Entrevista (imaginaria) con Barack Obama

Un conocido periodista, de un famoso diario latinoamericano –de cuyos nombres no puedo acordarme– logró que le fuese concedida una entrevista exclusiva con el recientemente elegido Presidente de los Estados Unidos; he aquí la traducción aproximada de ella:

– Presidente, ¿es usted “la esperanza negra” de este país?

– Como la mayoría la vio “negra con el blanco”, esperan verla “blanca con el negro”; pero, debe entender que he adquirido obligaciones muy fuertes con aquellos que me financiaron la campaña y no les puedo fallar. Después de cumplir con éstos; veré si queda algo para aquellos.

– ¿No introducirá cambios profundos en la política interna?

– ¿Cómo? ¡Si no se requiere! Poseemos la mejor democracia representativa del mundo. Tan representativa que no importa por quien haya votado el pueblo; lo importante es por quién votan sus representantes.

– ¿Los Colegios Electorales?

– ¡No, no, no! A este país lo representan las compañías de renombre; las cuales poseen representación en todo el mundo. Es mí deber proteger sus intereses, pues son los intereses del pueblo estadounidense.

– ¿Está dispuesto a hablar con Latinoamérica?

– ¡Claro! Siempre y cuando el diálogo se ajuste al libreto que se les entrega antes de cada entrevista. Nuestra responsabilidad no es dictar política… ¡porque eso lo hicimos hace mucho tiempo y cada quien sabe a que sujetarse! Nuestro deber es obligarlos a que la cumplan de acuerdo con nuestras exigencias.

– ¿Qué opina de Chávez?

– Chávez ha impedido el progreso en Latinoamérica…

– ¿Por qué?

– ¡Porque los Estados Unidos son el progreso y él no permite que nosotros continuemos invirtiendo en Venezuela, como lo hicimos con otros gobiernos! Ahora tenemos que disputarnos los contratos hasta con los rusos y los chinos; además de aceptar sus condiciones, cuando antes las imponíamos nosotros. No podemos perdonarle que le haya comprado el satélite a los chinos, ni aviones a los rusos; ese dinero debió invertirlo en nuestro continente. También nos tiene molestos que esté exportando terrorismo… ¡esa actividad es de la exclusiva incumbencia de la CIA! Estamos trabajando muy fuerte para “enmendar” esos errores. Aspiro que los venezolanos me entiendan.

– ¡Más claro no canta un negro! ¡Disculpe, un gallo! Pero, ¿respetará la autodeterminación de los países latinoamericanos?

– ¡Por supuesto! Siempre y cuando esté asesorada por nosotros.

– ¿Qué política piensa aplicar a los países latinoamericanos?

– ¡Todos serán medidos con la misma “barak”! Menos Cuba, Nicaragua, Venezuela, Ecuador y Bolivia.

– No entiendo…

– Yo tampoco; pero, eso es lo está escrito en el libreto que debo interpretar a mi llegada a la Casa “Negra”…

– Querrá decir “Blanca”…

– ¡No, quise decir “negra”! No me refería al color externo, sino al que está en los corazones de quienes han ejercido el poder mundial a través de esta edificación simbólica; a ninguno les ha importado ni siquiera este país.

– ¿Tiene pensado retirar las tropas de Irak?

– Las tropas sí; pero, muy lentamente, porque no tenemos dinero para pagar el transporte. Los mercenarios continuarán, puesto que ellos no dependen del gobierno, sino de las empresas petroleras; además, debemos garantizar el cumplimiento de los contratos que firman nuestros ciudadanos.

– ¿Qué pasará en Guantánamo?

– ¡Es una vergüenza para los Estados Unidos…!

– ¿Lo que allí ocurre?

– ¡No! Que la mejor central de inteligencia del mundo haya permitido que se filtrara esa información.

– ¿Qué acciones tomará?

– ¡Saldrán todos…!

– ¿Los presos que ahí se encuentran?

– ¡No! Los funcionarios ineptos.

– ¡Levantará el embargo a Cuba!

– ¡Sí! Aunque prohibiremos que nuestros aliados comercien con ella.

– ¿Capturará a Osama Bin Laden?

– ¡Es muy escurridizo, pero lo seguiremos a cualquier lugar del mundo donde presumamos se encuentre recibiendo protección! Le adelantaré algo… ¡presumimos que se encuentra en Venezuela, bajo la protección de Chávez!

– ¿Invadirá Venezuela?

– Sólo si la “enmienda”; pero, mientras recibamos el petróleo regularmente, no habrá motivo para que “nuestros muchachos” deban ir a buscar a Bin Laden.

– ¿Derogará la Ley Patriota para que pueda conocerse la verdad sobre el derrumbe de las torres gemelas?

– ¡Derrumbaría mi propio gobierno!

– ¿Qué ocurrirá con Gaza?

– Israel es nuestro mejor comprador de armas; si no permitimos que las utilice, dejará de ser nuestro cliente.

– ¿Devaluará el dólar, para estabilizar la economía estadounidense?

– Ya el euro se encargó de lo primero; para lo segundo, ya se inició una impresión de billetes nuevos para sustituir a los devaluados.

– ¿Firmará el Protocolo de Kyoto, para proteger el ambiente?

– No nos alcanzaría todo el presupuesto de cinco lustros, para reparar el daño ecológico que le hemos causado al mundo en un siglo. Si hacemos lo que nos piden, no tendríamos con que proteger aquellos países en los cuales los terroristas quieren apoderarse de sus riquezas naturales.

– ¿La ayuda económica a las ensambladoras está sujeta a la fabricación de vehículos con menos consumo de combustible?

– No lo creo. Si mi predecesor es petrolero, debió garantizar la supervivencia de su empresa. Él actuó sin consultar mi opinión: ¡Un presidente a la vez!

– ¿Cree usted que…

– … estoy hablando demasiado? Sí, lo creo. De seguir así, no viviré para otra entrevista. Ya me están indicando que ésta terminó. Recuerde: ¡Más vale “desesperanza negra viva” que “esperanza negra muerta”!

–Muchas gracias, señor Presidente.


luiserangel@hotmail.com


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Luis Rangel


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