio).

La “pepa de ojo”, el “bolsillo” y el “estómago” indican que con ese 30 % de aumento no podremos recuperar el deteriorado nivel de vida del pueblo, con Misiones y todo.  Pero resulta que además, nos hemos acostumbrado a que el salario mínimo sea supuestamente equivalente al valor de la Cesta Alimentaria, cuando es un derecho constitucional que nos lo dio nuestra CRBV del 99 (¡con esta revolución y con Chávez!) que el salario mínimo vital sea ajustado cada año tomando como una de las referencias el costo de la Canasta Básica (91 CRBV), y no sólo el de la alimentaria.

En consecuencia, un salario mínimo que esté por debajo de esa referencia citada por la CRBV, que es la Canasta Básica, debe considerarse como NO ACORDE CON LA CONSTITUCIÓN.

 

EL SALARIO SEGÚN LA CONSTITUCIÓN DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA

Veamos bien el contenido del Artículo 91 de la Constitución:

“Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales. Se garantizará el pago de igual salario por igual trabajo y se fijará la participación que debe corresponder a los trabajadores y trabajadoras en el beneficio de la empresa. El salario es inembargable y se pagará periódica y oportunamente en moneda de curso legal, salvo la excepción de la obligación alimentaria, de conformidad con la ley.

El Estado garantizará a los trabajadores y trabajadoras del sector público y privado un salario mínimo vital que será ajustado cada año, tomando como una de las referencias el costo de la canasta básica. La Ley establecerá la forma y el procedimiento.” (subrayado nuestro)

¿Y cuál es el costo de la Canasta Básica para el “gobierno revolucionario” de acuerdo con sus fuentes institucionales INE y BCV? ¡Díganlo, por favor!, para ver si cuadra.

 

“NO HAY MÁS RECURSOS Y ESTE ES UN SALARIO DE CRÍSIS”

No nos vengan con que es un “salario de crisis” por la “guerra económica” y la “inflación inducida”, porque la obligación de un gobierno revolucionario es enfrentar las manipulaciones económicas de la burguesía con medidas anticapitalistas. Porque, si no lo hace, y si se impone lo que quiere la burguesía, entonces es porque en realidad quienes gobiernan son ellos (los capitalistas) y el gobierno revolucionario es una ficción o ha sido reducido a la impotencia.

La otra argumentación pudiera ser que “no hay recursos” y que para esto es para lo que alcanza, “gracias a la recaudación del SENIAT este año”, según nos informa Maduro. Pero sí hay varias y cuantiosas fuentes de recursos; sólo que están reservados para la banca extranjera y nacional, para las transnacionales (¡el imperialismo!), para los grandes grupos empresariales (¡los pelucones!) y para la burocracia (¡la corrupción!). ¿Cuáles son esas fuentes?:

 

¿DÓNDE ESTÁN LOS REALES PARA SALARIOS DIGNOS?

Una de ellas es la misma de donde han estado sacando 20 mil millones de dólares anuales los receptores de divisas de la renta petrolera (¡de maletín o de escritorio!). Marea Socialista ha estimado con sus investigaciones un desfalco continuado (por lo menos hasta el 2013) de 259 mil millones de dólares y nadie en el gobierno y en la Asamblea Nacional pareciera estar preocupado por recuperarlos, ni siquiera por investigar qué pasó (www.aporrea.org/contraloria/a208509.html ; www.aporrea.org/ddhh/a184873.html ; www.aporrea.org/contraloria/n257348.html). ¡Hagamos la auditoría pública y ciudadana para detectar y arrancarle a la corrupción capitalista y burocrática lo que nos ha arrebatado! ¡Esa sería una acción revolucionaria!

Otra es el aporte petrolero fiscal, porque, PDVSA aporta cada vez menos, porcentualmente al presupuesto, por la actividad petrolera, y cambia sus divisas de manera muy provechosa sin que el grueso de los dólares vaya a ese presupuesto, donde podrían estar comprendidos los justos aumentos de salarios en correspondencia con lo dispuesto por la Constitución. ¡Al valor de la Canasta Básica! (Ver: www.aporrea.org/actualidad/n223911.html ;

Otra fuente más de recursos está en lo que se dedica a la deuda externa, con muchos visos de incluir operaciones ilegales e ilícitas (www.aporrea.org/contraloria/n258820.html). Es inadmisible que en esta revolución el pueblo deba pasar privaciones y se recorten las importaciones o las inversiones productivas, pero se paguen miles de millones de dólares a los especuladores prestamistas, deudas que uno puede sospechar que en no pocos casos no fueron realmente a financiar proyectos provechosos para el país. ¡Auditemos la deuda y descubriremos que ahí hay recursos para destinarlos al verdadero bienestar del pueblo!

Y otra fuente más es precisamente esa recaudación tributaria de la que habla Maduro, pero donde resulta que el mayor aporte lo hace la clase que vive del trabajo con el pago del IVA. Un impuesto del 12 % que pagamos todos por consumir, que es una herencia neoliberal y que se paga hasta por comer en un establecimiento. Mientras que la banca paga menos del 3 %. Una reforma tributaria revolucionaria podría dejar de quitarle al que trabaja y pechar con mayor ahínco al que se lucra del trabajo de los demás. Y ahí habría más recursos para remunerar al trabajo como dice la Constitución.

Pero, si nos preguntan: ¿cómo van a resistir las empresas privadas? Ellas calculan sus costos y cobran con el parámetro del paralelo. Además de muchas otras triquiñuelas, claro. ¿O van a decir que no? Pero en cambio el salario es la mercancía que nunca repone su valor en divisas.

Una de las características más positivas de la revolución bolivariana ha sido la recuperación, incremento y mejor distribución de la renta nacional. Ese gran logro se viene revirtiendo y entre la burguesía y la burocracia vienen capturando porciones cada vez más escandalosas de los ingresos y del patrimonio. No dejemos que nos sigan engañando con espejitos y defendamos las conquistas de nuestra revolución. Y una de las más importantes está en nuestra Constitución:

“…Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales.”

No más excusas y concesiones al afán de lucro y al capital en desmedro del pueblo. La clase trabajadora debe darse su puesto. Sin eso no hay revolución. ¿Le echamos "pichón" o jugamos Monopolio?

 

 



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Gonzalo Gómez Freire

Psicólogo y comunicador popular, cofundador de Aporrea. Miembro de la Coordinación Nacional de Marea Socialista. Militante internacional de la Liga Internacional Socialista (LIS).

 gonzalo@aporrea.org      @GonzaloAporrea

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